Honda Civic 5p 1.8 (2006) | Un puesto de conducción distinto a lo habitual

07/03/2006 |Enrique Calle

En general, el puesto de conducción deja la sensación de que en ciertos aspectos el estilo ha determinado la forma. Tiene ciertas peculiaridades, que en función de cada persona pueden gustar o no; también tiene aspectos buenos en todo caso, como la calidad de los asientos o la posición de la palanca de cambios.

Para arrancar el Civic hay que utilizar las dos manos: la derecha para meter y girar la llave, la izquierda para pulsar el botón que pone en marcha el motor. Los mandos de la climatización están orientados al conductor (y quedan poco accesibles para el acompañante delantero); la visibilidad trasera es mala. La luna trasera está dividida en dos porciones, unidas por una gruesa franja de plástico que dificulta la visibilidad. Un Citroën C4 tiene una solución semejante pero más práctica (y puede llevar un pequeño lavaluneta; el Civic no).

No hemos encontrado ningún inconveniente a que haya que consultar la información en tres pantallas distintas; su distribución sí puede tener inconvenientes en función de la talla de cada conductor y de cómo se siente. Puede ocurrir que el volante quede bajo (incluso en su posición más alta) para determinados gustos.

En km77.com han conducido el coche personas de talla próxima a la media y más altas. Los más altos son los que más echaban en falta que el volante pudiera elevarse más. Además, a estas personas les ocurría que la parte superior del cuenta revoluciones quedaba oculta detrás del aro del volante. También puede ocurrir lo anterior a una persona de talla normal pero que se siente muy erguida.

Otro inconveniente que veo en esta instrumentación es que está detrás de láminas de plástico translúcido (de color morado oscuro, como su iluminación), donde el polvo resulta especialmente visible; si no se limpia a conciencia pueden quedar marcas visibles al limpiarlo con un paño (sobre todo si está húmedo). Aunque la suciedad sea más evidente en esta instrumentación que en otras, en ningún momento he tenido la sensación de que la información se consulte con dificultad (lo que sí ocurre desde la plaza del acompañante), incluso en condiciones de luz adversa.

Los asientos son cómodos y sujetan bien el cuerpo. Al menos en las versiones «Sport» éstos van recubiertos con un tejido que recuerda al terciopelo. Este tapizado se adhiere bien a la ropa y favorece que el cuerpo no se mueva mucho en las curvas.

Hemos probado estos asientos en tiempo frío y no sabemos si este tapizado resulta caluroso en verano o no. De este mismo material están recubiertos los guarnecidos de las puertas delanteras y traseras. Los asientos y los guarnecidos de las versiones «Executive» pueden ser de piel (los asientos de piel vienen dentro de un paquete de opciones que incluyen asientos delanteros eléctricos y cuesta 1.300 €).

En general el ajuste de las piezas del interior es satisfactorio. No parece un coche refinado al estilo de un Audi A3 porque no hay muchas superficies que tengan un acabado acolchado, ni abundan los plásticos pintados; el Civic da buena impresión, pero de otra manera. El ajuste de todas las piezas está bien conseguido y el acabado es bueno (no hay bordes cortantes en determinadas piezas); además, los botones y ruletas tienen buen tacto y los plásticos son suaves y agradables. En general, todo el interior da sensación de solidez.

Dado que su precio es más bien alto, se echa de menos que en ciertos aspectos sea más refinado: por ejemplo los huecos dispuestos para depositar objetos (que son suficientes) no tienen un fondo de goma o de un material adherente que evite que lo que se deposite se mueva y golpee con facilidad (el interior de la guantera sí va tapizada, pero parcialmente).

La información para el conductor es la habitual en coches de este tipo (velocímetro, cuentarevoluciones, temperatura de agua, nivel de combustible y las propias del ordenador de viaje), más un par de indicadores «ECO» y «REV», que constan de cinco puntos de luz cada uno.En el Civic es de plástico lo que está hecho para que recuerde al metal: van pintadas en color aluminio algunas piezas del salpicadero, el cerco que rodea a la caja de cambios, parte del freno de mano, parte del volante y los apoyabrazos de las puertas. Estos recubrimientos son los mismos para las tres versiones de equipamiento. En las versiones «Sport» y «Executive», el reposapiés y el pedal del freno sí están fabricados en aluminio, con inserciones de goma.

El indicador «ECO» sirve para saber si el motor está funcionando en una fase de consumo alto o bajo: a menos indicadores encendidos, más consumo. Me parece un elemento interesante para hacer una conducción económica, porque «educa» acerca de la forma de utilizar el acelerador.

Funcionalmente es distinto a los indicadores de consumo instantáneo que tienen otros coches (como algunos BMW; el Civic también tiene este tipo de indicador en una función del ordenador): lo valioso del indicador «ECO» es que indica cuándo el motor está trabajando en aquellas fases de funcionamiento donde el consumo es bajo, ya que este motor está hecho para reducir en lo posible la pérdida por bombeo cuando funciona a carga parcial (más información). El indicador «REV» se enciende a medida que el motor llega a un régimen alto.

En el Civic hay diversas funciones que no se pueden configurar, como el cierre automático de puertas al superar una determinada velocidad, y la sensibilidad de las luces automáticas. De las informaciones que tiene el ordenador de viaje hay algunas no del todo frecuentes, como el testigo que indica si los cinco pasajeros se han colocado el cinturón de seguridad.