Mercedes-Benz Clase C Berlina (2014) | Impresiones del interior

14/01/2015 | Enrique Calle (@QuiqueCalle)

Un Audi A4 y un BMW Serie 3 son un poco más amplios en las dos filas de asientos que un Mercedes-Benz Clase C de 2014, mientras que un Citroën C5 y un Hyundai i40 lo son claramente más (tabla comparativa de mediciones del interior). La medición en la que el Clase C sobresale por encima de todos es la amplitud de recorrido de la regulación longitudinal del asiento del conductor; eso hace que se pueda colocar cerca o muy alejado de los pedales.

El espacio destinado a los ocupantes es prácticamente el mismo que había en el Clase C de 2011. En la fila trasera hay, según nuestras mediciones, un centímetro más de espacio para las piernas y el mismo para los hombros y la cabeza. En esta fila pueden viajar dos adultos de hasta 1,80 metros de estatura sin problemas de altura al techo. Tres adultos de la misma talla y de corpulencia normal viajarán mal porque, como ocurre en todos los rivales, falta anchura para los hombros. Además, la configuración de las plazas posteriores hace que el pasajero central no vaya cómodo puesto que su banqueta es más dura y estrecha que las otras dos (también ocurre, en mayor o menor medida, en todos los rivales). A eso se añade que ese ocupante no tiene un buen lugar para poner las piernas debido al abultamiento del piso que recorre la parte central de la carrocería.

Hay varios tipos de asientos delanteros. Hay tres en cuanto al apoyo que dan al cuerpo: los de serie, los deportivos y los que Mercedes-Benz denomina «confort». Las unidades de Clase C que hemos probado tenían los primeros (imagen), pero una de ellas contaba con regulación lumbar (que es eléctrica y opcional) y la otra no. La falta de la regulación del apoyo lumbar no ha sido un inconveniente para algunas personas de km77.com, que se han sentido cómodas, pero sí para otras. Esta sensación de falta de apoyo en la zona lumbar que hemos tenido algunos conductores se ve acrecentada porque el relleno de espuma es blando y favorece que el cuerpo se hunda y se mueva en las curvas. Los reposacabezas tienen doble regulación (en altura y distancia a la cabeza, imagen) con lo cual es fácil colocarlos en la posición adecuada.

Los reposacabezas de las plazas posteriores son de tamaño pequeño para no restar mucha visibilidad al conductor, pero quedan bien colocados respecto a la cabeza de los ocupantes al menos si estos miden hasta aproximadamente 1,80 metros; si son de mayor estatura, sus cabezas rozarán en el tapizado del techo en lugar de ir apoyada en los reposacabezas. De serie, en las plazas posteriores hay dos fijaciones Isofix (fácilmente accesibles) para sillas infantiles y anclajes TopTether.

En la prolongación de la consola hay salidas de ventilación para los ocupantes de las plazas posteriores (imagen). Si se elige el climatizador de tres zonas, se puede regular la temperatura del aire, además del caudal. Otras opciones para las plazas traseras son las lunas oscurecidas, las cortinillas enrollables manuales o la cortina eléctrica para la luna. Los asientos posteriores no pueden llevar asientos con regulaciones eléctricas, calefacción ni ventilación, funciones sí disponibles para los delanteros.

El maletero tiene un volumen de 480 litros, 5 más que el de la generación anterior, e idéntico al de un Audi A4 y un BMW Serie 3. Su fondo es prácticamente plano, lo que en principio facilita su carga, salvo porque en la parte más alejada hay una pequeña rampa que lo puede complicar un poco. La tapa del maletero tiene un sistema que la abre remotamente (bien desde un mando dispuesto en la puerta del conductor o desde el mando a distancia); en opción puede tener cierre automático.

Una de las unidades de prueba tenía el respaldo trasero fijo, que es como viene de serie, y su cara posterior (la que da al maletero) no estaba tapizada sino que era de chapa vista (imagen), lo que no da aspecto de calidad y puede producir ruidos según la carga que se transporte en el maletero.

La otra unidad que hemos probado venía con la opción de asientos traseros abatibles (y tapizados por su cara posterior). El respaldo de la fila trasera está dividido en tres partes, de proporciones 40:20:40, que pueden abatirse individualmente. Para abatir los respaldos de las plazas laterales hay que utilizar unos mandos que hay en la parte superior del maletero (imagen). Esta es la única posibilidad ya que no hay ningún mando para hacerlo desde el interior. El asiento central sí se puede abatir desde el interior.

El maletero está provisto de ganchos en la parte más cercana al exterior para colgar bolsas, cajones en los laterales y puede llevar una especie de bandeja extraíble adosada a la cara superior del maletero («Easy Pack») que viene bien para llevar pequeños objetos sin que se desperdiguen por el maletero. Debajo del piso se encuentra el kit de reparación de pinchazos (imagen) y la batería. El Clase C no puede llevar rueda de repuesto, ni siquiera en opción.

El aspecto del interior no sólo cambia por las diferentes molduras decorativas incluidas con cada nivel de equipamiento, sino que también lo hace en función del tipo de transmisión escogida. Las versiones con cambio manual tienen el selector de las marchas en el lugar habitual, entre los dos asientos (imagen), mientras que las versiones con cambio automático lo tienen detrás y a la derecha del volante (imagen). Esta variación resulta en dos consolas de diferente diseño. Con el cambio automático, la consola es como una sola pieza, desde la zona superior hasta la parte que llega a los asientos traseros (imagen). Con el cambio manual la consola está dividida en dos, por un lado la parte vertical y por otra la horizontal (imagen e imagen).

