BMW Serie 5 520i (2001) | Buen aspecto y muchas opciones

01/01/2001 |Juan Manuel Pichardo

El puesto de conducción tiene casi todo lo que hay que tener: buen asiento (aunque algo más blando del que tenían antes los BMW), pedales y volante bien colocados, instrumentación precisa y casi todo a mano. Por el tacto de las cosas que se mueven y el ajuste de las que no deberían moverse, el Serie 5 da una gran impresión de calidad.

Los retoques que ha hecho BMW en la carrocería de año modelo 2001 no son grandes, de manera que todo lo dicho en la prueba del 525d sigue siendo válido:

«El Serie 5 tiene un espacio interior en consonancia con su tamaño; las plazas traseras son muy adecuadas para que dos personas viajen cómodamente. Para tres existe la limitación de la anchura y el estorbo del llamado "túnel de transmisión", el abombamiento central que obliga a pasajero del centro a separar las piernas y ocupar más espacio.

En las plazas delanteras no hay ningún problema de espacio, pero sí el inconveniente de este tipo de coches con el motor longitudinal y muy retrasado: quien descanse la pierna derecha contra la consola o se apoye en ella en las curvas a derecha, notará el calor del motor y la caja de cambios.

El maletero tiene 460 l de capacidad; no es mucho para un coche de su tamaño, principalmente a causa de la altura, aunque sí con mucho fondo. No es maletero ideal para cargar objetos aparatosos (como una bicicleta, por ejemplo) pero normalmente no planteará problemas a quien sólo lleve maletas, aunque sean grandes.

El equipamiento de serie es bueno en general, aunque BMW sigue cobrando por algunos elementos que son equipo de serie en coches de muy inferior categoría». Lo que no vale actualmente de la prueba del 525d es la foto donde se ve el monitor en la consola; ahora es casi el doble de grande.

Uno de los elementos que normalmente considero muy recomendable (si es opcional) es el limpiaparabrisas automático, pero en este caso no. A diferencia de los que he llevado en otras marcas (Peugeot o Mercedes), el del 520i toleraba demasiada agua sobre el cristal; la velocidad de barrido siempre ha sido algo inferior a lo deseable, especialmente con lluvia intensa. Es una opción que cuesta 76.010 pesetas.

BMW mantiene en la instrumentación su característico indicador de consumo instantáneo. Muchas personas no le ven utilidad, y realmente no la tiene en ciudad o cualquier otro tipo de conducción con frecuentes aceleraciones. Pero sí da una información muy interesante si se viaja a un ritmo más o menos constante, y es muy útil para quien quiere controlar cómo su conducción afecta al consumo.