Audi A3 3p TDI 130 CV Ambition (2000) | Mucha fuerza, bajo consumo y poca suavidad

05/12/2000 |Juan Manuel Pichardo

Hacen falta instrumentos muy precisos y muchas horas de trabajo para saber la potencia máxima que tiene un motor. Pero para saber la que no tiene basta una prueba en carretera. Está claro que este motor no tiene 130 CV, sino mucho más. La velocidad máxima homologada es 205 km/h y el desarrollo en sexta velocidad 55,1 km/h cada 1.000 rpm. Para un coche con 130 CV y la resistencia aerodinámica del A3 (SCx 0,69) sería imposible alcanzar 4.000 rpm en sexta (más de 220 km/h), en una carretera plana y sin viento. Y el A3 que hemos tenido de prueba lo hacía.Hace poco que he llevado el León TDI 150 CV y, por lo que se puede notar (aunque sin medir), me parece que es muy semejante a este A3 de 130. Hay una cierta diferencia en recuperación entre ellos, pero más por desarrollos que por motor (el A3 va ligeramente más largo). La comparación con otros motores Diesel de potencia semejante también es favorable el motor de Audi. Por relación prestaciones / consumo, me parece mejor que el 4 cilindros de BMW (320d) o el cinco cilindros de Fiat (Alfa 156 o Lancia Lybra JTD). Aún no he conducido el cuatro cilindros de Peugeot en versión de 2,2 litros y 133 CV.

Por encima de unas 2.500 rpm (menos de 140 km/h), la sexta velocidad da una aceleración que es suficiente para ir más rápido que el tráfico normal al circular por autovía. Sin bajar de ese régimen, es posible afrontar rampas pronunciadas.

Si, por el contrario, el conductor prefiere apurar las marchas, el motor responde bien hasta 4.500 rpm y ahí dice basta. Ahora bien, a partir de 4.000 el mismo motor, con un cambio a un tono más agudo en el ruido, avisa de que se acerca a su límite.

Gasta poco en cualquier circunstancia. El consumo medio en la prueba ha sido el mismo que estamos obteniendo con nuestro León TDI 110 en la prueba de larga duración: menos de 8 l/100 km. En cambio, cuando se circula rápido a velocidad sostenida, el A3 gasta menos que el León al mismo ritmo. El rendimiento de este motor es aún mejor que el del TDI 110 CV.

Lo que le falta a este motor es algo más de suavidad. De las tres formas en que se puede manifestar el motor en este sentido -ruido, vibraciones y aspereza- es lo último lo que más se siente. Tiene un sonido grave, claramente audible al acelerar, que queda en segundo plano cuando se sostiene una velocidad constante, aunque sea alta; si se circula en sexta, casi siempre se oye más el aire que el motor. Vibra un poco más que el motor 110 en algunas circunstancias, pero no es un motor incómodo por ello ni va sacudiendo a los pasajeros. La «aspereza» (la «H» de lo que los ingleses llaman «NVH», noise, vibration and harshness) es lo contrario de suavidad, y se siente al acelerar el motor más que en otros Diesel.

En un par de ocasiones, cuando circulaba en sexta, se me fue la mano al cambio a buscar la séptima (afortunadamente no la encontró). Esto me ha ocurrido en otras ocasiones, bien por que la aceleración que da el coche la última marcha es alta, bien por el ruido que hace al acelerar, o bien —como en este caso— por una mezcla de las dos causas.

No es realmente un motor incómodo en este sentido, aunque le falta fuerza a bajo régimen. En ciudad, a ritmo de atasco o al ir circular muy despacio, es fácil tener que recurrir a la primera, cuando en otros coches basta la segunda. Si el motor cae por debajo de unas 1.500 rpm apenas da aceleración, y la da muy bruscamente si se pisa mucho el pedal cuando pasa de ese régimen.