DS 3 y 3 Cabrio (2016) | Impresiones del interior

14/11/2016 |Carlos Fernández (@CarlosFP_77)

El DS 3 comparte muchos elementos del interior con el Citroën C3 de segunda generación, pero sus posibilidades de personalización pueden darle un aspecto más exclusivo. En ambos coches el diseño se ha priorizado sobre la funcionalidad. Los cambios con respecto al Citroën DS 3 que comenzó a venderse en 2010 son pequeños y se concentran casi únicamente en el sistema multimedia. 

En el DS 3 2016 la pantalla desde la que se controla este sistema es táctil y sólo tiene algunos botones físicos que ahora están situados en la parte baja de la consola. Resulta satisfactoria por su rápida respuesta a las pulsaciones y porque no produce reflejos, pero su utilización resulta farragosa porque la navegación por los distintos menús es menos intuitiva que en muchas de sus alternativas.

El puesto de conducción del DS 3 tiene una característica que puede resultar en una incomodidad para las personas de más de, aproximadamente, 1,75 metros de altura: comparativamente con otros coches, los pedales quedan muy cerca del conductor, lo que obliga a llevar las piernas más flexionadas de lo normal si se desea llevar el volante a la distancia habitual. Sucede lo mismo en el Citroën C3, aunque la posición de conducción es algo distinta porque en el DS 3 es posible ir sentado más cerca del suelo.

Hay otros factores que sí me han agradado al sentarme al volante del DS 3. Los asientos de serie son cómodos pero lo son aún más los opcionales que llevaba nuestra unidad, que proporcionan una gran sujeción lateral (imagen) y, a pesar de su aspecto, no resultan demasiado voluminosos para el uso cotidiano. Además, los mandos de la consola central (imagen) y la palanca de cambios (imagen) quedan cerca de la mano derecha del conductor y la visibilidad en todas las direcciones es muy buena.

El pomo de la palanca de cambios está acabado en cuero y tiene un tacto y una ergonomía excelentes. Sin embargo, el aro del volante (imagen) tiene una combinación de muchas texturas y una pieza de metal integrada que resulta molesta en las manos al girarlo.

El habitáculo está recubierto con materiales agradables a la vista y el tacto en las partes más visibles. En las que lo son menos abundan los plásticos duros pero, en cualquier caso, siempre dan sensación de solidez y parecen bien ajustados. Hay algunos defectos claros, como la falta de un plafón de iluminación delantero —solo hay uno entre las plazas delanteras y las traseras—, que hace, por ejemplo, que consultar un mapa de carreteras sea complicado si no hay luz natural. 

Las plazas traseras (imagen) no son destacables en conjunto por su espacio ni por la falta de él. La anchura es la mayor de entre los coches similares, aunque la altura al techo no es tan buena —sobre todo en las dos plazas laterales, donde las personas de más de 1,80 lo tocarán con la cabeza— y el espacio para las piernas es normal. Tres personas que no midan más de 1,65-1,70 podrán viajar atrás con relativa comodidad porque la anchura es suficiente, no tendrían problemas con la altura al techo, y la plaza central no es más incómoda que las laterales porque la banqueta no tiene relieves. Tabla comparativa de mediciones del interior.

Acceder a la fila posterior de asientos es sencillo porque cuando las butacas delanteras se adelantan y sus respaldos se abaten, queda un espacio lo bastante grande y regular para introducir el cuerpo sin esfuerzo. Además, hay unos asideros —situados en la parte interior del pilar central (imagen)— que facilitan la maniobra. Después de la operación, los asientos delanteros recuperan la posición que tenían antes de ser desplazados.

En la plaza del pasajero se viaja con sensación de amplitud porque el salpicadero y la guantera quedan más lejos de las piernas de lo que es normal. Gracias a ello, el pasajero puede adelantarse mucho para dejar al ocupante que lleva detrás más espacio para las piernas. Entre las plazas delanteras hay un reposabrazos abatible algo estrecho pero cómodo por su posición.

El maletero (imagen) tiene 285 litros de capacidad, que es más que el de la mayoría de sus rivales, aunque su practicidad está limitada por la escasa anchura que tiene (96 cm). Un Audi A1 tiene un maletero con casi la misma capacidad —270 litros— y un MINI uno mucho más pequeño —211 litros—.