BMW Serie 1 (2004) | Impresiones del interior

21/06/2004 |Javier Moltó

«El Serie 1 de BMW no hace milagros con el espacio, pero esa no es la intención. Lo que se pretende con este coche es conseguir la mejor satisfacción de conducción y ese objetivo sólo se alcanza con coches de tracción trasera». Estas palabras de Lutz Römer, responsable de ingeniería del BMW Serie 1, dan una idea de qué ofrece y qué no este coche.

Todo está perfectamente medido para que el conductor se encuentre a gusto tras el volante. El asiento puede tener ajuste de altura, inclinación y longitud de la banqueta, anchura del respaldo (con asientos de cuero opcionales) y está perfectamente centrado con el volante y los pedales. El volante con ajuste vertical y longitudinal. El pedal del acelerador está articulado en el piso, hay un buen apoyo para el pie izquierdo y la palanca del cambio está bien situada.

También el copiloto dispone de todos las elementos para sentirse a gusto. No son unas plazas delanteras anchas, pero el conductor va suficientemente alejado de la puerta como para manejar cómodamente el volante. Sólo un detalle desmerece el conjunto: el anclaje superior del cinturón de seguridad es fijo, al igual que en el Serie 5. Los responsables de BMW sostienen que los pasajeros deben adaptar su posición a la fijación superior del cinturón. No sé bajo qué criterio. Para el de la comodidad desde luego que no.

Otro elemento que puede entorpecer la comodidad de los conductores que van sentados con la banqueta baja es el reposabrazos central, que se interpone en el movimiento del codo la cambiar de marcha. La ventaja es que va articulado y se puede quitar de en medio con facilidad.

Las plazas posteriores tampoco son anchas, por lo que tres adultos no pueden ir cómodos. Tampoco por la forma de los asientos.

Mayor problema que la anchura es la longitud, no tanto por el espacio que hay una vez sentados, sino de la dificultad de un adulto para entrar, y sobre todo de salir, del asiento posterior. El espacio libre para pasar el pie entre el asiento posterior y el montante central de la puerta es de 23 cm. Un pie de talla 42, con un zapato poco voluminoso, supera claramente 30 cm de longitud. Una vez traspasado el montante de la puerta, el pie tropieza contra el respaldo del asiento delantero y todavía no ha llegado a su destino, porque el piso de la zona posterior está muy bajo con relación al umbral de la puerta y el pie queda muy encajonado. El primer pie entra con relativa facilidad, pero el segundo en entrar, no lo tiene nada fácil. Para salir el problema es mayor si no se es muy flexible o si se tienen los pies grandes. La tarea resulta más sencilla si el pasajero de las plazas delanteras coloca su asiento bien avanzado, pero no se resuelve totalmente, porque permanece la corta distancia entre el asiento posterior y el montante.

Una vez sentado detrás, se acomoda uno con relativa comodidad, especialmente si los pasajeros delanteros elevan la banqueta de sus asientos para que quepan bien los pies por debajo. En la posición más baja sólo caben las puntas de los pies, siempre que se introduzcan completamente planos bajo el asiento, lo que resulta poco cómodo. Lo normal es llevar la parte interior de los pies ligeramente levantada, acompañando el movimiento de las rodillas que se desplazan lateralmente.

A pesar de la limitación de espacio para los pasajeros de las plazas posteriores, y de la ausencia de rueda de repuesto en todas las versiones, el maletero no es voluminoso.

Con el respaldo de los asientos posteriores abatido, queda una superficie casi plana. Para cuando se llevan los asientos abatidos, hay unas fijaciones en el techo y en el respaldo de los asientos traseros para sujetar una red e impedir que los bultos impacten contra los pasajeros en caso de detención brusca.

El conductor dispone de un hueco amplio para dejar pequeños objetos a la izquierda del volante, a la altura de la rodilla izquierda. En la consola central hay algún hueco más y un posavasos (bajo el reposabrazos), además del propio reposabrazos central, que permite alojar en su interior otros objetos o el teléfono móvil. Las bolsas de las puertas son estrechas y la guantera pequeña. La tapa de la guantera va sujeta con una cinta que tiene un aspecto pobre y frágil.

En general, los materiales empleados en el salpicadero tienen buen aspecto, aunque hay algunos plásticos que desmerecen el conjunto. El ajuste de los elementos en las unidades que he visto era impecable.

El Idrive, que es opcional, sólo regula cuatro funciones: teléfono, navegador, equipo de sonido y reparto de caudal de aire. El teléfono y el equipo de sonido también se pueden manejar con los mandos del volante.