Mercedes-Benz SL 500 (2002) | El puesto de conducción a la medida

24/09/2002 |Víctor M. Fernández

El Mercedes-Benz SL tiene un puesto de conducción muy cómodo. El asiento y el volante tienen múltiples reglajes eléctricos (con tres memorias de ajuste), que hacen casi imposible no encontrar la posición adecuada. El volante se regula en altura y profundidad, y en el asiento se pueden regular cosas como la altura e inclinación de la banqueta, la sujeción lateral, la inclinación del respaldo en dos partes independientes (superior e inferior) o el reglaje del apoyo lumbar y su altura.

El espacio por donde el conductor mete las piernas es más estrecho que el del acompañante. Esto le permite apoyar la pierna derecha sobre el lateral del salpicadero (perfectamente mullido) y sujetarse mejor en las curvas a derecha. Los pedales están hechos de aluminio y están rematados con pequeños tacos de goma para que no resbalen.

El único aspecto mejorable es que, al girar el volante, resulta fácil golpearse con el codo izquierdo en la tapa de la guantera (también mullida) que hay en la puerta. Una solución de compromiso es subir ligeramente la altura del volante para que el codo quede más alto al girar.

Todos los mandos se encuentran a mano y son fáciles de accionar, aunque algunos están muy juntos y hay que mirar para pulsar el correcto (los que hay agrupados alrededor de la palanca de cambios). Destacan especialmente los mandos situados en el volante, que permiten seleccionar con comodidad todas las funciones del ordenador de viaje, el «check control» y el «COMAND (opción de 2.560 €). Más información sobre estas funciones.

También me ha parecido especialmente cómodo el uso por órdenes de voz del «Linguatronic» (opción de 550 €) y que el control de velocidad de crucero con sensor radar, denominado «Distronic» (opción de 2.816 €), tiene un buen funcionamiento. Todas estas funciones aparecen representadas para su manejo en los dos displays multifunción que hay en la instrumentación (más información). A dicha instrumentación se le echa en falta algún indicador de presión o temperatura de aceite (elementos que tiene la instrumentación).

El acabado es excelente, por presentación, calidad de los materiales y tacto de los guarnecidos (todos los componentes están recubiertos con materiales mullidos, plásticos pintados, cuero o madera de raíz de nogal).

El ajuste de los elementos está bien cuidado, pero he encontrado algunos detalles que me sorprenden en un Mercedes-Benz (el marco de la instrumentación no tenía un ajuste perfecto y algunos elementos de madera no eran tal, eran símil madera, como por ejemplo la tapa del cenicero).

El SL 500 tiene de serie un equipamiento muy abundante (principales elementos de serie), incluidos el «Tempomat» o el «Speedtronic».

Opcionalmente se puede completar con elementos tan útiles como el «Parktronic» (control de distancias de aparcamiento), asientos con ventilación (refrescan mucho el cuerpo cuando hace calor), faros bi-xenón para cortas y largas o replegado automático de los espejos retrovisores (algunas de las opciones).