Mercedes-Benz Clase E 63 AMG (2009) | Impresiones del interior

25/04/2011 |Alfonso Herrero

El puesto de conducción es como el que se puede encontrar en cualquier buena berlina. No es el característico de un deportivo porque el asiento no va colocado muy cerca del suelo ni se conduce con las piernas muy estiradas y el volante alto. Yo me he encontrado muy a gusto, las amplias regulaciones longitudinales del asiento y del volante permiten que a alguien de estatura elevada  no le queden las manos lejos del volante o las piernas cerca del salpicadero.

Los asientos de la unidad de prueba son los de serie tapizados de cuero, perforado en la parte central. Sujetan convenientemente el cuerpo pero no permiten modificar ese apoyo lateral. Opcionalmente se puede pedir unos asientos con más ajustes y sistemas de calefacción y/o ventilación.

Los cinturones delanteros se tensan automáticamente para ajustarlos correctamente a los ocupantes de esas plazas. El ajuste se produce con suavidad, más que en un BMW Serie 5.

El volante, que puede estar tapizado de cuero y Alcantara como en nuestra unidad, está achatado ligeramente en la zona inferior. A mí no me ha supuesto ningún problema que sea así.

Los mandos y la instrumentación son parecidos a los de cualquier otro Mercedes-Benz. Del cuadro de instrumentos no me ha gustado nada las agujas: son muy gruesas —tienen un borde de color gris y, en su interior, van pintadas de rojo— y, por ejemplo, en el caso del velocímetro la punta abarca una anchura que corresponde a unos 4 km/h. Perder precisión por una cuestión de diseño (de gusto discutible, por otra parte) me parece innecesario.

Tampoco entiendo que Mercedes-Benz mantenga un reloj en la instrumentación, por mucha tradición que sea, además de gran tamaño, pudiendo emplear ese espacio para unos indicadores de presión y temperatura del aceite que son mucho más útiles en un coche deportivo. Por otra parte me parece curioso que en el ordenador se pueda visualizar la temperatura del líquido refrigerante — además de la del aceite —  cuando hay un indicador de aguja en el cuadro con la misma información (imagen).

Desde los mandos del volante (imagen) es posible manejar muchas de las funciones configurables del coche, las del ordenador de viaje, además de algunas del equipo de sonido y  el teléfono. Todo ello sin tener que soltar las manos del volante. Desde el mando circular del salpicadero se maneja principalmente el navegador, el teléfono y el equipo de audio y vídeo.

La iluminación interior es abundante. Hay muchos puntos de luz, directos —los dos plafones del techo (imagen del delantero)— y otros indirectos —luz en la zona de los pies —delante (imagen) y detrás—, en el salpicadero (imagen) y las puertas mediante una tira luminosa. Las luces de lectura delanteras son de diodos luminosos y están colocadas en la parte inferior del retrovisor interior. Dan una luz muy buena que no deslumbra al resto del pasaje. Detrás, la luz de lectura trasera es de bombillas de filamento y alumbran peor. La  iluminación ambiental, la del salpicadero, las puertas  y dos diodos que hay en el retrovisor delantero —alumbrando la zona de la consola— y en el plafón trasero permanecen encendidas mientras el coche está en marcha (y hay poca luz en el exterior).

Las plazas traseras (imagen) son insuficientes para que tres adultos viajen confortablemente porque falta anchura y el túnel de la transmisión es voluminoso. Sí que hay altura suficiente para ocupantes

de talla alta.

Una silla infantil con enganches Isofix se coloca con facilidad en las dos plazas laterales traseras. Los anclajes van cubiertos por una tapita protectora (imagen) que se desliza hacia dentro al poner la silla. Tras los apoyacabezas está el tercer anclaje («TopTether»; imagen).

Con el climatizador opcional de tres zonas «THERMOTRONIC», al final de la consola hay mandos para que los pasajeros traseros regulen la temperatura y el caudal de aire en esa zona.

Tiene un maletero grande, de 540 litros de capacidad (imagen). Es un volumen semejante al que ofrecen modelos como el Audi A6 o el Ford Mondeo. Está enmoquetado, salvo en la parte superior (la pieza que por arriba hace de repisa tras los asientos traseros), un detalle mejorable. El suelo es plano en los dos primeros tercios de su profundidad. En el restante, el más cercano a los respaldos, está inclinado y además los laterales se cierran hacia el centro.