KIA Sportage (2016) | Impresiones del interior

09/06/2016 |Pablo David González (@PD_Gonzalez) y Enrique Calle (@QuiqueCalle)

El KIA Sportage, al igual que el Hyundai Tucson, tiene unas plazas traseras ligeramente más amplias que las de un Nissan Qashqai y un Renault Kadjar (tabla comparativa de mediciones del interior).

Hay alternativas que son todavía más espaciosas, como el Subaru Forester o el Toyota RAV4 (en parte porque sus carrocerías son más largas), pero en el Sportage, cuatro personas de alrededor de 1,90 metros de estatura pueden viajar sin agobio. Lo que no hay es anchura suficiente para tres adultos o tres sillas infantiles. El Honda CR-V tiene más anchura en las plazas posteriores, pero ni siquiera en él, tres adultos van holgados.

Nuestra unidad de pruebas tenía el techo solar panorámico (imagen), que ocupa gran parte de la superficie del techo y queda por encima de los ocupantes de las plazas delanteras y traseras. Con este elemento se pierden unos seis centímetros de altura libre. Esta merma, si bien es porcentualmente grande, no supone un problema salvo para personas de, aproximadamente, más de 1,90 metros de estatura. Si van a viajar a personas así de altas, es mejor prescindir del techo solar.

La consola central no es muy gruesa (imagen) y eso hace que los ocupantes tengan espacio de sobra para las rodillas y no se sientan encajonados. Alrededor de los ocupantes delanteros hay sitio suficiente para dejar objetos, si bien la guantera es un poco pequeña (imagen) pues cabe el libro de usuario, la documentación, un chaleco de emergencia y poco más.

Los asientos delanteros (imagen) son anchos y de mullido cómodo (es más bien blando pero el cuerpo no se hunde). Sus reposacabezas son grandes y se pueden ajustar para que estén más o menos cerca de la cabeza de los ocupantes. Según KIA estos asientos tienen una estructura más rígida que los del Sportage 2014, son 2,5 kilogramos más ligeros y su espuma es más duradera y reduce mejor la transmisión de vibraciones a los pasajeros. En función del nivel de equipamiento, pueden tener ajustes manuales o eléctricos, así como calefacción y ventilación.

La posición al volante se parece más a la de un turismo que a la de un todoterreno clásico. Eso se debe a que los asientos no van alejados de sus puntos de anclaje al piso de la carrocería. Las piernas no quedan muy flexionadas y el volante (que tiene regulación en altura y profundidad) se sitúa a la altura del pecho y va poco tendido.

El acceso y la salida del habitáculo no son del todo sencillos debido a que el umbral de las puertas es grueso. Tanto para entrar como para salir, hay que esforzarse para que los gemelos no rocen en la carrocería (este esfuerzo será mayor o menor en función de la estatura de los ocupantes; los altos lo tendrán más fácil). La situación es idéntica en las dos filas de asientos.

Los asientos traseros (imagen) también tienen un mullido cómodo. Sus reposacabezas son de menor tamaño que los delanteros, así como más duros, y no se pueden colocar en una posición tan elevada como los de las plazas delanteras. Por ello, creo que los ocupantes de mayor estatura irán más cómodos en las plazas delanteras.

Los asientos traseros van a una altura similar a los delanteros, por lo que sus ocupantes no verán bien la carretera. En algunos todoterrenos están elevados unos centímetros respecto a los delanteros (como los de un cine) precisamente para mejorar la visión del pasaje.

La banqueta trasera es fija (no se puede desplazar en sentido longitudinal como en un Mitsubishi ASX) pero la inclinación del respaldo sí es ajustable, en un rango de 39º (imagen). Para inclinar o abatir los respaldos hay que accionar sendas palancas que hay en los laterales de la banqueta (imagen). No es posible hacer estas operaciones desde el maletero. En cada uno de los asientos laterales traseros hay fijaciones de tipo Isofix (imagen) a las cuales se accede con facilidad. En la parte posterior de los respaldos hay fijaciones de tipo Top Tether (imagen).

