Fiat Stilo 1.9 Multijet 140 CV (2004) | Impresiones de conducción

27/05/2004 |Guillermo Benito

A bajo régimen parece tener algo menos de fuerza que otros motores similares. La llegada de la potencia se produce más bruscamente, entre unas 1.800 y 2.000 rpm.

A partir de ahí el empuje es muy notable en cualquier marcha. Incluso la sexta velocidad, con un desarrollo de 59,3 km/h cada 1.000 rpm, es plenamente utilizable en casi cualquier situación en autopista, salvo que por circunstancias del tráfico debamos reducir mucho la velocidad.

En nuestras mediciones de prestaciones ha sido tan rápido en aceleración como un Golf 2.0 TDI con cambio DSG, y más que un Audi A3 con ese mismo motor y cambio manual. Sólo es netamente más rapido el Seat León 1.9 TDi 150 CV Sport FR. El Stilo es más lento en recuperaciones que cualquiera de ellos a causa de sus desarrollos largos.

El consumo medio en este recorrido ha sido 7,1 l/100 km. En dos viajes realizados por trayectos distintos pero en ambos casos combinando autovías, carreteras de doble sentido y algo de ciudad, el consumo medio fue exactamente el mismo: 7,3 litros cada 100 km.

Circulando por autovía a una media de 136 km/h, sin especial cuidado por obtener un consumo bajo, la media fue de 7,6 litros. En un recorrido mixto por carretera de doble sentido y ciudad, de nuevo sin especial cuidado con el acelerador, gastó una media de 8,9 litros. En carretera de doble sentido y autovía, conduciendo con mucha suavidad y con una media de 97 km/h, el consumo fue de 6,8 litros cada 100 km.

Aunque al ralentí se perciben algunas vibraciones a través del volante, la palanca de cambios y el asiento, el motor del Stilo Multijet no resulta ruidoso. El volumen que llega al interior es bastante bajo, y ni siquiera en aceleraciones fuertes o a elevado régimen se percibe un claro tono a motor Diesel.

En autopista y autovía la suspensión absorbe bien las irregularidades sin que afecten apreciablemente a la trayectoria, aunque a elevada velocidad se agradecería una amortiguación más firme que limitara más el cabeceo.

En carreteras lentas balancea y tiene una clara tendencia al subviraje, lo que le resta agilidad. Al menos sobre pavimento seco y en buen estado, es muy difícil que el tren trasero nos ponga en una situación comprometida.

A cambio, tiene una sensibilidad mucho menor al acelerador en curva que otros modelos como el Ford Focus; levantar el pie derecho en pleno apoyo apenas ayuda a cerrar ligeramente la trayectoria. Sólo balanceando ligeramente el vehículo a la entrada de la curva es posible que el ESP detecte una incipiente pérdida de trayectoria del eje trasero, que corrige eficazmente de manera casi instantánea.

Tampoco ayuda en carreteras retorcidas la excesiva sensibilidad del ABS. Incluso sobre asfalto en perfecto estado y seco es muy fácil que entre en funcionamiento a poco que las ruedas no estén rectas, sin que necesariamente se trate de una frenada muy fuerte.

La dirección es suficientemente rápida y muy suave. En autopista a alta velocidad no impide mantener la trayectoria recta sin esfuerzo, pero en carreteras de montaña no proporciona información sobre el punto de adherencia en que se encuentran las ruedas delanteras en cada momento. Con el modo City activado es aún más suave, pero sin él la dirección ya me parecía lo suficientemente suave incluso en maniobras en parado.

El cuentakilómetros tiene un error en exceso del dos por ciento. El ordenador de consumo mostró desde un error nulo en nuestro recorrido habitual de consumo hasta 0,7 litros en exceso en otros; en condiciones normales de uso, éste último valor puede ser el más representativa.