Mercedes-Benz Clase C (2004) | Impresiones de conducción

25/02/2004 |Juan Manuel Pichardo

Las versiones que he conducido más han sido un C 200 K con carrocería Sportcoupé y suspensión deportiva, y dos C 220 CDI, uno de ellos con carrocería Sportcoupé y cambio automático, el otro con carrocería berlina y cambio manual. He conducido menos un C 320 berlina.

La impresión que me ha dado el motor del 220 CDI en el Clase C es muy semejante a la que me dio en el Clase E. Ha mejorado mucho en ruido y —sobre todo— en vibraciones con relación a la anterior versión de 143 CV.

En frío es ruidoso, pero el ruido se reduce mucho cuando entra en la temperatura de funcionamiento. No es un motor particularmente áspero, pero los hay más suaves. Creo que la vibración que se puede notar en la palanca en el volante o en acelerador sólo le resultará molesta a quienes rechacen el motor Diesel, los que acepten este tipo de motores probablemente lo consideren normal.

El motor empuja con mucha fuerza desde 1.700 rpm y, aunque probablemente no merece mucho la pena pasarlo de unas 4.200, en situaciones apuradas puede llegar a 4.600 sin que disminuya mucho la aceleración que da.

La aceleración es suave en todo caso, no es un motor en el que haya un incremento de potencia grande en un margen de régimen pequeño.

Esa forma suave de acelerar algunas veces hace que el coche no parezca rápido. Quizá por eso, no me parece que el C 220 CDI sea tan rápido como el C 200 K. Este último tiene un motor que —sin haber hecho mediciones— me parece muy bueno en prestaciones, suavidad y ruido. El seis cilindros del C 320 también me ha parecido un motor con muy buena respuesta, aunque posiblemente no dé tanta aceleración como el de BMW.

La nueva caja de cambios manual es mucho mejor que la anterior. De las dos posibles, me parece mejor la que tiene recorridos cortos; supongo que quien escoge un cambio manual en vez del automático es porque quiere cambiar, y eso se hace mejor con la palanca de recorridos cortos. Esa caja es muy precisa y tiene unos recorridos de la palanca muy cortos; la otra caja tiene también un buen tacto y es algo más suave, pero no es tan rápida como la primera.

La caja automática me parece una buena alternativa, es suave y suficientemente rápida, aunque tiene menos posibilidad de manejo manual que otras. A diferencia de anteriores cajas automáticas de Mercedes, los mandos secuenciales (en la palanca de serie y opcionalmente en el volante) sí sirven para seleccionar marchas. En otras cajas de Mercedes sirven para descartar marchas (por ejemplo, en la posición «3» no pasa de tercera, a no ser que el motor llegue a su límite de régimen).

Tiene dos programas de funcionamiento: C (de «Comfort») y S (de «Standard»); en el primero suaviza la transmisión entre marchas y tiende a llevar el motor más bajo de vueltas que en el programa Standard. Desde antes de esta remodelación, Mercedes-Benz ha abandonado la caja automática «Sequentronic» (de tipo manual automatizada).

La toma de contacto ha sido por carreteras mojadas y, en algunos casos, también sucias, que resultaban extremadamente resbaladizas. He conducido coches con la suspensión y las ruedas de serie (cuatro 205/55 16 91V) con neumáticos Michelin Pilot Primacy; y también una unidad con el kit deportivo, ruedas de medida 225/45 17 91W delante y 245/ 40 17 91W detrás, y neumáticos Pirelli P Zero Rosso MO.

En principio, el mayor perfil y la suspensión más blanda deberían ser una ventaja determinante para el agarre en mojado, pero lo cierto es que el coche con esas Pirelli tenía mucho más agarre que con esas Michelin. No es que fueran mejores en «conducción deportiva», es que con las Pirelli el coche era mas seguro en conducción normal porque entraba mejor en la curva, porque dejaba acelerar más a la salida y porque facilitaba maniobras como un cambio de carril para adelantar. Con esas Michelin Primacy, la adherencia era mala y el control de estabilidad tenía que hacer correcciones a menudo.

Es difícil estar seguro dada la diferencia de neumáticos, pero creo la suspensión del «kit deportivo» tiene una relación más favorable entre confort y estabilidad que la de serie. Y me lo parece no porque la de serie sea muy blanda, sino porque la «deportiva» es una suspensión que hace al coche algo más ágil, pero no más incómodo.

No obstante, una de las ventajas de la suspensión de Mercedes-Benz es que las ruedas tienen un recorrido vertical más grande de lo normal, y esa ventaja se pierde en parte con la suspensión rebajada. Es algo que no he podido comprobar.

El cambio de la instrumentación me parece muy positivo en todo caso. Lo es para los conductores que usan el cuentavueltas, y también para quienes no aprecian el cuentavueltas pero sí las informaciones de la pantalla central. Creo que el termómetro de agua que antes no tenía es un instrumento muy necesario para cuidar al coche. Además, por la forma en que se va desplazando la aguja, éste parece indicar realmente la temperatura, no como los que tienen posiciones fijas para márgenes de temperatura más o menos amplios.