Mercedes-Benz SL 500 (2002) | De cupé a descapotable en 18 segundos

24/09/2002 |Víctor M. Fernández

Una de las principales ventajas del Mercedes-Benz SL 500 frente a otros deportivos es que tenemos dos coches en uno: cupé con techo duro y descapotable. Su techo rígido ha sido desarrollado por los especialistas de Car Top Systems (empresa compartida por Mercedes-Benz y Porsche).

Este techo, que Mercedes-Benz denomina «Vario roof», está fabricado en varias piezas (techo, montantes traseros y luna posterior) que forman un conjunto rígido cuando el techo está puesto, pero se pliegan ingeniosamente para esconderse bajo la tapa del maletero cuando convertimos el SL en descapotable.

Mediante el mando que hay en la consola central, el techo se abre por completo en 18 segundos y se cierra en 20 s (en Mercedes-Benz afirman que lo hace en 16 s). El conductor sólo tiene que accionar el botón, del resto se encargan los numerosos mecanismos automáticos de los que consta el techo del SL. La operación no puede ser más cómoda y parece suficientemente rápida (teniendo en cuenta la cantidad de operaciones que realiza).

Cuando el techo está plegado en la parte superior del maletero, el volumen de carga se reduce de 317 a 235 litros. El principal inconveniente del maletero, cuando el coche está descapotado, es que tiene unas formas muy irregulares que dificultan su correcto aprovechamiento. Bajo el piso hay una rueda de repuesto de emergencia deshinchada, un compresor de aire y los elementos para cambiarla en caso de pinchar.

Para preservar el techo de posibles daños al plegarse, el maletero tiene una tapa que separa la zona destinada al techo de la zona de carga. Si esta tapa no está colocada correctamente, no es posible descapotarlo. He encontrado dos inconvenientes mejorables en dicha tapa: uno, que hay que tirar un poco más fuerte de lo deseable para colocarla (podía tener un accionamiento algo más suave); dos, que tiene un tirador fabricado en un plástico de muy baja calidad (el de nuestra unidad de pruebas estaba ya roto del uso).

Tiene un ingenioso sistema para poder acceder a la zona de carga cuando el techo duro está plegado en el maletero. Pulsando un botón situado en el marco del portón (iluminado de color rojo) se levanta ligeramente el techo plegado, lo justo para ofrecer acceso al compartimiento del equipaje. Volviendo a pulsar dicho botón, el techo recobra su posición horizontal de forma automática.

El SL 500 lleva de serie un derivabrisas situado tras los asientos. Con el coche descapotado, la protección de los ocupantes frente a las turbulencias de aire es elevada, pero con este deflector puesto es posible circular a velocidades de hasta 180 km/h con destacable comodidad.

Con el techo puesto, el SL 500 es como cualquier buen cupé. El ajuste es perfecto, y la insonorización y estanqueidad sobresalientes. Además, está rematado con unos guarnecidos interiores de muy buena calidad. Con techo o sin él, se puede llevar subido o escondido (mediante un mando situado en la consola central) el arco antivuelco que hay detrás de los asientos. En caso de estar bajado, éste se levanta automáticamente en sólo tres décimas de segundo cuando los sensores detectan una inclinación lateral de la carrocería demasiado acusada. Por ese motivo puede ser muy peligroso sentar niños en el pequeño compartimiento que hay tras los asientos, contemplado exclusivamente como espacio adicional de carga. En dicha zona localizamos una guantera adicional y el cargador de CD’s opcional (ambos bajo una tapa con llave).