Mercedes-Benz Clase CL (2011) | Impresiones del interior

20/09/2010 |Jaime Arruz

El habitáculo del Mercedes-Benz Clase CL es muy similar al del Clase S aunque hay algo menos de espacio para los pasajeros de las plazas posteriores. En éstas, la altura es algo escasa para personas de más de 1,80 m y el espacio para las piernas es menor (mediciones).

Es sencillo encontrar una posición de conducción cómoda gracias a los múltiples reglajes del volante, la banqueta y el respaldo del asiento. El único inconveniente es que las personas de más de 1,80 metros tendrán que colocar la banqueta lo más baja posible si no quieren rozar la cabeza contra el tapizado del techo. La anchura y la longitud son más que suficientes para personas de cualquier talla.

Todos los asientos son muy cómodos y recogen bien el cuerpo. Son muy recomendables los que tienen una función que incrementa la sujeción del cuerpo en las curvas —el lateral de cada uno de los asientos delanteros se hincha cuando se traza una curva para evitar el desplazamiento lateral—. La tapicería de cuero no es calurosa. Además, es posible combinarla con sistemas de calefacción y ventilación para incrementar el confort.

El acceso al habitáculo es cómodo porque la puerta es muy grande —aunque esto puede ser un problema en estacionamientos en batería muy estrechos— y tiene un gran ángulo de apertura. El respaldo y la banqueta de los asientos delanteros tienen mucho desplazamiento longitudinal para facilitar al acceso a las plazas traseras. Los asientos delanteros recuperan su posición automáticamente.

Todo el interior del Clase CL está realizado con materiales de muy alta calidad. Los ajustes son extraordinarios: todas las piezas encajan a la perfección y no hay holguras de ningún tipo. Además, da la sensación de que todos los recubrimientos y piezas aguantarán el paso del tiempo de forma muy satisfactoria.

Los mandos tienen un tacto muy bueno, aunque la palanca del programador de velocidad da la sensación de ser algo endeble en comparación con la de los intermitentes o el cambio automático. La distribución de estos mandos es algo confusa en un primer momento: la palanca de los intermitentes queda un poco baja por lo que no es extraño accionar la del programador de velocidad —es algo que sucede en varios modelos de Mercedes-Benz—. El diámetro del volante puede parecer grande para determinados conductores.

Los botones que hay en la parte alta de la consola central, del sistema de climatización o las luces de emergencia, son fáciles de manejar porque quedan cerca del conductor y tienen un buen tamaño. El mando con forma circular que hay entre los dos asientos delanteros, que permite manipular el navegador, el equipo de sonido o los ajustes del vehículo, es muy intuitivo. Es sencillo acostumbrarse a utilizarlo y llegar rápidamente a donde se pretenda dentro del menú. El navegador me ha parecido muy bueno: la pantalla se ve con mucha claridad y las órdenes las da con antelación y de forma muy clara..

En el habitáculo hay varios huecos para poder dejar objetos. Las bolsas de las puertas son largas aunque un poco estrechas. Se complementan con dos pequeños huecos con tapa en los apoyabrazos exteriores.

Además, hay espacio para elementos como la cartera o el teléfono móvil en el apoyabrazos central delantero o en la parte baja de la consola central, en el interior de los dos portabotellas. El acompañante delantero tiene un pequeño espacio con una red junto a su pié izquierdo para poder dejar algo. Todos los huecos, salvo los de los portabotellas, están enmoquetados para evitar que los objetos que se depositen en su interior sufran desperfectos.

Maletero

Es muy grande y de formas muy regulares, lo que facilita su carga. Tiene un volumen de 490 litros. Es una capacidad inferior a la del Clase S (560 litros) y superior al de sus rivales: el BMW Serie 6 (450 litros), el Bentley GT (370 litros) o el Maserati GranTurismo (260 litros).

La única limitación del maletero del CL es la altura y el pequeño reborde que hay que salvar para poder introducir objetos en su interior, algo a tener en cuenta a la hora de cargar objetos pesados y/o voluminosos. La altura del borde de carga no es excesiva (mediciones).