Lexus RX (2009) | Impresiones del interior

18/01/2011 |Alfonso Herrero

El RX 450h es un vehículo amplio y en el que hay multitud de detalles que muestran el cuidado con el que está realizado y que van más allá de los materiales empleados. Por ejemplo, la suavidad con la que suben o bajan las ventanillas (que tienen un sistema de doble velocidad, que ralentiza el movimiento cuando se termina la apertura o el cierre) o el tacto de los mandos, como por ejemplo los circulares que sirven para regular el volumen y la búsqueda de frecuencia del equipo de sonido (imagen) y que recuerdan al que tienen los equipos de sonido para casa de precio elevado.

El puesto de conducción me ha parecido acertado. El volante se regula en altura y profundidad con un mando eléctrico (imagen) y puede colocarse a la distancia adecuada para conductores de diversa talla.

Los asientos delanteros tienen un respaldo más alto y ancho que antes, y son confortables. Tienen tres memorias de posición (imagen de los mandos de las memorias del asiento del conductor). Al quitar el contacto o desabrocharse el cinturón, el asiento se desplaza automáticamente hacia atrás y el volante se adelanta y eleva, facilitando de este modo la salida del coche. Al entrar y dar al contacto o abrocharse el cinturón, ambos elementos, el asiento y el volante, recuperan la posición memorizada. Hay otros asientos, con el equipamiento «President», que permiten ajustar la longitud de la banqueta (imagen de los mandos de los asientos normales; imagen de los que tienen más ajustes).


Inicialmente el conductor puede sentirse desbordado por la cantidad y la dispersión de mandos. Creo que es un aspecto que Lexus no ha resuelto convenientemente. Hay mandos en la parte inferior del salpicadero, tanto a la izquierda del volante como a la derecha (en función de los elementos de equipamiento de esa versión), en la consola (imagen), en el volante (imagen), en la columna de la dirección (imagen; imagen) y además, hay funciones que se manejan desde el mando que hay en la consola (imagen) y que se visualizan en la pantalla del salpicadero.

Además, algunos de ellos no se ven porque quedan ocultos por el volante, como el reóstato del cuadro de instrumentos  y la puesta a cero de los cuentakilómetros parciales (imagen). El sistema del «Head up display», información proyectada en el parabrisas, se apaga y enciende con unos botones situados en una zona baja, a la derecha del volante (imagen del hueco donde van). El conductor ni tiene fácil acceso a ese punto con la mano y en muchos casos el volante le ocultará la zona. Se puede apagar, variar el brillo y modificar su altura de visión en el parabrisas.

En la parte derecha del volante están los botones (imagen) que gestionan la pantalla central de diodos luminosos orgánicos («OLED»,Organic Light Emiting Diode), situada en la instrumentación (imagen), tras el volante. Es una pantalla pequeña, que tiene un indicador de consumo instantáneo mediante un gráfico, de lectura poco precisa, otro del modo de funcionamiento del sistema híbrido, de la autonomía y el gasto medio de combustible. Lexus dice que es la primera marca en usar una pantalla «OLED». Salvo que tenga alguna característica nueva, esta tecnología no es nueva ya que la emplean Aston Martin en el DB9 y Chevrolet en el Corvette. Las ventajas de este sistema frente a una pantalla TFT son tres: proporciona un mayor contraste, un tiempo de respuesta mucho más bajo y un ángulo de visión cercano a 180º.

La pantalla que hay en el salpicadero tiene un tamaño muy grande (8”) y se ve sin dificultad aunque le dé la luz del sol. No es táctil, como en el resto de los modelos de Lexus. Ahora, las funciones que se visualizan en ella se manejan desde un mando muy similar al de un ratón de ordenador denominado «Remote touch control». La ventaja de que no sea táctil es que va colocada más adelantada y el conductor debe desviar menos la vista de la carretera. El inconveniente es que cuesta más tiempo llegar a la función deseada, a pesar de que Lexus ha reorganizado los menús (por ejemplo, todas las opciones del teléfono se manejan desde la misma pantalla).


El «Remote touch control» (imagen de la derecha) es un mando que consta de un pequeño «joystick» en la parte superior, dos botones de gran tamaño en los laterales (que sirven los dos para seleccionar la función sobre la que está el puntero), otro pequeño botón en el lateral izquierdo para acceder a la configuración de la pantalla y dos botones en la parte superior, uno que lleva al menú de inicio y otro para acceder al navegador directamente. También hay un pulsador basculante para acercar y alejar el zoom del navegador.

