Mazda2 (2011) | Impresiones de conducción

22/09/2011 |Jaime Arruz

El Mazda2 es muy agradable de conducir en cualquier circunstancia por su buena relación entre agilidad y comodidad. Tiene una suspensión que, según el fabricante, filtra mejor las irregularidades del asfalto que la del modelo precedente (más información), aunque si hay una mejoría es díficilmente perceptible. Esta supuesta mejoría en confort no ha supuesto una merma en su capacidad de respuesta en carreteras reviradas, aunque no llega a tener un tacto deportivo como el de un MINI. En este sentido, es similar a un SEAT Ibiza o un Suzuki Swift.

Aunque no tiene el tacto de coche más grande que sí tienen otros modelos de tamaño similar, como el Renault Clio, es muy recomendable por su buena respuesta. Tiene un tacto de dirección muy bueno. Es muy estable y no tiene movimientos de balanceo o cabeceo pronunciados, aunque me ha parecido que hay algunas diferencias entre la versión Diesel de 95 CV que hemos probado con detenimiento y la variante de gasolina que conduje en la presentación (1.5 de 102 CV).

Así, me ha dado la sensación de que el Diesel era algo menos ágil y le costaba más entrar en las curvas lentas. Es posible que parte de la responsabilidad de esta circunstancia la tengan los neumáticos, ya que los que llevaba nuestra unidad de pruebas —Dunlop SP Sport 230 en medidas 185/55 R15— que aparentemente en este coche no daban mucha adherencia.


En ciudad, el Mazda2 maniobra en poco espacio y, gracias a su tamaño, se estaciona con facilidad. La visibilidad es buena en todas direcciones, a pesar de que los retrovisores exteriores no son muy grandes y la luneta es relativamente pequeña. Los montantes del parabrisas casi no molestan a la hora de doblar esquinas.

El habitáculo está correctamente aislado de las fuentes de ruido externas, pero sólo hasta unos 120 km/h. A partir de ahí, el ruido de rodadura y del motor (en el caso de la versión Diesel) llega con claridad al interior. Hay coches parecidos más silenciosos y por lo tanto cómodos para viajar largas distancias, como un Renault Clio o un Volkswagen Polo.

1.6 CRTD de 95 CV

La única versión Diesel disponible en la gama Mazda2, exclusivamente con carrocería de cinco puertas, sobresale por su capacidad de aceleración y su buenas recuperación en marchas largas. Según nuestras mediciones, el Mazda2 1.6 CRTD de 95 CV está más próximo a modelos de tamaño similar de 105-110 CV que a los de 90 CV. Una de sus grandes virtudes es la recuperación en 4ª, únicamente mejorada entre los modelos que hemos probado por dos modelos del grupo Fiat —Alfa Romeo MiTo y Fiat Punto Evo— con el mismo motor Diesel de 120 CV (tabla comparativa).

El motor 1.6 CRTD de 95 CV tiene una muy buena respuesta al acelerador a casi cualquier régimen, pero es especialmente notable desde 2.000 rpm hasta unas 4.000 rpm. Permite que el coche gane velocidad con rapidez, por lo que es posible realizar adelantamientos en poco espacio o incorporaciones en autopista con agilidad. Tiene fuerza suficiente como para que no sea necesario reducir de quinta a cuarta marcha cuando se afrontan fuertes pendientes a altas velocidades. Permite viajar con agilidad incluso con carga.

Una característica de esta versión que no me ha gustado es que al soltar el pie del acelerador, el motor tarda un par de segundos en comenzar a retener, por lo que se retrasa la función de freno motor. Además, me parece mejorable el tacto del cambio y el embrague, algo duros (especialmente para lo normal en un coche pequeño de ciudad). Este motor no es suave de funcionamiento y además es algo ruidoso a baja velocidad. El sonido que hace se patente a baja velocidad, hasta unos 60 km/h y a más de 120 km/h (en ambos casos el dato es aproximado). No es el motor más ruidoso y áspero que hay en coches de este tipo: por ejemplo un Opel Corsa 1.3 CDTI EcoFLEX lo es claramente más.

El Mazda2 1.6 CRTD de 95 CV tiene un consumo homologado de 4,2 l/100 km, bajo pero no tanto como el de otros modelos similares. En nuestro habitual recorrido para medir el consumo, un trayecto de 143,3 km por autovía con varias pendientes fuertes, consumió 6,0 l/100 km a una media de 116 km/h —normalmente medimos el consumo a una media real de 120 km/h pero esta vez no pudimos hacerlo debido a que la carretera se encontraba en obras en varios tramos—.

Hay modelos similares al Mazda2 que en ese mismo recorrido han gastado menos carburante, como un Audi A1 —5,6 l/100 km a una media de 115 km/h— o un Opel Corsa 1.3 CDTI ecoFLEX—5,3 l/100 km a 119 km/h—, en el primer caso con motor de 105 CV y en el segundo de 95 CV. Un Citroën DS3, en la versión HDi de 92 CV, consumió lo mismo que el Mazda pero a una media de velocidad superior —6,0 l/100 km a 120 km/h—.


Nuestra unidad de pruebas no ha frenado demasiado bien. Hay modelos de similares características que necesitan entre 6 y 7 metros menos para detenerse completamente partiendo de 120 km/h, como por ejemplo un A1 o un Ibiza (tabla comparativa).

1.5 de 102 CV

El motor más potente de gasolina de los que están disponibles en el Mazda2 funciona con suavidad, aunque genera unas ligeras vibraciones a baja velocidad en 1ª y 2ª marcha al salir desde parado. Acelera con decisión y es capaz de mover este utilitario con rapidez. Tiene fuerza especialmente a partir de 4.000 rpm, aunque no tiene el empuje constante desde bajo régimen que dan los mejores motores sobrealimentados comparables, como el 1.2 TSI de 105 CV que lleva, por ejemplo, el SEAT Ibiza.

Es un motor poco ruidoso. El sonido que produce a un alto régimen de giro es agradable y bonito —para mi gusto—. Va asociado a una caja de cambios manual de cinco velocidades de tacto exquisito. Tiene unos recorridos cortos que facilitan el paso de una marcha a otra. Éstas entran con suma facilidad gracias a que el guiado es excelente.

Este motor de 102 CV tiene un consumo medio homologado de 5,8 l/100 km. Comparado con el de otros modelos de similares características, es un gasto de carburante normal ya que hay utilitarios como el Suzuki Swift, el Škoda Fabia o el Volkswagen Polo que consumen menos (listado).

En una utilización real, es muy posible que el consumo sea mayor. El modelo anterior lo probamos con este motor de gasolina —daba 103 CV— y en un recorrido por autopista y carretera de doble sentido a una media de unos 110 km/h consumió 7,0 l/100km (más información).