Mercedes-Benz Viano (2004) | Impresiones del interior

10/07/2003 |Juan Manuel Pichardo

Hay cuatro versiones del Viano: «Trend», «Ambiente», «Fun» y «Marco Polo». Las dos primera son iguales en la configuración de los asientos, se distinguen en equipamiento y acabado. Estas dos versiones tienen de serie seis asientos individuales dispuestos en tres filas de dos. Los asientos pueden colocarse en cualquier punto de dos carriles que tienen prácticamente toda la longitud que hay desde los respaldos delanteros hasta el portón.

Son asientos muy cómodos, con dos reposabrazos, ajuste de la inclinación del respaldo y un cinturón de seguridad integrado. No es difícil correrlos a lo largo de los carriles, pero sí sacarlos. Opcionalmente se pueden cambiar dos o cuatro asientos individuales por una o dos banquetas corridas de tres plazas.

El espacio del Viano es tan grande como hace suponer su tamaño y su forma. La medida interior más sobresaliente es la anchura: 157 cm (entre hombros) como mínimo y 164 como máximo, en función de dónde estén colocados los asientos. El espacio longitudinal es también muy grande, incluso en la versión más corta.

El espacio para las piernas depende de dónde se coloque las dos filas de asientos.

Por ejemplo, si no hace falta el maletero, se puede llevar la tercera fila hasta atrás del todo y entonces hay más espacio para las piernas en las dos filas que en cualquier berlina.

El volumen del maletero, por tanto, también es variable. Por la forma que tiene el Viano, apenas se pierde espacio en el interior. Por eso siempre hay una buena relación entre tamaño y espacio aunque los asientos son muy voluminosos.

Así como mover los asientos longitudinalmente es sencillo, sacarlos y volverlos a poner en los carriles cuesta mucho por lo que pesan (29 kg) y por el sistema de enganche que tienen.

Hubiera sido muy difícil que un enganche así, que tienen que soportar a una asiento muy pesado y al cuerpo (el cinturón está integrado) tuviera además un sistema de enganche sencillo.

El puesto de conducción es tipo furgoneta, con el asiento muy elevado sobre los pedales. No obstante, el volante tiene casi la inclinación de un turismo, de manera que resulta fácil de conducir en carreteras con muchas curvas. Los mandos que quedan en la mitad izquierda de la consola son poco accesibles, muchas personas tendrán que separar la espalda del asiento para alcanzarlos.

La calidad de acabado y materiales no es la que tiene una berlina de Mercedes, aunque puede que el ajuste si sea igual. Salvo en el salpicadero, el plástico de recubrimiento de todo el interior y de los asientos es corriente (no está acolchado ni pintado).

No he probado cómo es la ventilación en las plazas traseras, pero en el Viano hay salidas en la parte superior, además de las normales del suelo.

La versión Fun tiene de serie una banqueta corrida de tres plazas y un suplemento acolchado y plegable en el maletero. Si se desmontan los tres reposacabezas traseros, se abate el respaldo trasero y se extiende el suplemento, queda una cama de casi 160 cm de ancho y casi todo el largo que tiene el Viano.

En esta versión los asientos traseros también tienen ajuste longitudinal, pero con un mecanismo muy complicado y poco accesible. Este mecanismo está previsto para ajustar la posición del asiento antes del viaje y con el coche parado. Si se escoge la versión de carrocería larga, el Fun tiene dos asientos individuales además de la banqueta.

La versión Marco Polo está hecha para camping, como alternativa más barata y manejable a una autocaravana. Tiene un techo extensible que se convierte en cama para dos y muebles interiores. Sólo se vende con carrocería larga.