Audi TTS 2.0 TFSI quattro (2006) | Impresiones del interior

10/10/2008 |Enrique Calle

La impresión que me ha dejado el TT S es que resulta relativamente funcional si se acepta el tipo de coche que es. Esta consideración la hago principalmente porque tiene una carrocería con buena visibilidad en casi todas las direcciones y porque es fácil adivinar dónde están sus esquinas, lo que viene bien en maniobras de aparcamiento. En los cupés donde el conductor va sentado muy retrasado, como en un BMW Z4 o en un Nissan 350 Z, es mucho más difícil maniobrar.

Tiene algunos de los inconvenientes frecuentes en otros coches con un carrocería de altura muy reducida: para entrar hay que dejarse caer y para salir hay que hacer un esfuerzo que no será cómodo para todo el mundo.

A pesar de que por el tamaño del coche pudiera parecer lo contrario, el habitáculo del TT es suficientemente amplio para que un conductor que mida algo más de 1,90 m pueda ir cómodo. No da sensación de agobio.


Lo que hay que tener en cuenta es que las plazas traseras no valen para llevar pasajeros; si en las plazas delanteras hay una persona de talla media, atrás no queda sitio para las piernas. Opcionalmente se pueden pedir unos anclajes de tipo «Isofix» para colocar en los asientos traseros unas sillas infantiles, pero dudo si hay sitio para colocar a un niño en su silla.

El volante tiene ajuste longitudinal y vertical amplios, lo que permite ir con las piernas algo estiradas sin que el volante quede lejos de las manos.

El volante tiene la parte inferior del aro plana. Que sea así tiene la ventaja de que deja mas espacio para las piernas entre él y el asiento. Yo he tenido una sensación extraña cuando, al maniobrar o al manotearlo en carreteras de curvas, he colocado la mano en el tramo plano del aro.

Los asientos de serie sujetan bien el cuerpo sin unos resaltes laterales pronunciados en exceso que dificulten el acceso y la salida de los ocupantes del habitáculo. No he probado los asientos opcionales.

El maletero tiene un volumen de 290 l, casi la misma capacidad que la de un Renault Clio. Por lo tanto, hay espacio suficiente para meter un par de maletas y alguna bolsa. Los asientos traseros se pueden abatir (en dos mitades) y, de esa manera, el volumen aumenta hasta 700 l.


Para ocultar el equipaje no hay una bandeja enrollable (como la que tiene el Z4 Coupé) sino un par de piezas rígidas que cubren la totalidad; una está fijada a portón y la otra -la más próxima a los asientos- al maletero. De este modo no hay que retirar nada para cargar o descargar el coche. El maletero está completamente enmoquetado, iluminado y hay varias argollas para sujetar una red. Tiene un acceso muy cómodo.

De serie lleva un kit de reparación de pinchazos (no tienen rueda de repuesto) y el gato es una opción sin coste.