KIA cee'd (2010) | Impresiones de conducción

16/12/2011 |Alfonso Herrero

Del KIA cee’d de 2010 hemos probado la versión 1.6 CRDi de 116 CV Eco-Dynamics (ficha técnica), con el nivel de equipamiento «Emotion». Esta versión ya no está disponible con ese nivel de equipamiento. Actualmente sólo se puede adquirir con los denominados «Drive» (precio, equipamiento y ficha técnica) y «Drive Plus» (precio, equipamiento y ficha técnica).

Este cee’d nos ha parecido a todos los que lo hemos conducido muy agradable por el tacto del motor y su respuesta. Tienen un funcionamiento suave, casi a la altura de los mejores, poco ruidoso y en un tono que el sonido no se hace especialmente molesto.

Comienza a empujar con fuerza sobre 1.500 rpm. De este modo es posible circular en ciudad en marchas largas, lo que repercute en un consumo más contenido y un menor nivel de ruido. Además, es posible incorporarse desde un ceda el paso a poca velocidad sin tener que engranar primera o iniciar la marcha en una pendiente sin hacer patinar mucho el embrague (para esta maniobra se cuenta con la ayuda de la función del control de estabilidad que mantiene el coche frenado durante unos instantes al levantar el pie del freno).

También sube de vueltas con facilidad, si bien desde 4.000 rpm se percibe como el empuje decae y una vez pasadas 4.500 rpm no merece la pena mantener esa relación del cambio, ya que es preferible seleccionar una marcha mayor.

Todos los mandos se manejan con suavidad. La dirección, que es cierto que tiene un tacto muy eléctrico (parecido a algunos volantes de videoconsolas), transmite bien el contacto de las ruedas con el suelo. La caja de cambios es suficientemente rápida y únicamente en ciudad me parece mejorable la selección, al reducir, de la segunda y primera relación.

Es un coche cómodo, con una suspensión tirando a blanda pero que no lo hace un coche torpe ni que se balancee mucho en carreteras de curvas. Más bien lo contrario: es un coche que entra bien en curva y hace los cambios de apoyo con relativa rapidez, sin interferir en la trayectoria. Esta versión trae de serie el control de tracción y estabilidad.

«Eco-Dynamics»

La denominación «Eco-Dynamics» comprende un conjunto de elementos para disminuir el consumo. Son un sistema de parada y arranque automático del motor en las detenciones («ISG»), el indicador de cambio de marcha («Eco Driving Guide») y un alternador que recarga la batería principalmente en las fases de deceleración, cuando no resta potencia al motor.

El sistema de parada y arranque tiene un funcionamiento correcto. Al poner punto muerto y levantar el pie del embrague, con el coche detenido o casi, el motor se para; al desembragar para meter una marcha, vuelve a funcionar. La parada y el arranque se producen con relativa suavidad, en cualquier caso mucho mayor que la que tienen los modelos de MINI y BMW con motor Diesel y un dispositivo similar (que son los que yo he probado).

Si el motor no ha alcanzado una temperatura óptima, el sistema de climatización lo requiere o la carga de la batería es baja, el «ISG» no se activa. También hay un interruptor para desconectarlo (imagen). En el blog de Celedonio y Cogulludo hay algún comentario más sobre este dispositivo en el cee’d.

El indicador de cambio de marcha no es un sistema de recomendación sino de recordatorio. A diferencia del que tienen otros coches (BMW o el Grupo Volkswagen, por citar algunos) no tiene en cuenta el tipo de conducción ni la situación. Simplemente avisa para cambiar a una marcha superior al llegar a 2.000 rpm y de reducir si el motor cae a 1.000 rpm. En los coches anteriormente citados, se tiene en cuenta si el conductor está acelerando con decisión (por ejemplo en un adelantamiento) para no interferir con información innecesaria.

Estos elementos ayudan a conseguir un consumo contenido. En el recorrido habitual por autovía (378 km, la mitad de ida, la otra de vuelta, para compensar los desniveles), a una media de 124 km/h, gastó 6,6 l/100 km. Es un consumo bajo pero no extraordinario.

En ciudad y alrededores, que es donde se saca provecho del sistema de parada y arranque del motor, hemos obtenido un consumo de 7,3 l/100 km. Es un consumo bajo para las condiciones que había, con mucho tráfico, pero que no iguala ni se acerca al que consiguen coches híbridos como el Toyota Prius.

En el trayecto por carretera de montaña, aprovechando en lo posible toda la capacidad de aceleración, gastó 12,1 l/100 km a una media de 75 km/h, que es poco.