Este nuevo mando no me parece más funcional que una rueda giratoria para desplazarse por las distintas opciones de cada pantalla. Con el «Remote touch control» hay que apuntar en la opción deseada. Con una ruedecilla, basta con girar para que pase de una a otra consecutivamente. Para facilitar la selección de las funciones, se puede programar distintos niveles de resistencia en el mando; es decir, cuando se mueve el puntero en una dirección y llega a una opción, se siente en la mano una pequeña resistencia al avance. También he echado de menos unos botones en el salpicadero para poder acceder directamente al menú del equipo de sonido o el gráfico de consumo. El único botón que hay es para llegar a la pantalla del navegador, que por fin reconoce instrucciones de voz en castellano.

El climatizador tiene regulación de temperatura independiente para el conductor y el resto del habitáculo. Su funcionamiento me ha parecido muy bueno porque tiene una capacidad para enfriar muy grande (no he tenido la oportunidad de comprobar cómo calentaba). Es el único climatizador disponible; no hay otro que permita que los pasajeros traseros regulen a su conveniencia la temperatura ni el caudal de aire. Las salidas de ventilación en las plazas traseras se encuentran en los pies y al final de la consola central (imagen), no hay salidas en los montantes, como por ejemplo en un Volvo XC60.

El portón del maletero puede tener un sistema de apertura y cierre automáticos. Si está equipado con él, es posible manejarlo desde un pulsador que hay en la parte inferior izquierda del salpicadero (imagen), el que tiene en el portón (imagen) o desde el mando a distancia. Para evitar que golpee a alguien por accidente, antes de empezar a abrirse o cerrarse por sí solo emite un pitido fuerte. También tiene un sistema de seguridad que, si detecta que el portón ha golpeado contra algún obstáculo, detiene la maniobra e invierte el movimiento.

El habitáculo es muy ancho y el espacio longitudinal disponible grande. Los asientos traseros pueden desplazarse longitudinalmente y, de este modo, aumentar el  espacio del maletero. Para facilitar la carga de objetos voluminosos, los respaldos de estos asientos se pueden abatir fácilmente desde las puertas laterales traseras (hay un tirador junto a la banqueta) o desde el maletero (hay dos tiradores, uno a cada lado).


El maletero tiene una capacidad de 496 litros  y sus formas son regulares. Está iluminado desde el lateral izquierdo y desde la parte interior del portón; también hay una toma de corriente de 12 V. Bajo el piso está la batería de 12 V (la de alto voltaje se encuentra bajo los asientos traseros) y la rueda de repuesto (imagen), que es de emergencia; según el manual de instrucciones, el RX puede tener una rueda de repuesto igual que las otras cuatro.

La superficie que queda al abatir los respaldos traseros no es plana, sino que tiene un pequeño escalón (imagen). Uno de los aspectos más negativos, sorprendente en un Lexus, es que no hay posibilidad de montar una cortinilla vertical, tras el respaldo de los asientos delanteros, para proteger a los pasajeros de posibles impactos por desplazamiento de la carga cuando los respaldos de los asientos posteriores van plegados. Estas cortinillas verticales son imprescindibles para garantizar la seguridad del conductor y del acompañante cuando el coche va cargado con los respaldos posteriores abatidos.

Hay muchos lugares repartidos por el habitáculo donde dejar pequeños objetos. Como en algunos modelos de Toyota, bajo la consola hay un espacio donde depositar algunas cosas (imagen).

Un detalle curioso es que si se quita el contacto y hay alguna ventanilla bajada, aparece un mensaje en el cuadro de instrumentos advirtiéndolo y dando la posibilidad de subirla. Como en otros coches, desde el mando a distancia también se pueden subir o bajar todas las ventanillas (hay que mantener pulsado prolongadamente el botón de cierre o el de apertura de las puertas).

Para acceder a las tomas de corriente de 12V (hay dos) y la conexión de tipo USB o auxiliar (imagen) hay que extraer la bandejita y el cajón que se encuentra bajo el apoyabrazos central delantero (imagen). El cable del aparato que se conecte ahí se saca al exterior mediante una trampilla deslizable (un buen detalle, ya que no queda pillado por el apoyabrazos al bajarlo).

Los huecos donde no hay un interruptor porque esa versión no tiene ese elemento están tapados por unas piezas de plástico negro (imagen). En otros coches de este precio (y menor) este detalle está mejor resuelto.