Según el tipo de cambio, los huecos que hay en la consola están situados en diferente posición. También cambia la colocación del mando táctil para el manejo del sistema multimedia (hay más información más abajo); así, si el coche lleva cambio manual, este va desplazado hacia el conductor, mientras que si lleva cambio automático, va centrado en la consola. Lo que no cambia en ningún caso, es el hueco porta objetos con doble tapa (imagen) que hay justo detrás del mando anteriormente señalado, que además es el más grande de los que hay en el habitáculo.

La guantera, con iluminación y salida de ventilación, tiene el tamaño justo para guardar la documentación del vehículo y un par de chalecos reflectantes. Su tamaño aprovechable se reduce aún más con la opción AIRBALANCE porque parte de su volumen queda ocupado por un ambientador. Una peculiaridad de esta guantera es que su tapa se abre en un ángulo muy pequeño (imagen), lo que por una parte viene bien porque esta no golpea en las piernas del ocupante, pero por otra dificulta el acceso a ella o buscar pequeños objetos.



La información del sistema multimedia, así como la de la configuración del coche y otros sistemas, se visualiza en una pantalla de 7,0 pulgadas colocada en la parte superior de la consola. Esta pantalla puede ser de 8,4 pulgadas con la opción COMAND Online (cuesta unos 3328 euros). Más información de los posibles sistemas multimedia del Clase C.

Nuestras unidades de pruebas tenía esta última opción. Para manejar esa pantalla hay una ruleta, un panel táctil y unos botones alrededor de ambos mandos (imagen). Nos da la impresión que esta superficie táctil (que también está disponible con la pantalla de 7”) es un elemento redundante en el mayor número de ocasiones, porque realiza prácticamente las mismas funciones que la ruleta (a nuestro juicio más fácil de utilizar) y porque no tiene la precisión de una tableta digital de buena calidad. Esta superficie táctil permite navegar por los distintos menús, escribir números y letras para, por ejemplo, meter la dirección en el navegador o marcar un número telefónico. Nosotros no nos hemos acostumbrado a manejarla con naturalidad y precisión mientras conducimos (quizá con la práctica mejore), además que nos parece un proceso lento. Lo único para lo que le hemos sacado una utilidad clara es para es para desplazarse con mayor facilidad por los mapas del navegador y para cambiar el zoom, ya que se pueden utilizar dos dedos de forma similar a como se hace en una tableta o en un teléfono móvil (pellizcando la pantalla para alejar y separando los dedos para aumentar).

Con la excepción de ese panel táctil, a nuestro juicio Mercedes-Benz ha resuelto muy bien el acceso a todas las funciones que se manejan desde la pantalla central. Naturalmente, como hay mucho que manejar, es necesario un tiempo de adaptación, pero es fácil cogerle el tranquillo porque la mayor parte de las cosas están ordenadas de forma lógica. A todo se puede acceder desde el mando redondo central o la superficie táctil, pero para reducir pasos hay una serie de accesos directos en la consola que son muy útiles.

Aunque casi todo tiene una buena lógica de funcionamiento, creo que la mejor forma de no distraerse mientras se conduce es aprender a utilizar el sistema de reconocimiento de voz LINGUATRONIC que, entre otras muchas cosas, permite introducir una dirección en el navegador (pronunciando la dirección completa de una sola vez), elegir una emisora de radio (o una frecuencia o una banda) o un número telefónico. En definitiva, me parece un elemento muy interesante de cara a evitar distracciones, que se le puede sacar mucho partido y cuyo principal inconveniente es que para tenerlo hay que elegir la opción COMMAND Online.



Hay disponible en opción un sistema de proyección de datos a color en el parabrisas (1198 euros; imagen), con una resolución de 480 x 240 pixeles y un tamaño de imagen de 21 x 7 centímetros. Se lee bien bajo diferentes condiciones de luz y muestra la velocidad, el límite de velocidad de la vía, la información relativa al programador de velocidad y las indicaciones del navegador. Se puede regular la altura a la que se muestra la información, su luminosidad y guardar su posición en caso de que la unidad tenga asientos eléctricos con memoria.

La calidad de los materiales que recubren el interior es buena, pero no nos parece sorprendente dado el precio del coche. En ocasiones, cuesta discernir porqué las piezas del interior del Clase C son mejores que las de vehículos menos costosos. Hace algunos años, los Mercedes-Benz de menor tamaño tenían unas piezas de recubrimiento y ajustes similares a las de los modelos más altos de la gama. Eso ya no es así y este Clase C es un ejemplo.

En las plazas posteriores hay algunos plásticos que son claramente peores que en las delanteras, como el que rodea las salidas de ventilación que hay en la prolongación de la consola (es un plástico duro y aparentemente muy delgado). Además, las bolsas de las puertas traseras no tienen un fondo de goma, que sí lo hay en las delanteras. Un detalle que no nos ha gustado es que las molduras de la consola producen ruidos (como pequeños crujidos) al presionarlas con los dedos.

En general, creo que el interior del Clase C transmite mejor impresión que el del Clase CLA; por ejemplo, entre las puertas delanteras y el pilar no se ve la carrocería sino que todo está bien guarnecido. Pero en general, la diferencia no parece grande y salvo por este y algún otro pequeño detalle, no parecen coches con una calidad de acabado muy distinta.

Las unidades de prueba que hemos tenido en km77.com estaban configuradas con unos plásticos de color negro y acabado brillante en la consola (imagen) y en otras partes. Este material luce bien mientras está perfectamente limpio, pero a poco que se utilice, se nota mucho el polvo y pierde brillo con el uso pues se aprecian claramente las huellas de los dedos. En pocos días ese plástico parece muy sucio y descuidado. Recomendamos elegir esta moldura decorativa en un color más claro o en algún acabado con menos brillo.