Lexus IS (2013) | Impresiones del interior

18/11/2014 |Pablo David González

En este coche he tenido la permanente sensación de ir sentado más bajo de lo que es habitual en las berlinas de este tamaño. También notaba que el marco inferior de la ventanilla (donde se suele apoyar el codo) y la consola quedaban más altos de lo normal. En ningún momento me he sentido encajonado, de hecho, me parecía agradable esa sensación de cierto aislamiento y resguardo del resto del habitáculo.

Los asientos delanteros que trae el nivel de equipamiento «F SPORT» tienen los laterales de la banqueta y del respaldo más prominentes y sujetan mejor el cuerpo en las curvas. Además, su mullido es un poco más firme que en el resto de niveles, pero resultan muy cómodos. Tienen calefacción (regulable en tres niveles), pero no pueden tener ventilación. Con el nivel «LUXURY» los asientos delanteros tienen ventilación y calefacción de serie.

Todos los ajustes disponibles para los asientos delanteros tienen accionamiento eléctrico, excepto el de los reposacabezas que es manual. Como los recorridos de todas las regulaciones son largos, el puesto de conducción se adapta con facilidad a diferentes estaturas aunque es conveniente que aquellos que estén interesados en este coche y superen los 1,90 metros de estatura, comprueben si con su postura de conducción habitual tocan el techo con la cabeza (sobre todo si se instala el techo solar).

El acceso a la segunda fila de asientos obliga a agachar mucho la cabeza para no golpearse con el dintel de la puerta. Por espacio, esta fila es suficiente para que dos adultos de hasta 1,80 metros de estatura viajen holgados. El hueco disponible para las piernas es inferior al de un Audi A4 y un BMW Serie 3, aunque es superior al de un Mercedes-Benz Clase C. La anchura a la altura de los hombros no permite que viajen tres adultos de complexión normal sin que sus cuerpos se tengan que solapar, algo que también sucede en los tres modelos anteriormente citados y en la gran mayoría de las berlinas de este tamaño. La altura para la cabeza es escasa, inferior a la de sus principales alternativas (tabla comparativa de mediciones).

Desde el puesto de conducción se accede con facilidad a todos los botones que hay en la consola. En la parte superior hay una pantalla en la que se muestra la información del navegador, el ordenador de viaje y el sistema de audio entre otras cosas. Para navegar entre los menús de esta pantalla hay un mando cuyo manejo se asemeja al de un «joystick». Es un mando análogo al «i-Drive» de BMW, pero no tiene un funcionamiento tan satisfactorio como este, principalmente porque sus movimientos no resultan tan precisos y porque hay veces en las que es demasiado sensible (más información en Información del sistema multimedia).

Para cambiar la temperatura del sistema de climatización hay una superficie táctil. Si se arrastra el dedo hacia arriba suben los grados y viceversa. Me parece un elemento que sólo sirve para alardear porque no tiene ninguna ventaja con respecto a una ruleta o unos botones. No obstante, también se puede cambiar la temperatura pulsando en los iconos rojos y azules que hay en los extremos de esta superficie.

Con el nivel «F SPORT» la instrumentación tiene un aspecto parecido a la del Lexus LFA (imagen). Toda la información se muestra en una pantalla digital, encima de la cual hay una circunferencia física, no digital. Dentro de esta circunferencia se ve la velocidad y las revoluciones del motor, o una escala no numérica con información sobre cuánta potencia se está utilizando. Se puede desplazar a un lado pulsando un botón en el volante. Toda la información se ve bien, nítida y clara aunque los rayos solares incidan directamente sobre ella. El brillo de la pantalla se regula con unos botones que hay a la izquierda del volante (imagen).

La calidad de los materiales parece buena, así como los ajustes entre todas las piezas. La parte que cubre la instrumentación está forrada con cuero y los plásticos empleados en el resto del salpicadero son de tacto agradable. Los plásticos que dan peor impresión son los que están entre el climatizador y la palanca de cambios. Todos los mandos responden bien a su accionamiento y transmiten sensación de calidad cuando se manejan. El techo tiene un guarnecido especialmente agradable al tacto, como si fuera de terciopelo. Ambos parasoles cuentan con espejo e iluminación.

Maletero y huecos

El Lexus IS 300h tiene un maletero de 450 litros. Es más pequeño que el de un Audi A4 (490 litros), un BMW Serie 3 (480 litros) y un Mercedes-Benz Clase C (480 litros). Para sujetar la carga hay argollas y varias cintas de tela. La batería que provee de energía al motor eléctrico está colocada bajo el piso y esto hace que la altura del maletero sea cuatro centímetros inferior a la de la versión «250» (que ya no se vende). Por ese motivo el maletero de éste es más grande (480 litros).

Debajo del piso del IS 250 hay una rueda de repuesto de emergencia. En el caso del IS 300h hay una pequeña bandeja de poliuretano donde se pueden guardar objetos poco voluminosos y un equipo de reparación de pinchazos y sus correspondientes herramientas (imagen). La tapa que cubre esta bandeja no da sensación de buena calidad, es muy ligera y parece endeble.

El espacio de carga se puede ampliar abatiendo los respaldos de los asientos traseros (en proporción 1/3 y 2/3; imagen), una posibilidad que no se daba en la anterior generación del Lexus IS —y que no se da en el actual IS 300h con nivel de equipamiento «ECO»—. El hueco que comunica el habitáculo con el maletero es estrecho, con los laterales curvados y el salto entre el suelo del maletero y la superficie de los respaldos es muy grande, de unos 22 centímetros (imagen).

La tapa del maletero debe abrirse manualmente, no existe la posibilidad de que tenga un sistema de apertura eléctrico. En algunas ocasiones la tapa da un pequeño rebote cuando llega a su límite de apertura. No es un rebote tan exagerado como el que ocurre en un Dacia Logan, pero es un detalle que no debería suceder en un coche de este precio. El botón que desbloquea la tapa del maletero está en la misma moldura de las luces que iluminan la matrícula trasera y la cámara de visión trasera. Es muy pequeño y está situado a un lado, por lo que hasta que uno no aprende de memoria su posición, hay que agacharse y mirar donde está.
 
En cuanto a los huecos disponibles, hay dos redondos en la zona de la consola que queda entre los asientos delanteros para dejar botellas pequeñas, llaves o teléfonos móviles. Debajo del apoyabrazos hay un espacio más grande donde se puede guardar una billetera. En las puertas delanteras hay unos bolsillos, no muy anchos, pero suficientes para meter botellas de medio litro. En las puertas traseras no hay nada para dejar objetos. La guantera tiene un tamaño correcto, cabe la documentación del coche y un chaleco de alta visibilidad (imagen).