Dacia Sandero (2013) | Impresiones del interior

15/04/2013 |Enrique Calle y Pablo David González

La presentación interior del Dacia Sandero modelo 2013 es muy parecida a la del modelo que sustituye por la colocación y distribución de los mandos (interior Sandero 2008 e interior Sandero 2013). Todos los plásticos que hay en el salpicadero y las puertas son duros y a primera vista no se ven deficiencias claras en los ajustes de las diferentes piezas. El tacto de los plásticos es áspero, el aspecto visual no muy moderno, pero no es fácil de encontrar piezas con filos o mal rematadas. Los botones funcionan bien, siendo alguno de ellos los mismos que lleva un Renault Clio—por ejemplo, el del bloqueo de las puertas, el del programador de velocidad o los del sistema de audio—.

El espacio disponible para los pasajeros traseros es similar al del anterior Sandero. Gana un poco en espacio para las piernas y altura libre hasta el techo (uno y dos centímetros respectivamente) y pierde un centímetro en anchura. Son diferencias casi anecdóticas. En el interior del Sandero hay más espacio que en un Renault Clio y un SEAT Ibiza. En un Chevrolet Aveo hay un poco más de espacio para las piernas y la cabeza (dos y un centímetro más respectivamente), pero es un centímetro más estrecho (tabla comparativa de mediciones). Las dos plazas posteriores laterales tienen fijaciones isofix para sillitas infantiles y también hay anclajes TopTether en la parte posterior de los respaldos.


Los asientos delanteros tienen un mayor recorrido en sentido longitudinal y en altura que en el modelo anterior. Salvo en las variantes básicas, el volante tiene regulación en altura, pero en ningún caso en profundidad. Los asientos requieren atención a la hora de comprar este coche. A algunos conductores nos han parecido excesivamente blandos tanto en su parte central como en los laterales, lo que ayuda a que el cuerpo se mueva frecuentemente en las curvas y a que cueste encontrar la postura ideal. También nos ha parecido que sus banquetas van poco inclinadas (casi paralelas al suelo), con lo cual la parte de los muslos más cercana a las rodillas apoya poco. En mi caso, a medida que he usado el coche me he sentido cada vez más a gusto a los mandos del Dacia Sandero, aunque no le tiene porqué ocurrir a todo el mundo.

Que el Dacia Sandero es un coche de precio bajo y no muy moderno, también se nota en que faltan detalles, como por ejemplo, que los espejos de cortesía no tienen tapa, que la cerradura del maletero es mecánica en lugar de eléctrica, que el tapón del depósito de carburante lleva cerradura o que la iluminación del habitáculo es pobre. Hay un único plafón en la zona delantera con tres bombillas cuya potencia lumínica es correcta para las plazas delanteras pero escasa para alumbrar bien las plazas posteriores.

El sistema de navegación «MEDIA NAV» es idéntico al sistema homónimo que utiliza Renault en el Clio. Por tanto, tiene sus mismas ventajas —responde bien al tacto y con rapidez— e inconvenientes —el sistema de navegación es mejorable por precisión y calidad de guiado— (más información sobre su manejo). Pero sin embargo parece un sistema de navegación completamente coherente con el planteamiento del coche. Se maneja con facilidad porque los diferentes botones táctiles se reconocen con facilidad, no hay demasiados y son grandes.


A la instrumentación (imagen) le falta un indicador de la temperatura del líquido refrigerante; ni si quiera tiene un testigo que señale el momento en el cual el motor ya no está frío. Solo las versiones de acabado más alto, «Laureate», llevan ordenador de viaje.

El sistema de ventilación funciona bien. Es capaz de caldear el habitáculo en un tiempo no demasiado largo (unos 5 minutos) cuando el coche ha pasado varias horas a la intemperie con tiempo frío y, en días lluviosos con varios pasajeros a bordo, previene bien de la condensación en el interior de los cristales, aun sin necesidad de poner en marcha el aire acondicionado.

Dacia asegura que ha incrementado la cantidad de espacios disponibles dentro del habitáculo para depositar objetos de pequeño tamaño (llaves, cartera, teléfono móvil, botellas, etc.). En total dice que hay 16,7 litros, un 20 % más que antes. En esta ganancia de volumen contribuyen los bolsillos que hay en las puertas traseras, inexistentes en el anterior Sandero. La guantera (imagen) tiene un tamaño suficiente para guardar la documentación del vehículo y una botella de medio litro. Un fallo es que no está iluminada y que no tiene cerradura. En general, la sensación que deja el interior es que no faltan sitios para vaciarse los bolsillos y para llevar las cosas normales en desplazamientos cotidianos.


El maletero (imagen) tiene 320 litros, un valor alto para el tamaño del vehículo. Tan solo el MINI Countryman tiene más maletero (listado comparativo ordenado por volumen de maletero). Tiene formas regulares, por lo que es fácil aprovechar el espacio disponible. Un posible inconveniente es que su borde inferior está muy elevado —a 79 centímetros con respecto al suelo— lo que dificulta la carga de objetos pesados. Alberga una rueda de repuesto del mismo tamaño que las otras cuatro (imagen) y las herramientas van colocadas en los laterales, completamente a la vista (imagen).

Un detalle muy poco habitual especialmente en coches de precio bajo —y muy cómodo— es que el capó tiene un amortiguador para permanecer abierto en vez de una varilla metálica.

Equipamiento

Hay tres niveles de equipamiento: «Base» (imagen), «Ambiance» (imagen) y «Laureate» (imagen). Son los mismos que los del modelo anterior —también hubo algún otro—. La principal novedad de equipamiento es que hay disponible una pantalla táctil en la consola, denominada «MEDIA NAV» y similar a la del Logdy (imagen), que permite manejar el navegador, el equipo de sonido y la conexión manos libres Bluetooth para teléfonos móviles.

La versión más asequible —«Base», solo disponible con el motor de gasolina de 75 CV— tiene de serie cuatro airbags y control de estabilidad pero no aire acondicionado o faros antiniebla, que no están disponibles ni como opción. La variante más equipada —«Laureate», disponible para cualquier motor de la gama salvo el de gasolina de 75 CV—, tiene faros antiniebla, ordenador de viaje, mandos detrás del volante para manejar el equipo de sonido, conexión Bluetooth y paragolpes y tiradores de las puertas pintados en el mismo color que el resto de la carrocería, entre otros elementos. El aire acondicionado es opcional, igual que el programador de velocidad o los sensores de ayuda al aparcamiento (fichas de equipamiento).