BMW Serie 1 Coupé (2008) | Impresiones de conducción

27/06/2011 |Enrique Calle

Como el resto de versiones del Serie 1, el cupé es un coche que a la hora de conducirlo transmite una positiva sensación de solidez. Está pensado principalmente para quien disfrute de la conducción, que prima frente a aspectos como la comodidad de suspensión.

Nuestra unidad de pruebas (123d) tenía la suspensión de serie. Opcionalmente hay una más dura («Suspensión Deportiva M») que deja la carrocería más cerca del suelo. Incluso con la suspensión de serie las irregularidades se notan con claridad. A cambio, la carrocería va bien sujeta (balancea y cabecea poco) y la estabilidad es alta. Dado lo bien que va con la suspensión de serie, puede llegar a ser un error optar por la suspensión deportiva.

También conserva de otros Serie 1 unas reacciones que empeoran un poco más de lo habitual que en otros coches cuando hay que circular por carreteras en mal estado. Por ejemplo, si coincide que hay un roto en la carretera cuando se toma una curva, el coche tiene una cierta tendencia a descolocarse con rapidez y los ocupantes perciben una sacudida relativamente grande.


Lo que me parece superior en el Serie 1 Coupé respecto a las versiones de 3 y 5 puertas es que, en condiciones concretas, puede tener reacciones más suaves que lo hacen más fácil de conducir.

Por ejemplo, en un cambio brusco de apoyo o cuando en una curva se acelera a fondo en marchas cortas, con el cupé es menos probable perder la trayectoria.

Estas diferencias de estabilidad puede que se deban a los ajustes específicos que tiene el chasis del Serie 1 Coupé (más información). No obstante, las diferencias son tan sutiles que para notarlas con claridad haría falta conducir un Serie 1 Coupé y justo después uno de 3 ó 5 puertas, con el mismo motor y el mismo equipo de ruedas, algo que no he podido hacer.

123d

El motor Diesel del 123d (204 CV) también lo pueden tener tanto las otras dos carrocerías cerradas del Serie 1 como el descapotable. Tiene una respuesta contundente casi a cualquier régimen. Se puede acelerar a fondo a poco más de 1.000 rpm y la ganancia de velocidad es importante hasta la zona roja del cuenta revoluciones. Es decir, acelera de forma lineal y, a la vez, intensa. A causa de esta forma tan progresiva de dar la fuerza, cuando se pisa el acelerador a baja velocidad puede parecer que no es especialmente rápido: donde sí se nota su potencia es cuando hay que acelerar una vez el coche ya va deprisa, porque gana velocidad con gran facilidad.

Lo que me parece mejorable en esta versión, igual que en 120d (177 CV), es que sigue teniendo una aspereza sensible en circulación urbana. Por ejemplo, cuando se pisa el acelerador a bajo régimen se nota claramente cómo el retrovisor no deja de vibrar hasta que el motor sube algo su velocidad de giro.

El consumo del 123d es bajo para lo que es capaz de correr. Para ir a velocidades más o menos legales por autopista el consumo puede bajar de 7,0 l/100 km y si se alterna ciudad y alrededores, puede estar cerca de 8,0 l/100 km. El consumo máximo que hemos medido supera los 14,0 l/100 km, en una carretera lenta de montaña. No hay ningún otro cupé Diesel de un tamaño similar, excepto el Alfa Romeo Brera con el motor 2.4 JTDm de 210 CV, que gasta más y tiene peores prestaciones (ficha comparativa).


Con cualquiera de los motores, el Serie 1 Coupé destaca por su bajo consumo y buenas prestaciones. Las versiones con motor de cuatro cilindros (120i, 118d, 120d y 123d) llevan un sistema de parada y arranque automático del motor cuando el coche se detiene, lo que contribuye a contener el gasto de combustible (más información).

135i

Durante la presentación internacional también tuve la oportunidad de conducir la versión 135i (306 CV), brevemente por carretera y por circuito. He podido extraer pocas conclusiones, pero lo que tengo claro es que el 135i no es un M3 a escala, ni un Z4: el Serie 1 Coupé es más fácil de conducir que cualquiera de estos dos modelos.

Incluso me ha parecido menos ágil que un 130i (258 CV) de 3 ó 5 puertas, pero a su favor está el mayor aplomo. A pesar de la fuerza que tiene el motor de 306 CV, no es un problema ni un exceso en una carrocería relativamente pequeña como la del Serie 1 Coupé.

También tuve la sensación de que es más torpe que otras versiones del Serie 1. Esta diferencia puede que también se deba al funcionamiento del control de estabilidad (DSC). En otros BMW, este dispositivo entra poco en funcionamiento cuando se desconecta el control de tracción (DTC) e, incluso, deja salir de las curvas patinando las ruedas traseras. En el 135i no he tenido la misma sensación, porque interviene más a menudo.