KIA Picanto (2011) | Impresiones del interior

04/02/2015 |Jorge Fernández

El Picanto de 2011 está bien hecho y no da la sensación de ser un coche económico para su precio. La mayoría de los materiales del habitáculo están bien ajustados, acabados y dan sensación de solidez y de resistir bien el paso del tiempo.

Es espacioso para tratarse de un vehículo de su tamaño, aunque no tanto como un Subaru Justy (quizá el vehículo más amplio de su tamaño). Es más grande por dentro que el modelo al que reemplaza, que ya era amplio.

En algunas mediciones, como el espacio para las piernas de los ocupantes de las plazas traseras, está por encima de la media (tabla comparativa de mediciones interiores). De los coches de su tamaño, en esta medición solo le superan, por poco, el Hyundai i10 y el Subaru Justy.

La anchura entre puertas es comparativamente menor; sobra sitio para dos adultos pero es insuficiente para tres ocupantes, salvo quizá para tres niños que no necesiten ir en una sillita. Todas las versiones del KIA Picanto están homologadas para cinco ocupantes, mientras que algunos rivales lo están para cuatro o la quinta plaza es una opción. Las tres plazas posteriores tienen reposacabezas.

El puesto de conducción es bueno a pesar de que el volante no puede tener regulación en profundidad. En este coche, esta falta de regulación no es muy grave pues el volante no queda demasiado lejos del conductor como sucede en un Fiat 500 y en menor medida en un Ford Ka. El reposapiés izquierdo está colocado en una posición correcta, es de tamaño suficiente como para que quepa toda la planta del pié.

Se nota que el Picanto es un coche pequeño en que los ocupantes van sentados muy cerca y, sobre todo, en que al cambiar de marcha el conductor roza la pierna del acompañante.

El acceso al habitáculo resulta fácil y cómodo, debido a que los asientos no están colocados en una posición demasiado baja, a que las puertas abren en un ángulo grande y a que dejan un hueco uniforme.

Según el nivel de equipamiento, en el lateral derecho del salpicadero hay un mando para desconectar o conectar el airbag del acompañante (imagen). Si está desconectado se enciende un testigo en el salpicadero (imagen).

Solamente tiene un plafón de iluminación en la parte delantera, sin luz independiente para conductor y acompañante. Los asientos posteriores carecen de iluminación.

Los mandos de la radio y del sistema de climatización que están situados en la consola son fáciles de manejar. Están colocados en una posición correcta y quedan a mano; para utilizarlos no es necesario retirar mucho la vista de la carretera, pues no quedan muy bajos, y se memorizan rápidamente. Las versiones más equipadas pueden tener mandos en el volante para manejar el equipo de sonido. La calidad del sistema de sonido deja mucho que desear ya que la recepción de las emisoras de radio es mala y el sonido es de baja calidad.

Huecos donde depositar objetos

El KIA Picanto tiene múltiples lugares donde depositar objetos. La consola tiene un hueco de grandes dimensiones con una especie de brazos para poder sujetar latas de bebida (imagen). Estos brazos se ocultan con facilidad en caso de que no vayan a ser utilizados.

Entre los asientos hay un hueco —cuyo fondo está tapizado— y uno de mayor capacidad aunque con formas irregulares. Ninguno de ellos tiene tapa.

En la parte baja de la consola central hay una toma de corriente —12V—, un mechero y, en el caso de las versiones más equipadas, conexiones para fuentes de sonido externas.

La guantera (imagen) tiene tapa, algo que no es del todo común en coches así de básicos. Es de generosas dimensiones y caben perfectamente los elementos que comúnmente se suelen transportar en el vehículo como la documentación, chaleco reflectante, juego de luces y un mapa de carreteras. Aun con estos elementos queda hueco libre. No tiene el fondo tapizado ni está iluminada. Tampoco cabe la posibilidad de que esté refrigerada.

En las puertas delanteras hay dos bolsas que, aunque estrechas, tienen una profundidad aceptable —caben perfectamente unos mapas, un libro de rutas o el chaleco reflectante—. También tienen un hueco donde cabe una botella de hasta 1 litro (imagen). Las traseras carecen de bolsas y, como las delanteras, tienen seguro para bloquear su apertura desde el interior (imagen).

Según el nivel de equipamiento puede tener dos bolsas de tela tras los asientos delanteros y, bajo sus banquetas, dos cajones deslizantes.

Espacio de carga

El maletero, tanto en las versiones con carrocería de tres puertas como en las de cinco, tiene una capacidad de 200 litros. El modelo precedente tenía 127 litros. Esto es así porque KIA ahora contabiliza el hueco libre que queda bajo el piso, donde hay un doble fondo y el sitio reservado para el kit de reparación de pinchazos (imagen). No tiene rueda de repuesto ni en opción, pero sí cabría para llevar al menos una de emergencia —KIA no da esta opción—.
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Bajo el doble fondo del maletero y sobre el corcho que alberga el kit reparapinchazos, hay una bandeja extraíble de plástico (imagen). Tiene diferentes huecos que resultan útiles para guardar objetos, como por ejemplo herramientas. Esta bandeja es ligera, rígida e impermeable, por lo que puede extraerse cómodamente y lavarse con agua.

Los respaldos de los asientos traseros se pueden abatir (imagen), pero para que quede una superficie de carga plana también hay que abatir las banquetas.

Hay dos argollas, por ejemplo para fijar una red. Carece de perchas o ganchos donde colgar, por ejemplo, una bolsa. Está iluminado mediante un plafón situado en el lateral izquierdo. No da una luz uniforme a todo el maletero pero resulta suficiente para encontrar lo que se esté buscando. Esta luz no puede desconectarse si se desea —siempre que el portón esté abierto está encendida—.