Mercedes-Benz Clase CL (2011) | Impresiones de conducción

20/09/2010 |Jaime Arruz

El Mercedes-Benz Clase CL es un coche ágil para su tamaño y muy estable, con el que se puede circular muy rápido y con gran seguridad por todo tipo de vías. La suspensión filtra de manera sobresaliente las irregularidades del asfalto e impide en gran medida los movimientos de balanceo o cabeceo de la carrocería. La dirección tiene un tacto exquisito. Además, a pesar de ser un coche de 5,10 metros, gira en muy poco espacio.

El interior está muy bien insonorizado por lo que se viaja con gran confort. La visibilidad es muy buena en todos los ángulos; hacia detrás, la cámara de visión trasera es muy útil.

CL 500

Esta versión del Clase CL lleva el nuevo motor V8 biturbo de Mercedes-Benz, que da 435 CV (información técnica en el Clase S). Es un motor exquisito por respuesta y suavidad de funcionamiento. Hace que el CL 500 acelere con gran rapidez desde bajas vueltas y que los adelantamientos se puedan realizar en muy pocos metros.

El único problema en este sentido es que, desde que el conductor pisa con decisión el pedal del acelerador, pasan unas fracciones de segundo hasta que se produce la máxima aceleración debido al resbalamiento del convertidor de par de la caja de cambios. Después llega una aceleración muy intensa.

Es un motor que apenas vibra. Funciona a bajo régimen cuando se circula por autopistas y autovías —1.600 rpm a 120 km/h en séptima velocidad—. El sistema de parada y arranque automático del motor («Stop/Start») es muy suave y apenas se nota cuando se produce el rearranque.

La caja de cambios automática de siete velocidades, que se puede manejar secuencialmente mediante unas levas ubicadas tras el volante, sobresale por su suavidad. Normalmente engrana la marcha más larga posible para que el consumo de carburante sea lo más bajo posible pero, si se desea obtener la máxima aceleración o realizar una conducción deportiva, retrasa el paso de una marcha a otra hasta cerca de la zona del corte de inyección.