El X-Type tiene como facetas más positivas el confort y la seguridad activa. La versión que he probado («Sport») tiene una suspensión muy confortable, no se aprecia apenas ruido en el interior, y el motor es muy suave.

En seco, es un coche con un agarre en curva muy grande y, aun así, fácil de conducir (en mojado no lo he probado, puede que la cosa cambie). El control de estabilidad es opcional y recomendable; el coche va muy bien, pero tiene límites a partir de los que puede ser más difícil de controlar que un tracción delantera.

Lo negativo está más o menos estrechamente relacionado con el hecho de que tiene tracción total: consumo alto, pocas prestaciones para la potencia del motor, y mala relación entre precio y equipamiento.

Es recomendable para quien aprecie las ventajas que da la tracción total: por una parte, mayor capacidad de aceleración en condiciones de escasa adherencia; por otra, la posibilidad de seguir circulando cuando esas condiciones son tan malas, que coches de tracción a un eje quedan detenidos. Comparado con un Audi A4 3.0 quattro o con un BMW 325iX, el X-Type 2.5 no queda mal en consumo o en relación entre precio y equipamiento, aunque no es tan rápido.

Ahora bien, para quien quiera una berlina del tamaño y potencia del X-Type, pero no necesite la motricidad que da la tracción total, hay alternativas que pueden ser más interesantes. Entre ellas están el A4 3.0 de tracción delantera y el 325i de tracción trasera, pero también el Alfa Romeo 166 2.5 (sólo 5 cm mayor que el X-Type y de precio casi igual), el Volvo S60 2.4T o, para quien quiera una berlina deportiva, el MG ZT. También hay coches de características similares entre marcas de gran difusión, como el Peugeot 406 o el Volkswagen Passat.

La calidad aparente del X-Type es buena; se nota un grado de atención por el detalle que no tenían las primeras serie del S-Type. No tiene la solidez de un Mercedes ni el refinamiento de un Jaguar clásico (que eran muy inferiores dinámicamente al X-Type). Pero sí se nota que lo que cuesta el coche de más con respecto a una berlina «normal» está —en parte— gastado en hacer un interior más selecto.

Eso sí, hay que contar con que el X-Type es básicamente un Ford Mondeo, y que tiene algunos elementos comunes en Ford. Un Jaguar X-Type se puede cerrar con la llave de una furgoneta Ford Transit (aunque no abrir, claro).