Jaguar F-Type Convertible (2013-2017) | Impresiones del interior

12/04/2017 |Javier Moltó (@javiermolto)

El Jaguar F-Type Convertible es un biplaza grande por fuera y pequeño por dentro. Tiene un morro larguísimo y un maletero muy pequeño para su tamaño. Un Porsche 911, prácticamente de la misma longitud, tiene un maletero todavía más pequeño pero dos plazas más. Un BMW Z4, que es casi 25 centímetros más corto, tiene un maletero un 50 por ciento mayor. La capota se abre y cierra de forma totalmente automática sin esfuerzo para el conductor (vídeo de la capota). Necesita 12 segundos para completar cada una de las operaciones. Entre los arcos de protección en caso de vuelco hay una cortinilla desmontable que disminuye las turbulencias en el habitáculo cuando se circula descapotado.

Las manillas de las puertas tienen un diseño peculiar, similar al que utiliza Aston Martin en sus modelos. Para abrir las puertas hay que pulsar uno de los extremos de la manilla y tirar del otro que sobresale (imagen). En el blog Teletransporte hay fotos con varios detalles del interior y del maletero. No hay otros coches biplaza, de este tamaño, con un maletero tan pequeño. Un inconveniente añadido al maletero pequeño y de forma irregular es que el punto de carga se encuentra alto.

Los asientos se pueden situar muy bajos y el vano inferior de las puertas es muy ancho, presumiblemente para aportar rigidez. No es un coche cómodo para entrar y salir, especialmente con el techo puesto. Hay que vencer una distancia notable desde la parte exterior del coche hasta la banqueta. Por estos motivos, para entrar y salir es recomendable colocar los asientos en la posición más alta y luego ajustar la altura para conducir, en función de cada gusto particular.

Para estar cómodo con los pedales, la posición del asiento que prefiero es la más baja de todas, pero como las piernas quedan más estiradas, la posición más retrasada y baja del volante queda demasiado lejana para mí. Yo necesito llevarlo más cerca para no llevar los brazos tan doblados.

Otro inconveniente de ir situado en la posición más baja, para una persona de mi estatura (1,73 m), es que se ve muy mal la carretera. En ciudad es imposible para mi ir tan bajo, porque no veo las esquinas. El salpicadero del coche es muy alto y los montantes que sujetan el parabrisas muy anchos. Incluso en carretera, la posición inferior es poco recomendable, porque puede no llegar a apreciarse que viene un coche de frente en alguna curva, entre otros motivos porque te lo puede tapar enteramente el retrovisor izquierdo. En definitiva, para personas bajas, la posición inferior solo queda cómoda para las piernas y para los pies.



Con la capota bajada, las ventanillas subidas y el paravientos situado entre los dos protectores antivuelco situados por detrás de los asientos, se puede circular hasta unos 140 km/h sin molestas corrientes de aire en el habitáculo. A partir de esa velocidad, el movimiento del aire puede resultar molesto durante recorridos largos. Es posible que pasajeros más altos que yo o que no vayan situados con el asiento en una posición tan baja como la que me gusta utilizar a mí, noten las molestias del aire a velocidades inferiores. La capota, cuando va plegada, no resta espacio al maletero.

Conductor y acompañante van encajonados en sus respectivos asientos, que resultan cómodos y sujetan bien. La puerta es gruesa y la consola central muy ancha, por lo que da casi la sensación de dos asientos de un monoplaza, situado uno al lado del otro. Los pasajeros van separados uno de otro, los brazos no se molestan, pero el encajonamiento es notable.

La palanca de cambios está situada en una posición retrasada con relación al volante. No es recomendable utilizarla para cambiar de marchas en modo manual. Resulta más efectivo utilizar las levas situadas tras el volante.

Las salidas de ventilación centrales se esconden en el salpicadero cuando se apaga el motor (imagen).