Fiat Sedici (2010) | Impresiones de conducción

04/04/2012 |Jorge Fernández

Sólamente he podido conducir el Sedici con motor Diesel 2.0 16v Multijet de 135 CV y tracción total conectable.

Con esta combinación de motor y sistema de tracción el Sedici pesa 1425 kg en condiciones de homologación. Puede parecer un peso alto, pero la sensación que transmite es que tiene potencia suficiente como para moverse con agilidad. A igualdad de motor, la versión con tracción delantera (4x2) tiene mejores prestaciones y un consumo de combustible más reducido (listado comparativa).

Únicamente lo he llevado por pistas sin asfaltar con abundante barro. Me ha dado la sensación de que es un coche fácil de conducir porque responde con precisión y rapidez a las indicaciones que hace el conductor con el volante. Esa sensación está reforzada porque su carrocería se balancea y cabecea poco al tomar curvas o al frenar.

Con este coche se puede circular a ritmo ligero por caminos de tierra sin temor a que la carrocería pueda golpear con facilidad en el suelo: su altura libre al suelo es 19 cm. Además, como la suspensión es más bien dura, hay que cometer un error grande de apreciación o sobrepasar un obstáculo muy grande para llegar a su tope de recorrido.

También me ha gustado el accionamiento de su caja de cambios manual de seis relaciones (la versión de gasolina tiene un cambio manual de cinco). Tiene unos recorridos bien definidos y las marchas entran con facilidad. Se manejaría mejor si no quedase tan baja (respecto al conductor) y retrasada.

Fuera del asfalto, la mayor altura libre y la tracción total le permiten pasar por algunos obstáculos por los que un turismo normal no podría avanzar.

No es un todoterreno auténtico porque no es difícil tocar el suelo con la parte frontal de la carrocería cuando se afrontan grandes desniveles u obstáculos. Tampoco lleva reductora y la primera velocidad no es lo suficientemente corta como para avanzar a baja velocidad sin castigar el embrague o para descender por fuertes pendientes aprovechando la retención del motor.

Los neumáticos que lleva de serie el Sedici no solo están pensados para circular por carreteras asfaltadas ya que son de tipo «M+S» —«Mud+Snow», barro y nieve—. Estos neumáticos pueden dar más motricidad sobre superficies sueltas que unos dedicados exclusivamente a un uso por carretera. Sus medidas son 205/60 y están montados en llantas de 16 pulgadas de diámetro.

El sistema de tracción total tiene tres programas de funcionamiento «2WD», «Auto» y «Lock». Se pueden elegir mediante un mando que hay en el salpicadero.

Con el modo 2WD sólo las ruedas delanteras reciben fuerza del motor. Con el segundo, un embrague multidisco se encarga de acoplar automáticamente el eje trasero, parcial o totalmente, en función del deslizamiento de las ruedas delanteras. El modo «Lock» sirve para que las ruedas delanteras y las traseras giren lo mismo, hasta 60 km/h. Eso sirve para mejorar la capacidad para seguir avanzando cuando el piso está muy deslizante. Conviene no usarlo cuando el piso sea medianamente adherente porque, entre otras cosas, el coche pierde mucha capacidad para girar.

La sensación que he tenido en una superficie de barro muy deslizante es que la capacidad para seguir avanzando no era muy distinta en modo de tracción «Auto» que en «Lock». Seguramente habrá una diferencia clara en otras circunstancias —en zonas especialmente lentas con grandes desniveles, por ejemplo— pero no lo he probado.