Honda CR-V (2007) | Impresiones del interior

25/04/2007 |Alfonso Herrero

El interior del Honda CR-V trasmite la sensación de que es coche bien hecho: los plásticos, aunque duros, tienen muy buen aspecto y no hemos encontrado piezas mal ajustadas. La instrumentación es muy legible, todos los mandos están accesibles y tiene diversos detalles que hacen de él un coche práctico y agradable de utilizar en el día a día.

Los asientos delanteros son más grandes que en el modelo anterior, tanto la banqueta como el respaldo, y sus regulaciones son más amplias. Los de nuestra unidad estaban tapizados de cuero y proporcionaban una sujección satisfactoria. En el lado queda entre los dos asientos hay unos apoyabrazos abatibles.

El volante tiene ajuste en altura y profundidad (antes sólo en altura) y lleva incorporados varios botones para manejar algunas funciones del equipo de sonido, del ordenador, del teléfono, del navegador y de los mandos vocales. La palanca del cambio está en el salpicadero y cerca del volante, lo que facilita su empleo.

Entre los asientos delanteros, la gama anterior tenía una mesita que se podía plegar para dejar paso a las plazas traseras. Ahora ya no existe y hay una consola fija con un cajón de gran tamaño (con tapa deslizable) y un par de posavasos.

Como ya no se puede acceder a las plazas traseras desde las delanteras, la unica utilidad de que el salpicadero esté separado de la pieza entre los asientos es que se puede pasar de uno a otro con facilidad.

Detrás, por espacio disponible (mediciones) y forma del asiento, tres personas pueden acomodarse con menos problemas que en otros modelos.

Los respaldos de los asientos traseros están divididos en tres partes (en proporción 40:20:40) y la banqueta en dos (60:40). El CR-V conserva la regulación longitudinal para los asientos traseros (150 mm) que tenía el anterior y también se puede modificar la inclinación de los respaldos o abatirlos hacia delante para conseguir un maletero más voluminoso.

Las plazas traseras tienen fijaciones de tipo Isofix para sillas de niños. Hay dos configuraciones posibles: o dos sillas en las plazas laterales o una colocada en la central.

La capacidad del maletero es 556 l (hasta la altura de las ventanillas), lo que lo convierte en uno de los mejores en este aspecto. Si se abaten los asientos traseros el volumen aumenta hasta 955 l.

Para ocultar el equipaje hay una bandeja enrollable. Como la inclinación de los respaldos se puede modificar, hay un espacio entre éstos y el soporte donde va enrollada la bandeja; para cubrir ese hueco, hay dos piezas de tejido que se sujetan mediante unos ganchos de plástico a las guías de los apoyacabezas traseros.

El CR-V puede tener en el maletero una plataforma que lo divide en dos partes; una desde el plano de carga del maletero hasta una altura de unos 330 mm, y otra, desde ahí hasta la cortinilla que cubre el maletero o hasta el techo. Esta plataforma, que soporta 10 kg, puede guardarse en el suelo del maletero o extraerse, si no se va a utilizar.

Bajo el piso del maletero está la rueda de repuesto, que no es de la misma medida que el resto. En el modelo anterior la rueda iba colocada sobre el portón, que se abría hacia un lado en vez de hacia arriba, como sucede ahora.

Si la carrocería está mojada, al abrir el portón, el agua gotea continuamente por el extremo más alejado del coche en vez de por la zona más próxima a la carrocería, por lo que es fácil ensuciarse con el agua que cae mientras se saca o se mete algo en el maletero.

El cuadro de instrumentos muestra la información de forma clara, por diseño y efectividad de la iluminación. En la parte central, entre los indicadores de velocidad y de revoluciones del motor, hay una pantalla que muestra en formato digital la cantidad de combustible restante, la temperatura del líquido refrigerante del motor e informaciones varias: programador de velocidad activo, ordenador o la advertencia sobre los cinturones de seguridad.

La pantalla táctil en color de 6,5" del navegador se ve mal cuando el sol incide sobre ella lateralmente, porque está enrasada con el salpicadero y no hay nada que haga sombra sobre ella.