Mercedes-Benz E 500 (2005) | Impresiones del interior

19/08/2004 |Juan Manuel Pichardo

Como es normal en Mercedes-Benz, la carrocería es prácticamente independiente del motor. Asi pues, es posible tener el Clase E menos costoso (el E 200 K o el E 200 CDI) con más equipamiento que este E 500.

No obstante, por ser un E 500, tiene de serie algunos elementos que son opcionales en las versiones menos costosas: la servodirección variable paramétrica, el depósito de combustible de mayor capacidad, la suspensión Airmatic CD, el climatizador de cuatro zonas Thermotronic, las llantas de aleación de 17” con 13 orificios y el «Paquete Elegance» (esto es lo que incluye).

Por tanto, las observaciones que hemos hecho en la prueba del E 320 y del E 320 CDI son aplicables al E 500 y las reproduzco a continuación.

Así como en el Clase E con cambio manual podía haber quien encontrase los pedales alejados del volante, en el de cambio automático esto no se nota (no hay pedal de embrague). Por tanto, tiene un puesto de conducción apto para personas de muy distinta talla y complexión, con desplazamientos muy grandes en todos los elementos que tienen ajuste.

Todos los mandos quedan a mano, salvo las palancas de intermitentes y limpiaparabrisas. En los Mercedes-Benz se conectan las luces con un mando giratorio a la izquierda del salpicadero, no hay palanca a la derecha de la columna de dirección y la palanca izquierda sirve para los intermitentes y —girando su extremo— para los limpiaparabrisas. Esa palanca queda muy baja si se coloca la mano izquierda en la mitad superior del volante; en cambio, la pequeña palanca del control de velocidad (que hace menos falta) queda mucho más a mano.

Hay un lugar para apoyar el pie izquierdo, pero no es tan amplio y firme como debería, sobre todo en un coche automático. Un problema común en los coches de tracción trasera y claramente visible en este Clase E es que la zona donde roza la parte exterior de la pierna derecha está caliente, lo que en verano resulta incómodo (sobre todo con falda o pantalón corto). Otro pequeño inconveniente es que las hebillas del cinturón están poco accesibles.

Las plazas traseras están configuradas para dos ocupantes por el espacio disponible y la forma del asiento; tres personas atrás viajarán menos cómodas que en otro tipo de coche (por ejemplo, un monovolumen grande).

El espacio disponible es amplio; no hay problemas de altura y hay más espacio para las piernas del que indican nuestras mediciones. Nosotros medimos la distancia entre el centro de la parte trasera del respaldo delantero y el respaldo trasero. Pero el respaldo delantero tiene dos rebajes para las piernas que dan algo más de amplitud.

El sistema «COMAND» de mandos en el volante y un monitor en el centro de la instrumentación me parece mucho mejor que los sistemas de Audi, BMW y Volkswagen que tienen el mando y el monitor central. Con los mandos del volante hay muchas funciones que pueden manejar casi sin mirar y, cuando hay que hacerlo, hay que apartar menos la vista de la carretera que con un monitor central.

El COMAND tiene un sistema de menús sucesivos, fácil de usar para las operaciones sencillas (controlar el equipo de sonido o consultar el ordenador) pero con muchas posibilidades de ajuste (por ejemplo, intensidad de la luz ambiental).

Delante es posible refrescarse la cara o las manos en el volante, y también evitar las corrientes de aire en esas zonas. Detrás también hay más posibilidades que en otros coches para distribuir el aire. Hace lo que debe hacer un buen climatizador: pasar desapercibido porque mantiene la temperatura elegida sin que el conductor deba hacer correcciones.

Me ha parecido muy funcional por la cantidad de huecos que tiene y cómo están dispuestos. Hay un pequeño cajoncito a la izquierda de la guantera que es perfecto para llaves y monedas. En la consola hay un hueco doble, el de abajo más grande que el de arriba (si se dejan monedas en el de arriba, caen al de abajo); el de arriba está previsto para el teléfono. Todos los huecos tienen el fondo de tejido o de goma.

Las luces de doble xenón iluminan muy bien. La intensidad de la luz puede que no sea tan grande como la de un BMW Serie 5 pero, a cambio, tienen una transición menos brusca entre claro y oscuro. Esto es muy interesante cuando se circula en cortas; si el contraste es muy fuerte, es muy difícil ver lo que hay por delante del área iluminada, que siempre es corta.

El sistema de ventilación en el asiento me parece muy interesante. No es un sistema para poner el asiento frío, sino para ventilar la banqueta y el respaldo. Por tanto, su eficacia es tanto más perceptible cuanto más acalorado entre el ocupante en el coche.

En condiciones normales no se nota que enfríe el cuerpo, pero siempre evita que la transpiración se condense. Se puede conectar en tres niveles de intensidad pero, pasado un tiempo, queda automáticamente en el nivel más bajo.

El asiento de la unidad de pruebas tenía el sistema «multicontorno dinámico». Con él se puede ajustar la altura y la intensidad del apoyo lumbar, tiene función de masaje y un dispositivo que hincha uno de los cojines neumáticos del respaldo para compensar el movimiento del cuerpo en las curvas. Funciona bien; habría sido más sencillo un asiento que sujete más el cuerpo, pero ese tipo de asiento no es del gusto de todo el mundo.

Una de los detalles de equipamiento que más me han gustado es el cargador de CD en la consola, que aparece al pulsar un botón. Aparte de la complicación del mecanismo eléctrico que retira la tapa y saca el cargador, me ha parecido el lugar más cómodo para meter y sacar los discos.