BMW Serie 3 Berlina (2009) | Impresiones del interior

05/05/2008 |Enrique Calle

Una cualidad sobresaliente de la Serie 3 de BMW es su puesto de conducción. Los asientos de serie ya son buenos; los opcionales son todavía mejores porque dan una sujeción lateral mayor y la banqueta es extensible (manualmente). Adicionalmente pueden tener regulación del apoyo lumbar o un sistema neumático que cambia la anchura del respaldo mediante un mando eléctrico.

Independientemente del asiento que tenga, la posición al volante es muy cómoda. La banqueta puede ir cerca del suelo (al estilo de algunos cupés) o alta, dado que el reglaje de altura de la banqueta es amplio. No obstante, como los pedales quedan más bien lejos, no es el coche más indicado para personas de baja estatura.

Hay varios volantes posibles, que se diferencian, entre otras cosas, por el grosor del aro, por el material que lo recubre y porque puede tener varios mandos integrados en los dos brazos horizontales.


Como en otros modelos de BMW, el Serie 3 no tiene ajuste de altura para el cinturón. Que quede correctamente situado depende de la altura del conductor, de lo inclinado que lleve el respaldo y de otros ajustes del asiento.

Esto es un inconveniente para el conductor, pero lo es más para el pasajero, que tiene más margen para colocar el asiento. El pasajero va tanto más seguro cuanto más atrás coloque el asiento; en el Serie 3, si lo coloca muy atrás, la parte del tórax del cinturón apenas se apoya en el cuerpo. Eso no pasaría, o pasaría menos, si se pudiera cambiar la altura del cinturón.

Para arrancar el motor hay que meter el mando a distancia en un hueco y presionar un botón. En los que tienen la opción de cerraduras automáticas («Acceso Confort»), no hace falta pulsar un botón para desbloquear las puertas ni meter el mando en el hueco para arrancar el motor.

La instrumentación tiene, además de los instrumentos normales, indicador de consumo instantáneo pero carece de termómetro de agua. La instrumentación es un ejemplo del buen nivel de calidad de este coche; los indicadores analógicos no tienen reflejos incluso cuando las condiciones de luz son poco favorables. Las pantallas digitales de la instrumentación, de la radio o del navegador se ven siempre igual, independientemente la luz ambiente o la incidencia del sol.

El interior está mal resuelto en el aspecto de que hay pocos receptáculos para dejar cosas o vaciarse los bolsillos, sobre todo si tiene montado el mando central «i-Drive»; este elemento reemplaza a un práctico hueco entre los asientos delanteros. El «i-Drive» está presente cuando se adquieren cualquiera de dos posibles navegadores: «Professional » o «Bussines».

Cuando el Serie 3 tiene «i-Drive», desde la pantalla central de la consola (imagen) se puede manipular muchas funciones como el ordenador de viaje, la radio, el teléfono y todos los ajustes posibles del coche. Si el coche no lo tiene, estas funciones se manejan desde la pantalla de la radio o desde la que hay detrás del volante (con una calidad gráfica muy inferior). Tenga el coche o no «i-Drive», es mucho mejor consultar la información del ordenador en la instrumentación que hay detrás del volante, porque hay que apartar menos la vista de la carretera.

El «i-Drive» requiere cierto aprendizaje, para manejar tantas funciones; lo mejor es practicar con el coche parado y el manual en la mano. Conduciendo es mejor usarlo lo menos posible, sobre todo para operaciones que requieren atención, como introducir un destino en el navegador.


Con el «i-Drive», una opción obligada es un volante con dos teclas que se pueden programar para que al pulsarlas realicen directamente ciertas funciones relativas a la navegación, al sistema de sonido, de ventilación u otros ajustes personales (imagen).

Todo el plástico del salpicadero es más o menos blando, hasta la tapa de la guantera. El plástico que no es laminado, es pintado; hasta el que hay en la base de los asientos o el de las bolsas de las puertas, que suele ser el de peor calidad del habitáculo, tiene un cierto tratamiento superficial para darle buen tacto. Las puertas están tapizadas o tienen un plástico laminado.

El acceso a las plazas traseras no es bueno, cosa que sorprende en un coche de batalla tan larga. El espacio para meter el pie no es grande y hay que salvar un escalón algo mayor de lo normal.

El asiento es más bien duro y tiene una inclinación del respaldo adecuada, dos cosas que lo hacen confortable en viajes largos. Además, el reposacabezas no queda demasiado alejado, por lo que sirve también para descansar la cabeza además de cumplir su función como elemento de seguridad.

Por el contrario, el cinturón de estas plazas está mal colocado porque roza el cuello, tanto más cuanto menor sea la altura del pasajero. Me parece especialmente inadecuado para los niños que pueden usar el cinturón pero necesitan un cojín elevador.


La altura atrás es más que suficiente para pasajeros que midan hasta 1,70 m y empieza a ser justa a partir de ahí. Una persona alta tendrá que separar la cadera del respaldo para caber. Hay cierto margen para poder hacerlo, porque el espacio entre asientos es suficiente. Es poco apropiado para llevar a tres personas adultas atrás porque, aunque la anchura interior es algo mayor de lo normal, el pasajero del centro tiene que llevar las piernas muy abiertas para salvar el túnel central.

Los huecos disponibles para los pasajeros de atrás son las bolsas detrás de los respaldos delanteros, un cenicero al final de la consola y un posavasos que se despliega desde el apoyacodos. No tiene bolsas en las puertas. Hay una luz general y dos individuales, de lectura. Tiene dos salidas de aire orientables al final de la consola, con un mando para ajustar el flujo de aire y otro para la temperatura. Puede tener cortinillas de accionamiento manual en las puertas traseras y una persiana eléctrica para la luneta.

El volumen del maletero es normal en términos absolutos, y más bien escaso si tenemos en cuenta que no lleva rueda de repuesto. El suelo del maletero no es regular. La parte final hace una pequeña rampa y en los laterales hay dos piezas que sobresalen (imagen). Hay dos espacios laterales y, bajo el suelo del maletero, un hueco donde caben dos triángulos pequeños y un botiquín. Es decir, aunque el volumen del maletero es grande, no es igual de aprovechable que otros maleteros con el mismo volumen y forma más regular.

Hay cuatro argollas para sujetar una red, dos cromadas plegables al fondo del maletero y dos pintadas en la parte anterior. El borde de carga está a un nivel normal. Opcionalmente hay elementos que pueden hacer más funcional el maletero, como cajas específicas, cintas integradas para sujetar el equipaje y mandos en el maletero para abatir los asientos.