Ford Mondeo 2.2 TDCi 155 CV (2005) | Información general

09/09/2004 |Alfonso Herrero

Además del motor gasolina de seis cilindros en V y 204 CV (una variación del mismo que monta el ST220) Ford ha ampliado la gama del Mondeo con un motor Diesel nuevo, que tiene 2.198 cm³ de cilindrada y 155 CV de potencia máxima.

Con este motor las prestaciones oficiales son las siguientes: la velocidad máxima es de 220 km/h y tarda en pasar de 0 a 100 km/h 8,7 segundos. El consumo medio homologado es de 6,1 l/100km.

Si consideramos conjuntamente el consumo y la aceleración, el Mondeo 2.2 TDCi queda como una de las mejores berlinas Diesel de este tamaño y potencia (tabla comparativa). De todos los que tienen una potencia en torno a 150 CV, el único con una relación más favorable entre prestaciones y consumo es el BMW 320d, y la diferencia con el Mondeo es casi despreciable.

Este 2,2 l TDCi está disponible con todas las carrocerías (cuatro, cinco puertas y Wagon) y con los acabados «Futura», «Sport» (no disponible con el wagon), «Ghia», «Ghia X» y «Titanium X».

La versión más asequible, «Futura», cuesta 24.950 €. La más cara 30.780 €, que corresponde al «Titanium X» y carrocería «Wagon». La carrocería «Wagon» cuesta 950 € más que su equivalente en cuatro o cinco puertas.

Este último, es nuevo acabado exclusivo para este motor y se distingue por la decoración interior con elementos de aspecto metálico, por un kit exterior deportivo semejante al del ST 220 y por su equipamiento de serie.

Respecto al acabado «Ghia», añade faros de xenón, ajuste eléctrico de la altura del asiento del pasajero, aisentos tapizados en cuero y Alcántara, cristales tintados, suspensión deportiva y llantas de siete radios y dieciocho pulgadas.

Me ha parecido un motor de funcionamiento muy progresivo en el que no se aprecia el tirón característico algunos motores turboalimentados. Desde dentro del coche, a régimen constante y con las ventanillas subidas, se oía muy poco el sonido procedente del motor, predominando los ruidos aerodinámicos a los mecánicos. En aceleraciones fuertes, el ruido era más perceptible, aunque menos que con el motor gasolina de 204 CV.

La caja de cambios es de seis relaciones (Ford la llama «Durashift»). Su tacto es muy agradable y los recorridos son cortos, aunque presenta algo de resistencia cuando se cambia con rapidez.

El desarrollo en sexta es largo y permite rodar por autovía a la velocidad máxima legal con el motor próximo a 2.000 rpm. Si se desea ganar velocidad en una pendiente hay que recurrir al cambio y reducir una marcha.

Las suspensiones, aunque firmes (en la presentación sólo había versiones con el acabado «Titanium», que lleva la suspensión deportiva), me han parecido suficientemente cómodas y, al igual que el resto de la gama Mondeo, es un coche con una muy buena estabilidad. El control de estabilidad y tracción es opcional (IVD) con un sobreprecio de 650 € (sólo los motores de seis cilindros lo tienen de serie).