BMW Serie 7 (2002) | Elementos de confort y conducción

18/11/2001 |Juan Manuel Pichardo

Para abrir la puerta no es necesario pulsar ningún botón. El coche se da cuenta si el mando a distancia está cerca y, en tal caso, desbloquea las cerraduras. Para cerrarlo, hay que salir del coche y tocar la maneta de la puerta. Las cerraduras se cierran sólo si la llave está fuera del coche. Si la llave está dentro del maletero, la tapa se abre automáticamente mediante unos muelles.

Una novedad muy interesante (si funciona bien) del Serie 7 es que las puertas quedan fijas en cualquier ángulo de apertura. Es decir, no tienen puntos fijos y, por tanto, ni se abren ni se cierran solas hasta llegar a cualquiera de esos puntos. Es un sistema hidráulico en la base de la puerta, en vez de mecánico y entre las puertas. Este cilindro sirve para acabar de cerrar las puertas mal cerradas.

Los cambios en el diseño interior tienen como objeto reducir al mínimo posible los botones y mandos (hasta 700 distintos) que tiene el conductor a su disposición. Después de clasificar los diferentes mandos según su frecuencia de uso, ha establecido tres niveles.

En el primero está concentrado alrededor del volante lo necesario para la conducción (intermitentes, programador de velocidad, cambio de marchas o limpiaparabrisas, por ejemplo). En el segundo, más alejados, están mandos como la luneta térmica, los de la ventilación o el botón para el arranque (en lugar de llave); estos mandos se manejan con interruptores convencionales.

Para todo lo demás (teléfono, equipo de sonido, navegación, ordenador o conexión con Internet) hay un mando único (denominado por BMW "i Drive") que funciona de forma giratoria y también como mando secuencial con ocho direcciones (como los ocho puntos cardinales). Este mando o "controlador", visto ya en el prototipo Z9, tiene la peculiaridad de que varía de resistencia al moverse. Por ejemplo, para poner el balance de los altavoces en el centro, se crea una zona de mayor resistencia, que no existe en otras funciones.

Una solución (común con Mercedes) es utilizar el fondo de los indicadores de la instrumentación como pequeñas pantallas de información.

Si este sistema distrae menos que la larga fila de botones que tiene un Mercedes Clase S, está por ver. BMW ha hecho este mando y la pantalla para que sea igual de accesible para el conductor y el pasajero. Puede ser algo muy útil si el copiloto hace de tal, pero un incordio si se dedica a jugar y distrae.

Hay dos sistemas de ventilación. El que tiene de serie es un climatizador avanzado normal, con ajuste de temperatura, salidas de aire y conexión automática de la recirculación en caso de malos olores. Sólo opcionalmente hay un climatizador que tiene en cuenta la radiación solar para distribuir el aire, filtro de carbón activo y un sistema más eficaz de recirculación automática. También opcionalmente, puede tener ventiladores en los asientos.

El programador de velocidad es de tipo activo. Lleva un radar que detecta la presencia de coches próximos en un ángulo amplio de la parte delantera. Si alguno de ellos constituye un obstáculo, el programador de velocidad ajusta la velocidad del Serie 7, para que mantenga la distancia de seguridad adecuada con el coche que circula delante. La deceleración máxima que da el sistema es poca (2 m/s²), el conductor tiene que ser quien frene si hace falta frenar más. El coche recupera automáticamente la velocidad programada cuando el obstáculo desaparece, salvo que esté en una curva cerrada, en cuyo caso no acelera. Una novedad de este sistema es que puede memorizar distintas velocidades para seleccionar directamente cualquiera de ellas.

El Serie 7 puede tener conexión con Internet. Después de leerme varias veces la documentación que da BMW, sigo sin ver para qué puede servirle eso a alguien que está conduciendo. Reproduzco los ejemplos que da BMW del uso de Internet en el Serie 7: «Recibir y enviar e-mails, consultar la cotización en bolsa y obtener sugerencias bursátiles, conseguir informaciones sobre itinerarios de vuelo y rutas de viaje, reservar habitaciones en hoteles o mesas en restaurantes, pedir entradas para el teatro o el cine, recibir noticias e informaciones deportivas, comprar online y realizar operaciones bancarias».