Ford Tourneo Connect (2014) | Impresiones de conducción

21/08/2015 |Enrique Calle

He conducido este modelo aproximadamente 60 kilómetros por carreteras de doble sentido sin pendientes a menos de 90 kilómetros por hora y algo de autopista. Me ha dado la sensación que es un vehículo poco ruidoso al menos hasta 120 km/h. Quizá no sea tan silencioso como otros vehículos con carrocería menos voluminosa, pero creo que el ruido en el interior se mantiene en niveles bajos y por lo tanto no será molesto en largos desplazamientos a velocidades legales.

La suspensión es firme. Quizá esa firmeza esté buscada a propósito para que la carrocería no se mueva en exceso cuando se transporta mucha carga (algo para lo que este modelo está predispuesto). Los baches se notan con claridad, pero no se traducen en movimientos secos en los ocupantes. Esta suspensión, relativamente firme en vacío, ofrece la ventaja de que la carrocería se mueve poco en las curvas o en las frenadas. Si a lo anterior unimos que la dirección tiene un tacto excelente (como, por otra parte, suele ser habitual en Ford), resulta que la conducción transmite muy buenas sensaciones e incluso un nivel de precisión que puede sorprender.

He probado este modelo en combinación con los dos motores Diesel posibles (de 95 y 116 CV) y con el de gasolina de menor potencia (100 CV). La sensación general que tengo es que son motores agradables y suficientes al menos para circular con poca carga. El gran volumen de la carrocería se nota, sobre todo, en que la capacidad para ganar velocidad se reduce de forma considerable cuando ya se circula a una velocidad elevada. Yendo despacio la aceleración quizá es equivalente a la de un turismo de su peso, pero no ocurre lo mismo en las proximidades de los 100 km/h.



Durante la toma de contacto, el consumo de carburante de la versión de gasolina de 101 CV estuvo por debajo de 7 litros cada cien kilómetros (podía haber gastado sensiblemente menos si hubiera conducido con total suavidad a prácticamente a punta de gas). También me pareció que el consumo aumentaba considerablemente en aquellas circunstancias en las que se podía circular a mayor velocidad o la conducción era algo más brusca. Me ha dado la impresión de que el motor Diesel de 95 CV tiene un consumo más bajo en todas las circunstancias, pero sobre todo, en condiciones exigentes (es decir, con cambios de ritmo frecuentes o cuando se circula a velocidades habituales en autopista).