Mercedes-Benz Viano (2004) | Impresiones de conducción

10/07/2003 |Juan Manuel Pichardo

El Viano no se conduce de forma distinta a otros monovolúmenes grandes que no estén derivados de una furgoneta. Su peso y tamaño son un inconveniente en carreteras lentas y estrechas, pero no mayor que el de otros coches de este tamaño y peso.

Incluso en ese tipo de carreteras, el Viano tiene una agilidad mayor de lo que cabría esperar. Las reacciones son lentas en términos absolutos; se nota claramente el intervalo desde que se mueve el volante y el coche gira, sobre todo en curvas enlazadas. Pero eso no quiere decir que, cuando sea necesario reaccione adecuadamente al volante.

He conducido varias unidades por ese tipo de carreteras, a veces con suelo bacheado y a un ritmo que no es el que se le supone a un vehículo como éste, y me ha parecido muy satisfactorio.

Curiosamente, la versión con suspensión trasera de muelles helicoidales me parece que da una estabilidad algo mayor que la de muelles neumáticos, a costa de ser más incómoda. Esa incomodidad se nota sobre todo en el cabeceo, más que en el balanceo o en el paso sobre baches.

Para unas condiciones de circulación normal por cualquier tipo de carreteras, me parece que lo más recomendable es poner suspensión trasera neumática (de serie en el Ambiente y opcional en los demás).

Una función adicional de la suspensión neumática es que se puede variar la altura de carga hasta 6 cm por encima o por debajo del nivel normal (que tiene el plano de carga a 55 cm del suelo). Para variar la altura, hay un botón en la parte derecha del vano del portón.

Lo único que veo mal son los frenos, que no aguantan mucho; ciertamente no es normal ir haciendo apuradas de frenada con un Viano por un puerto, pero hay que tener en cuenta que lo he hecho en vacío.

Con los 760 kg que puede cargar, aún con una conducción suave en condiciones desfavorables (cuesta abajo), presumiblemente también produciría fatiga en los frenos.

El control de estabilidad funciona muy bien, especialmente en sobreviraje, aunque es de los exagerados. En muchas ocasiones se ilumina el testigo de aviso cuando realmente no ocurre nada grave.

El motor más recomendable es claramente el Diesel de 150 CV. El de 109 CV no es tan insuficiente para descartarlo en cualquier caso. Tiene una buena respuesta y unos desarrollos adecuados (más cortos que los del 150 CV), lo que puede ser bastante para quien valore la respuesta del coche en carreteras amplias, sin mucha carga y no espere mucha aceleración en ningún caso.

Por carreteras donde es difícil mantener una velocidad constante es más recomendable el motor de 150 porque al de 109 le cuesta recuperar la velocidad (con pasajeros o carga). El motor de 150 tiene una respuesta buena a todo régimen y permite mantener una velocidad de crucero alta en cualquier tipo de carretera, o bien adelantar con mucha más facilidad que el otro motor Diesel.

Las prestaciones y el consumo son peores que las de monovolúmenes que no están derivados de un vehículo comercial, y que tienen menos espacio interior, como se puede ver en esta tabla comparativa.

Aún así, es sorprendente cómo acelera, dado su peso, y la velocidad máxima que alcanza, dada su superficie frontal. Mercedes-Benz declra 0,33 de coeficiente aerodinámico Cx.

Ninguno de los dos es ruidoso, pero en los dos se nota con claridad la aspereza y las vibraciones del motor Diesel.

He llevado el Viano con el motor de gasolina más potente, que está necesariamente unido a una caja de cambios manual de cinco velocidades. Salvo para quien piense aprovechar la diferencia de velocidad máxima con el Diesel de 150 CV (191 km/h en vez de 174), no me parece interesante.