El Lexus LS 460 es un coche razonablemente amplio dadas su dimensiones externas, algo que apreciarán principalmente los ocupantes de las plazas traseras. Hay otra versión con carrocería alargada que no se vende en España.

Los asientos delanteros son realmente confortables. Tienen regulación eléctrica de varias funciones: distancia al volante, altura e inclinación de la banqueta, inclinación del respaldo, altura del apoyacabezas y del apoyo lumbar; el conductor puede, además, aumentar la longitud de la banqueta, algo que agradecerán los conductores de mayor estatura. El cinturón de seguridad se ajusta en altura mediante un interruptor. Salvo este último interruptor y los de las memorias, que están en el panel de la puerta (imagen), el resto quedan ocultos en el lateral del asiento y hay que manejarlos a ciegas.

El volante está recubierto de madera y cuero; la parte que es de este tejido tiene calefacción, algo muy de agradecer en días fríos. Se puede regular en altura y profundidad mediante un mando eléctrico. Además, tiene una función que lo retira (hacia arriba y al fondo) de forma automática al entrar o salir del coche.

Lexus no ha utilizado un cajetín con botones como el que tiene el modelo GS a la izquierda del volante. A mí me parece que como los tiene el LS es más sencillo utilizarlos. El único problema lo he encontrado en la situación de los mandos de ventilación y calefacción de los asientos delanteros, ya que es muy difícil ver el testigo que indica su funcionamiento (en esta imagen, también quedan ocultos).

El acceso a las plazas traseras es bueno, con un ángulo de apertura de la puerta suficiente, aunque está ligeramente condicionado por la caída del techo en la parte final, que obliga a agachar la espalda más de lo deseado.

El LS 460 está homologado para llevar a tres pasajeros detrás, pero pensado para que vayan dos. Esto es así por la forma que tiene la banqueta —con un resalte en la plaza central—, por el espacio que resta el túnel de la transmisión a los pies y porque la anchura tampoco es generosa dada la anchura exterior del coche.

Si sólo ocupan dos personas las plazas traseras, irán cómodamente sentadas gracias al confort que proporciona el relleno de los asientos y al espacio disponible longitudinalmente.

En función del equipamiento, este modelo de Lexus cuenta de diversos elementos que mejoran el confort de los pasajeros traseros.

En el apoyabrazos central hay diversos mandos relacionados con el confort de los ocupantes de las plazas traseras (imagen): regulación y climatización de los asientos, climatización independiente para cada lado, accionamiento de las cortinillas, controles del equipo de sonido y un mando a distancia (imagen) para manejar la pantalla trasera (imagen) y el reproductor de DVD.

De este modo, los pasajeros de las plazas laterales traseras tienen pulsadores para desplazar su parte de la banqueta hacia adelante (al hacer esto el respaldo se reclina hacia atrás simultáneamente), pueden articular la mitad superior del respaldo o variar la altura del apoyacabezas. En cada puerta hay unos botones para memorizar una posición. Si el ocupante de una de estas dos plazas abre la puerta de su lado, el asiento (tanto banqueta como respaldo) vuelven a la posición inicial. De este modo, el espacio que hay para sacar las piernas al exterior es el mayor posible (esta función se puede cancelar).

Además, hay dos interruptores en el lateral izquierdo del respaldo del asiento delantero derecho para adelantar este asiento y dejar más espacio para el pasajero que va detrás del mismo. Esos dos botones están accesibles tanto para el conductor como para el ocupante del asiento trasero.

Los mandos de la climatización de las plazas traseras permiten distribuir el flujo del aire por las cuatro salidas de aire que tiene cada plaza trasera (una en el techo, otra en el montante central a la altura de la rodilla, otra en la consola central y una muy amplia en los pies) de forma independiente en la plaza izquierda y derecha. También se puede seleccionar una temperatura diferente para cado lado; el caudal de aire es el mismo en las dos plazas pero es independiente del que hay en las plazas delanteras.

Para dar mayor intimidad a los pasajeros traseros hay unas cortinillas retráctiles en las ventanillas laterales y la luneta. Se manejan desde las plazas delanteras o traseras. La de la luneta se baja automáticamente al seleccionar la marcha atrás; las laterales, que cubren la ventana principal y un pequeño cristal triangular, se retiran si se pulsa el interruptor de la ventanilla.

En el techo hay una pantalla de gran tamaño escamoteable que se maneja desde un mando a distancia que hay guardado en interior del apoyabrazos trasero o desde la pantalla táctil delantera. Los pasajeros de las plazas traseras pueden ver la misma información que aparece en la pantalla táctil delantera, películas en DVD, conectar una fuente de video adicional (los conectores están en el cajón que hay bajo el apoyabrazos delantero) o manejar el equipo de sonido (algo que también pueden hacer con los mandos y la pantalla monocroma que también tienen en el apoyabrazos). Pueden elegir escuchar el sonido a través de los 19 altavoces del coche (imagen) o mediante unos auriculares inalámbricos (que no vienen con el coche).

Este equipo de sonido es opcional (2.600 €). A mí, que entiendo poco de esto de esto, me ha parecido espectacular (sobre todo al escuchar una película en DVD).

Tras el hueco que deja el apoyabrazos en el respaldo trasero hay un pequeño compartimento refrigerado con espacio para guardar algunos botes de refresco. En el techo, delante de cada una de las dos plazas laterales traseras hay un espejo abatible e iluminado.

Todas las puertas tienen un sistema automático que finaliza el cierre si no están correctamente cerradas. La tapa del maletero también tiene un mecanismo de funcionamiento automático que se activa desde el interior, desde el mando a distancia o desde el pulsador que hay en la propia tapa (sobre la matrícula).

El cuadro de instrumentos (imagen) ofrece abundante información y se lee con facilidad, tanto de día como de noche. Todos los materiales de recubrimiento son de la calidad que se espera en un coche de este tipo (los asideros del techo están recubiertos parcialmente de cuero) y los ajustes son muy buenos (como ejemplo, hay una junta de goma que sirve para ajustar totalmente el tapizado de Alcántara que recubre el techo con el parabrisas).