En la segunda fila de asientos hay dos salidas de aire y, debajo de estas, una toma de corriente de 12 voltios y otra de tipo USB (imagen). Las plazas de los laterales pueden tener un sistema de calefacción mediante unas resistencias eléctricas que recorren la banqueta y la parte media-baja del respaldo. Para dejar revistas, botellas u otros objetos hay unas redes en la cara posterior de los respaldos delanteros (imagen), unos huecos en las puertas (imagen) y dos portabebidas en el reposabrazos central (que es abatible, imagen).

Al menos en los Sportage con techo solar, hay un plafón central delantero y dos traseros ubicados en los laterales del techo que dan una iluminación muy buena.

 

La instrumentación está formada por indicadores de agujas y, en opción, puede haber entre ambos una pantalla (imagen). El esquema de distribución de los mandos es prácticamente idéntico a la del Hyundai Tucson y nos parece sencilla y bien ordenada, pues los distintos mandos son de tamaño adecuado y casi todo se encuentra con facilidad.

En la parte alta del salpicadero está la pantalla del sistema multimedia (que es táctil y de 7,0 u 8,0 pulgadas) y por debajo de ella están los botones para controlarla y los mandos del climatizador y otras funciones adicionales. Nuestra unidad de pruebas tenía la pantalla de 7,0 pulgadas, que se puede manejar de manera completamente táctil o desde los botones y ruletas que la rodean (imagen). La estructura de menús se asimila con facilidad a poco que uno esté acostumbrado a manejar este tipo de dispositivos, y nos parece que se le coge el tranquillo antes que al sistema multimedia de un Renault Kadjar (aunque habría que hacer una comparativa detallada para poder precisar más esta afirmación).

El diseño de la consola que separa los asientos delanteros varía en función de si la unidad lleva cambio manual y freno de estacionamiento mecánico (imagen) o cambio automático y freno de estacionamiento eléctrico (imagen). En las versiones GT Line los pedales son de aluminio (imagen) y el volante está achatado en su parte inferior (imagen).

El mecanismo de apertura de portón del maletero puede estar motorizado y contar con un sistema que permite accionarlo sin tocar ningún botón, tan sólo permaneciendo frente a él al menos tres segundos. Es una solución diferente a la que habitualmente emplean otras marcas, que consiste en pasar el pie por debajo del parachoques. 

El volumen del maletero es 503 litros (1480 litros cuando se abaten los respaldos de las plazas posteriores, divididos en una proporción 60:40; imagen) y las formas de este son regulares, por lo que es fácil aprovechar el espacio disponible. El piso se puede colocar a dos alturas. Bajo el fondo del maletero hay una bandeja de polipropileno expandido (EPP) que permite guardar objetos de pequeño tamaño sin que se muevan de un lado a otro. En esta bandeja es donde se encuentra el sistema de reparación de pinchazos En el caso de llevar rueda de repuesto de emergencia (es más pequeña que el resto y permite circular unos 200 km a una velocidad máxima de 80 km/h), no existe la citada bandeja y el volumen del maletero se reduce a 491 litros. Cerca del borde de carga hay un sitio especialmente pensado para encajar la cortinilla del maletero cuando esta no se usa (imagen e imagen).

Entre los todoterreno que miden entre 4,40 y 4,60 metros de longitud, tan sólo el Tucson tiene un maletero más capaz (513 litros, que se quedan en 488 litros cuando lleva la rueda de repuesto). El maletero del BMW X1 es prácticamente idéntico (505 litros), si bien debido a que el precio de este modelo es notablemente más alto que el del Sportage, no parece adecuado considerarlo como una verdadera alternativa. Los que sí lo son, como el Ford Kuga, el Renault Kadjar y el Nissan Qashqai, tienen maleteros más pequeños (456, 472 y 439 litros respectivamente). En relación al Sportage 2014, el maletero del nuevo modelo es 38 litros más grande.