BMW Compact 325 ti (2001) | Mejor con rueda estrecha

26/06/2001 |Javier Moltó

Por carretera de asfalto liso, las ruedas de 225 mm de anchura y perfil 50 no son un inconveniente apreciable en la conducción. Influyen negativamente en el consumo, pero no puedo cuantificarlo, porque en la ocasión que conduje el coche con ruedas menos anchas no pude medir el consumo. Pero en España hay pocas autovías con un firme liso y en cuanto aparecen las irregularidades las ruedas de 225 mm resultan excesivas.

La suspensión M-Technic del Compact 325 ti transmite con rotundidad las ondulaciones del piso, por lo que los trayectos largos por autovía pueden hacer mella en los riñones de los ocupantes. Este problema se agrava con los neumáticos, opcionales, de 225 mm de anchura y de flancos duros que llevaba nuestra unidad de pruebas. Es cierto que con estos neumáticos y con asfalto seco, el coche tiene una motricidad muy elevada en carretera de curvas. Se puede acelerar en cualquier posición del coche y casi sin miramientos, que los neumáticos agarran y el coche no se descoloca. Pero el Compact 325 ti pierde progresividad con estas gomas y no resulta tan agradable de conducir como con las de 205 mm de anchura y perfil 55 (siempre en llanta de 16") que probé hace un mes. En alguna situación puede resultar más efectivo con la rueda más ancha, pero salvo que se quiera inscribir el coche en alguna competición, no veo que esas décimas tengan sentido alguno.

El coche tiene de serie sistema de control de estabilidad y tracción DSC. Su efectividad no está reñida con la capacidad del conductor de disfrutar de la conducción «deportiva» (para quien disfrute con este tipo de conducción). El eje delantero obedece con precisión las indicaciones del volante y salvo que el suelo esté muy deslizante el sistema apenas actúa en condiciones normales. Cuando más se nota su presencia es en aceleración a la salida de la curva si el piso está ligeramente mojado. En aquella ocasión desconecté el control de estabilidad, pero a pesar de ello el sistema de control de tracción seguía actuando. Leyendo el libro de instrucciones he aprendido como desconectar todos los sistemas electrónicos de ayuda a la conducción: hay que mantener la tecla presionada unos cuatro segundos.

Sobre piso mojado, en una carretera muy virada y de curvas muy cerradas, el sistema de control de tracción intervenía continuamente al acelerar. En esta ocasión, sobre piso seco y con los neumáticos de 225 mm de anchura, con todos los sistemas electrónicos desconectados, para descolocar el coche en aceleración había que tener muchas ganas de provocarlo, o equivocarse. Algunos conductores más echarán en falta un diferencial autoblocante. El 325 ti no lo tiene y en curvas muy cerradas, con el control de tracción desconectado, la potencia se «escapa» por la rueda interior.

Como las suspensiones son duras y las ruedas muy anchas, cuando el piso es poco regular se producen pequeños rebotes de los neumáticos. Si se lleva el sistema de control de estabilidad conectado, y se circula rápido por una carretera con asfalto poco regular, continuamente se ve parpadear en el cuadro el indicador que señala su entrada en funcionamiento. Salvo posibles errores, el conductor ve los parpadeos en el cuadro, pero apenas nota la intervención del sistema.

Las distancias de frenada, sin ser espectaculares, han sido buenas (56 m a 120 km/h), pero los frenos tienen una escasa resistencia en un uso continuado y se sobrecalientan con facilidad. Después de varias frenadas fuertes, el tacto del pedal empeora notablemente y los frenos comienzan a sonar y pierden capacidad de retención, aunque siguen parando.