BMW Serie 4 Coupé (2013) | Impresiones de conducción

07/05/2014 |Enrique Calle

El BMW Serie 435i xDrive que ha pasado por km77.com tiene cualidades de deportivo y también de coche de lujo. De vehiculo de lujo porque a sus mandos se pueden hacer viajes largos con comodidad, tanto porque su suspensión no agita con excesiva fuerza a los ocupantes —lo cual no quiere decir que sea blanda— como por el bajo nivel de ruido que llega al interior. A bordo se nota poco la rugosidad del asfalto, da la impresión que el coche avanza con aparente facilidad y su motor de seis cilindros (el que tiene la versión 435i que hemos probado) apenas vibra.

Su faceta de deportivo se debe a que obedece con rapidez a las órdenes del conductor. Tiene mucha adherencia lateral en las curvas y los movimientos de su carrocería son reducidos. Con este modelo es posible rodar a un ritmo muy elevado en zonas de curvas con la sensación de que el límite está aún lejos. Que el coche sigua fielmente las indicaciones del volante quizá esté reforzado por el hecho de que la unidad que hemos probado tenía instalado el paquete deportivo M que incluye ruedas de mayor tamaño que las de serie (las delanteras de medidas 225/45 R18 y posteriores 255/40 R18).

Para ser un auténtico deportivo le falta una dirección mejor. La que tiene es muy conveniente en ciudad y en conducción tranquila porque se maneja sin apenas esfuerzo y ayuda a incrementar la sensación de suavidad que transmite el coche. Pero en conducción rápida no transmite, a mi juicio, toda la información necesaria para acercarse con confianza al ritmo que permite el motor, al menos al principio. Mi percepción sobre esta dirección ha mejorado claramente después de un periodo de adaptación, pero en todo caso, no es tan buena (ni se acerca) como la que tienen los mejores deportivos de precio similar que conozco, como el Porsche Cayman.



Los frenos son suficientes. Detienen el coche en distancias normales y tienen una resistencia corriente en uso normal, es decir, en una conducción por carretera no es normal agotarlos salvo que se conduzca muy descuidadamente o se busque este efecto a propósito. En opción hay un equipo de frenos mejores que no hemos probado, pero que quizá aporten algún beneficio para quien busque una frenada algo más potente y un pedal con mejor tacto.

La suspensión de serie ofrece buen compromiso entre confort de marcha y control de los movimientos de la carrocería. Aísla correctamente de las típicas irregularidades que abundan en la ciudad (como por ejemplo, los resaltos que tienen como misión reducir la velocidad) y de las que también son habituales en carretera. Opcionalmente se puede instalar una suspensión de dureza variable a voluntad del conductor (hay varios programas), pero no me parece indispensable a tenor de cómo funciona la de serie.

La tracción total es muy apropiada en este coche. Gracias a ella se reduce considerablemente el riesgo de que se produzcan movimientos bruscos cuando el conductor pisa con contundencia el acelerador, especialmente si el firme está deslizante. El BMW 435i es un coche rápido y muy potente y la tracción total aumenta considerablemente las posibilidades de transmitir la potencia al suelo de forma eficaz.

El motor de nuestra unidad de pruebas era el más potente disponible hasta la fecha. Responde con fuerza y total suavidad entre 1000 y 7000 rpm, con un sonido moderado y agradable al mismo tiempo. El BMW Serie 4 con este motor no gasta mucho carburante para la reserva de aceleración que ofrece pero en ningún caso se puede decir que gaste poco en términos absolutos. Durante la prueba, el consumo ha estado en torno a 10 l/100 km haciendo un uso de todo tipo, con más kilómetros a ritmo suave que rápido y más por carretera que por ciudad.



En nuestro recorrido habitual de consumo (que es un tramo de 143,3 kilómetros por autopista con fuertes pendientes, saliendo y terminando a coche parado y buscando una media de 120 kilómetros por hora), el consumo medio ha sido de 8,1 l/100 km. Ese recorrido se hizo todo el rato en octava marcha (salvo en el momento de la salida, llegada y cambio de sentido) sin superar las 2400 rpm prácticamente en ningún momento y pisando muy poco el acelerador. El consumo sube considerablemente cuando hay cambios frecuentes de ritmo o cuando se usa buena parte de la potencia disponible. En condiciones exigentes (con constantes aceleraciones y frenadas) es perfectamente posible sobrepasar 20 l/100 km en una carretera de montaña con continuas aceleraciones y frenadas.

Aunque el motor del BMW 435i Coupé tiene un funcionamiento impecable, habrá quien prefiera uno de menor potencia. Me parece un pensamiento completamente coherente no sólo en términos de consumo y precio, sino también porque el 435i es un vehículo tan veloz que raramente se le puede sacar partido. Pero por otra parte, habrá a quien el 435i le parezca un modelo apetecible precisamente porque ofrece una capacidad de aceleración que normalmente solo se encuentra en coches más costosos. Por ejemplo, según nuestras mediciones (tabla comparativa), nuestro 435i xDrive ha acelerado entre 80 y 120 km/h lo mismo que un Audi RS4 de 450 CV, ligeramente más que un Jaguar F-Type S V6 3.0 S/C Convertible 381 CV y no queda muy lejos de un Porsche 911 Carrera de 349 caballos.