Land Rover Discovery 4 (2010) | Impresiones del interior

01/10/2012 |Alfonso Herrero

En el habitáculo hay cambios en el salpicadero y en los asientos. Como hasta ahora, el Discovery puede tener cinco o siete plazas —las dos plazas adicionales son opcionales y tienen un coste de unos 1800 €—. Para que tenga siete hay que adquirir una tercera fila de asientos que, cuando no se utilizan, se pueden plegar en el piso del maletero.

Como la carrocería, además de voluminosa, tiene formas rectas, el habitáculo es muy aprovechable ya que las puertas no se van inclinando hacia la cabeza de los ocupantes. La anchura disponible es muy grande, los dos pasajeros delanteros quedan muy separados y detrás pueden viajar tres adultos. El espacio para las piernas en la segunda fila de asientos es suficiente para adultos que no sean muy altos, salvo que los asientos delanteros vayan muy adelantados.

Los asientos delanteros son nuevos (imagen). Ahora carecen del asidero de plástico (imagen) que facilitaba acceder al habitáculo en el Discovery 3. A cambio, los reposacabezas son regulables en altura. Los asientos de las versiones HSE con la tapicería de piel «Premium» tienen cojines laterales con ajuste eléctrico. Los interruptores de las memorias de posición del asiento están colocados en la puerta (imagen), en vez de en la base del mismo.

El salpicadero también es nuevo, de formas más redondeadas y materiales más suaves al tacto. Los mandos han sido recolocados, como el del «Terrain Response», que está más adelantado (imagen). En el cuadro de instrumentos hay una nueva pantalla TFT de 5” (imagen), se ve bien pero que muestre los datos en una escala de grises y la resolución sea baja le da un aspecto poco vistoso (imagen).

El volante también es diferente. Hay nuevos mandos (imagen) que permiten manejar el equipo de sonido, el teléfono, el programador de velocidad y navegar por el menú de configuración del ordenador de viaje. En el interior del cajón que hay bajo el apoya codos central delantero hay conexiones para iPod y USB.

En el salpicadero hay dos guanteras —una superior (imagen) y otra inferior (imagen)— y una pequeña repisa. El de nuestra unidad estaba tapizado de piel en su parte superior y recubierto de un plástico blando y agradable al tacto en la inferior.

Hay una iluminación interior por diodos luminosos (luz blanca) en la zona de los tiradores de las puertas y en las bolsas portaobjetos de las mismas. Por la noche es necesario disminuir la intensidad de esa luz (se controla simultáneamente con la del cuadro y la pantalla de la consola) para que no moleste.

Para subir y bajar del habitáculo me parece casi imprescindible poner la suspensión en su nivel más bajo (que Land Rover denomina «de acceso») porque la diferencia de altura entre el piso del coche y el suelo es grande. Si lo que queremos es cargar o descargar el maletero, sobra el casi: yo, que mido algo más de 1,90 m, apenas alcanzaba a llegar de la mitad del maletero en adelante.

A éste se puede acceder abriendo únicamente la parte superior del portón o bajando la hoja inferior, que es de menor tamaño. Si se abre esta parte, el cuerpo queda más separado de la carrocería y, por tanto, resulta más difícil alcanzar los bultos que haya en el maletero.

Si sólo tiene dos filas de asientos, la segunda está dividida en dos secciones (60/40). Si tiene tres filas, la segunda está dividida en tres asientos individuales (35/30/35). Para ampliar la capacidad del maletero en el primer caso, la banqueta de la segunda fila se levanta hacia delante y los respaldos se abaten; en el segundo caso, los respaldos se abaten directamente sobre la banqueta, que se baja unos centímetros (imagen).

Hay detalles que agradecerán los que usen el coche en el campo o en zonas frías. Por ejemplo, las puertas cubren la zona inferior de la carrocería por lo que no se acumula barro o nieve en el marco y los pantalones no se manchan al bajar o subir del coche. Otro es que los interruptores del climatizador y del equipo de sonido son muy grandes (imagen) y se pueden manejar con unos guantes.

En cambio, la posición de los mandos de los elevalunas, en la parte superior del panel de la puerta (imagen), me parece inadecuada. No porque sea un sitio incómodo, todo lo contrario, sino porque es un lugar donde puede caer el agua si se necesita bajar la ventanilla mientras llueve.

Seguridad infantil

En las dos plazas laterales de la segunda fila de asientos hay anclajes Isofix para sillitas; una silla sin este tipo de anclaje se puede colocar en cualquiera de las tres filas —en la primera porque el airbag frontal del pasajero se puede desconectar (imagen), en la segunda (imagen) y tercera fila (imagen) se instala con facilidad porque los asientos quedan altos y no hay que agacharse—.

Para impedir que las puertas traseras se puedan abrir desde dentro hay un mecanismo que se acciona con la punta de la llave o un destornillador (imagen); el conductor puede bloquear los elevalunas traseros (imagen).