Jeep Wrangler Unlimited (2009) | Impresiones del interior

26/12/2008 |Alfonso Herrero

Respecto a la versión de tres puertas, el habitáculo del Unlimited ofrece tres plazas traseras en vez de dos, mayor anchura y espacio para las piernas, un acceso más cómodo a través de las dos puertas adicionales y un maletero de mayor capacidad.

Las plazas traseras no son un derroche de confort puesto que la banqueta no es grande y los asientos no tienen un mullido que resulte confortable para viajes largos. Además, dan poca sujeción al cuerpo en las zonas de curvas.

En el maletero hay sitio para el equipaje que pueden llevar cuatro adultos; bajo el piso hay un doble fondo pero es de pequeña capacidad. No hay una cortinilla que oculte la carga (los cristales oscurecidos son una ayuda en este aspecto), una red que separe el habitáculo del maletero para que la carga no se desplace sobre los ocupantes (si se carga hasta el techo), ni accesorios que lo doten de mayor funcionabilidad. Parte del maletero está ocupado por el altavoz de graves; las barras antivuelco que tiene el Wrangler (se puede circular sin techo) también son un obstáculo a la hora de aprovechar todo el volumen del maletero.

Al maletero se accede mediante un portón de doble hoja. La superior, que la forma la luneta, se abre hacia arriba. Pero primero es necesario abrir la otra mitad, puesto que la rueda de repuesto impide abrir el cristal. La hoja inferior se abre hacia el lado derecho, e impide acceder al maletero desde el lado derecho (que es donde está normalmente la acera). Otro inconveniente de este portón es que no puede quedar fijado en una posición una vez abierto; si el coche está en una pendiente la puerta se cierra sola y puede hacer daño a alguien.

A continuación reproduzco las impresiones del interior del Wrangler de carrocería corta que siguen siendo válidas para este modelo:

Al habitáculo del Jeep le ocurre, en general, como al resto del coche, su diseño es sencillo y no se ha supeditado la forma a la función. Dicho esto, también hay que mencionar que los materiales y acabados son pobres para el precio que cuesta el Wrangler. Posiblemente, este sea uno de los coches en los que esto tenga menor importancia si se usa para lo que está diseñado, que es hacer todoterreno.

Los asientos delanteros son amplios para personas de talla superior a la media y me han parecido razonablemente cómodos tanto para viajes por carretera como para circular fuera del asfalto. El del conductor tiene regulación en altura.

El volante no tiene ajuste en profundidad, sí en altura. A pesar de ello, los que hemos conducido el coche nos hemos sentido cómodos en este aspecto.

Lo peor del puesto de conducción es la ausencia de un reposapiés. En las versiones con cambio automático no es un problema pero, en el manual, que tiene un pedal de embrague con mucho recorrido y que queda muy alto, resulta muy incómoda su ausencia.

La visibilidad hacia delante es muy buena porque los asientos van colocados muy altos. De hecho, asomándose un poco hacia delante es posible ver donde comienza la aleta de la rueda delantera izquierda, algo que es muy útil al conducir por lugares muy estrechos, bien sea en un garaje o en el campo.

Hacia atrás la visibilidad es peor porque la rueda de repuesto ocupa gran parte de la luneta. Los dos retrovisores exteriores son grandes, lo que reduce en parte el problema.

Lo que sí resulta incomprensible es que la regulación de los retrovisores sea "digital", es decir, hay que mover el espejo empujándolo directamente con el dedo. Sin llegar a un sistema de regulación eléctrica hay sistemas mecánicos que Jeep podría haber utilizado.

Todos los mandos están accesibles aunque la colocación de algunos es extraña: los de los elevalunas están en el salpicadero y el del cierre centralizado en las puertas (que es el único botón que está sin iluminar). Detrás no hay mandos para los elevalunas.

El Wrangler tiene un techo rígido formado por tres piezas que se pueden extraer para dejarlo descapotado. Las dos piezas delanteras se quitan (puede quitarse la del lado izquierdo, la del derecho o las dos) sin necesidad de herramientas liberando unas palancas y desenroscando dos piezas; es una maniobra que requiere poco más de un minuto. Una vez quitadas, estas piezas caben en el maletero aunque no hay un sistema pensado para fijarlas y que no se muevan por él.

La tercera pieza, que es la más grande puesto que cubre las plazas traseras y el maletero, por encima y por los lados, requiere desatornillarla y tener un lugar (un garaje) donde guardarla. También hay que desconectar el cableado eléctrico (limpiaparabrisas trasero y resistencia térmica) y la tubería del limpiaparabrisas trasero (hay un taponcito para que no gotee el agua),

Además del techo, también se pueden sacar las puertas. Basta con desatornillar los pasadores de las bisagras (que van por fuera) y soltar la conexión eléctrica del cierre y unas cincha que hace de tope al abrirlas. El parabrisas no se puede quitar pero sí abatirlo sobre el capó. Esto requiere quitar varias piezas, entre ellas los limpiaparabrisas, por lo que requiere bastante tiempo.

Para poder dejar cosas a buen recaudo cuando el coche está descapotado, la guantera y el cajón que hay entre los asientos delanteros tienen cerradura.