BMW Serie 3 Berlina y Touring (2009) | Impresiones del interior

24/08/2010 |Javier Moltó

El interior del BMW Serie 3 está diseñado y fabricado con mucha atención a la calidad. Los materiales empleados tienen buen aspecto (al menos en las unidades que yo he probado, con tapicería de cuero y asientos deportivos), pero eso no es lo principal.

Me parece más importante que todos los remates están cuidados, a cada extremo de la moqueta se le pone una fijación (tanto en el habitáculo como en el maletero), cada cajita está forrada, el tacto de los mandos es adictivo, cada botón o mando está en el sitio exacto. Que cada cosa esté en el sitio exacto sucede en todos los coches, si bien en algunos da la impresión de que podría estar en cualquier otro lugar.

Todo lo que explica Enrique Calle referido al interior del BMW Serie 3 anterior (más información), mantiene su validez. Aunque repetiré algunas impresiones, me centro en las novedades o en aspectos que él no menciona.


La principal de todas ellas es el nuevo «iDrive», opcional (imagen). Con relación al anterior, mejora más por la nueva disposición de los contenidos en la pantalla, con ventanas, que por las teclas que se han situado alrededor del mando «Controller».

Aun así, hay tres teclas muy útiles. La que lleva directamente al menú principal, la que permite volver a la pantalla anterior y la incorporación más novedosa, la tecla «Option».

Sobre todo al principio, mientras no se conozcan bien todas las posibilidades, resulta muy útil ya que al pulsarla permite ver las opciones adicionales a partir de cada pantalla o contexto. Además de todo ello, las ocho teclas programables de acceso directo, situadas en el salpicadero, son también de gran ayuda. El sistema manos libres Bluetooth permite conectar el teléfono con facilidad y permite descargar la agenda.

Los tres reposacabezas de la fila posterior basculan. En la versión anterior sólo basculaba el central. Con los reposacabezas plegados se ve mejor por el retrovisor. Los laterales son regulables en altura (en las dos unidades que lo probé, con bastante esfuerzo), el central no. En el reposabrazos central posterior se esconden dos posavasos.

La plaza central trasera no es utilizable para largos recorridos, porque el respaldo (el reposabrazos plegado) es duro y convexo. Además, el alto y voluminoso puente central obliga a separar mucho los pies a quien vaya ahí sentado. Tampoco se trata de un coche ancho, aunque dos personas caben con comodidad y espacio suficiente para las piernas. Los pies se pueden meter bajo la banqueta delantera si se sube ligeramente. Por lo tanto, tres personas van incómodas, especialmente la sentada en el centro.


Las plazas traseras disponen de dos salidas centrales de aire, de luz general y de dos luces de lectura de mapas, orientadas hacia los dos asientos laterales. En el coche hay cuatro tomas de corriente: dos en las plazas delanteras y dos en las posteriores donde no hay bolsas en las puertas. Sólo se pueden guardar objetos en la pequeña red situada en el respaldo de los asientos delanteros.

El acceso sin llave puede habilitarse en las puertas delanteras, tanto para entrar como para salir del coche. Para cerrar hay que tocar la parte superior del tirador de apertura de la puerta, que tiene unas rayas que indican la situación del sensor.

En el maletero no hay sensor para cierre general, por lo que si tras bajar del coche se deposita algo en él para ocultarlo de la vista, es necesario cerrar con el mando. En cambio sí es posible abrir el maletero sin utilizar la llave, con sólo introducir la mano en el tirador de apertura. También se puede abrir a distancia mediante el mando de la llave.

El reposabrazos situado entre las dos plazas delanteras es desplazable (imagen). Incluso en su posición más retrasada noto su presencia al cambiar de marchas, porque me siento en la posición más baja del asiento. No molesta, pero no es cómodo.

En su interior hay una instalación para conectar un teléfono, una toma de corriente, un pequeño hueco para dejar llaves, por ejemplo, un conector USB y un «mini-jack» para conectar un dispositivo externo de almacenamiento de música y un pequeño hueco. Frente a la rodilla izquierda hay una cajetín bien forrado, práctico para guardar llaveros, cartera y teléfono portátil.


La tecla del limpiaparabrisas automático se ilumina cuando está conectado, pero queda sitada justo tras el brazo del volante y no se sabe si está conectado o no. Como en el resto de la gama BMW, los cinturones de seguridad no tienen regulación de altura.

Como los neumáticos son «Runflat», no lleva rueda de repuesto ni herramientas de sustitución. La ausencia de neumático deja un gran hueco bajo bandeja del maletero. La batería también está en el maletero, en un lateral.

En la parte superior del maletero hay dos tiradores para abatir los respaldos de los asientos posteriores. Esa parte superior del maletero, que no se ve salvo si uno se agacha para mirarla, no está forrada y queda la chapa desnuda. Este es quizá el único pero que se le puede poner al acabado, si bien esa zona no es visible, salvo para quien se empeñe en verla.