Jaguar S-Type 2.7D (2004) | No mucho equipamiento

04/10/2004 |Enrique Calle

El aspecto del interior del Jaguar S-Type es el que se espera de un coche cuyo precio base parte de 43.900 €, con aspectos más cuidados y menos.

La versiones «Classic» y «Executive» tienen de serie algunas partes del salpicadero y de las puertas recubiertas en madera. En el caso de S-Type con equipamiento «Classic» y «Executive», esta madera es de madroño. En mi opinión, hay pocos coches a los que les siente tan bien la madera como a los Jaguar. Opcionalmente, este recubrimiento de madera puede ser de arce con una tonalidad gris o de aluminio (de serie en el Sport).

La consola está rodeada de un marco recubierto o en piel cosida, tiene plásticos acolchados en la parte superior del salpicadero y superficies blandas hasta las partes más bajas del salpicadero y las puertas. El techo y los parasoles parecen estar muy bien tapizados, con una tela suave y agradable al tacto.

En el interior hay diversas piezas cromadas, como en los tiradores de las puertas y de la guantera, en el cerco del cambio de marchas y en el del freno de mano eléctrico. No todas ellas son metálicas.

El ambiente que se vive en el interior transmite lujo y comodidad. En un examen visual de un Audi A6, un BMW Serie 5 y este Jaguar, llegamos a la conclusión de que —salvando las diferencias de estilo (clásico en el Jaguar, moderno en el los otros) de cada uno— no hay un ganador claro en lo que a calidad se refiere.

Lo que menos luce en el Jaguar es el plástico que tiene en la consola central. Es un plástico bien rematado pero sencillo (no es laminado) y no es llamativo. Lo mismo ocurre con los mandos de ventilación o del equipo de sonido, las salidas de ventilación y las palancas multifuncionales que hay detrás del volante.

El maletero tiene un tapizado barato (o eso parece) y las argollas de sujeción de equipaje no están articuladas ni cromadas. El maletero tiene apertura remota con un botón en el salpicadero.

El equipamiento de serie y opcional es completo por la cantidad de ambientes que puede tener el interior, pero no por el número de elementos que cumplan alguna función práctica.

Dependiendo del nivel de equipamiento, el S-Type puede tener hasta cuatro coloraciones distintas para la tapicería y los recubrimientos de piel del interior, tres ambientes distintos («Clásico», «High Luxury» y «Deportivo»). El volante puede ir recubierto en tres tipos distintos de piel y también puede combinar junto con la piel, porciones de madera.

La carrocería puede estar decorada con ciertos detalles y contornos cromados (de serie en los «Classic» y «Executive», opcional en el Sport) o sin cromados. Existe una gran variedad de llantas de 17 y 18 pulgadas de diámetro.

Los faros de xenón para las luces cortas son un equipamiento opcional; no puede tener sistema de iluminación en curvas, ni xenón para largas. Aun así, aconsejo esta opción después de haber probado los dos tipos de iluminación que puede tener el S-Type 2.7D.

El plegado automático de los espejos retrovisores exteriores también es opcional, así como el parabrisas térmico. La conexión automática de luces es de serie, pero el limpiaparabrisas automático es opcional en todos los S-Type 2.7D.

Puede tener cortinilla eléctrica para la luneta pero no cortinillas para las ventanillas traseras. No están previstos asientos delanteros ventilados, ni airbags laterales traseros, ni asientos traseros calefactados. La columna de dirección tiene ajuste eléctrico de serie en todas las versiones.

La lista de opciones también incluye elementos como el cambiador de 6 discos compactos (de serie tiene lector de CD) y un sistema de sonido «Premium» que incluye diez altavoces y amplificador. Puede tener lector de minidisc, pero no de MP3.

Nuestra unidad de pruebas tenia instalada la opción de reconocimiento de órdenes vocales «Jaguar Voice». Es un sistema que requiere tiempo para poder aprovechar todas las posibilidades que ofrece. Según mi experiencia, resulta muy útil en ciertos casos, por ejemplo, para dar órdenes cortas. En órdenes largas (como un número de teléfono) he tenido (y otros miembros de la redacción) muchos problemas para que reconociera correctamente las órdenes, incluso después de hacer uso del sistema de «aprendizaje de voz».