Mitsubishi Space Star (2016) | Impresiones de conducción

27/06/2016 |Carlos Fernández (@CarlosFP_77)

Por planteamiento y precio, es una alternativa a coches como el Opel KARL o el Hyundai i10, pero es unos diez centímetros más grande que ellos (ficha comparativa). A pesar de ello, su buena maniobrabilidad compensa el mayor tamaño de su carrocería y en la mayoría de casos no debería ser menos preferible que los citados modelos para una utilización urbana, si se atiende a la longitud exterior como principal criterio de compra. El diámetro de giro —9,2 metros entre bordillos— es prácticamente el mejor de entre sus rivales: sólo giran en menos espacio el Smart Forfour y el Renault Twingo.

El Space Star me ha parecido un coche muy apropiado para circular por la ciudad también por otros motivos: la visibilidad es buena, los pedales apenas oponen resistencia y la palanca de cambios tiene un funcionamiento suave, aunque no muy preciso. La dirección está muy asistida y hay que acostumbrarse a sus 3,5 vueltas entre topes, que son muchas. El automatismo de parada y arraque automáticos del motor —Stop&Start— es de serie y tiene un funcionamiento que no destaca por su rapidez o suavidad, pero a su favor está que muchas de sus alternativas no pueden llevarlo ni siquiera en opción.

Hay tres aspectos que me parecen fácilmente mejorables. El asistente de arranque en pendientes —que es de serie— a veces hace que el coche permanezca frenado aún cuando el conductor quiere iniciar la marcha y se hace necesario revolucionar el motor más de lo deseable para que el sistema se desacople. También hay que pisar más de lo habitual el pedal del freno para que la acción tenga un efecto contundente y, en algunas ocasiones, el nivel de asistencia de la dirección se reduce notablemente al girar el volante rápido durante una maniobra a baja velocidad (como el aparcamiento).

Una característica diferenciadora del Space Star es su suspensión muy blanda, que hace de él uno de los coches de entre sus alternativas que mejor filtra las irregularidades del firme, y también uno de los que cuya carrocería realiza mayores movimientos de balanceo. Estos son notables incluso circulando a baja velocidad, como se puede ver en esta y esta imagen, algo que en última instancia afecta negativamente a la comodidad de los pasajeros: aunque van bien aislados de los baches, tienen que hacer más trabajo de lo habitual para sujetar su cuerpo durante los apoyos en curva. 

Al empezar a conducirlo por carretera me pareció que el coche transmitía cierta inseguridad debido a que se siente impreciso y poco directo ante las acciones que se realizan sobre los mandos. Esto se nota especialmente en el desfase temporal que existe entre que el conductor gira el volante y el coche apoya en una curva. En realidad, las reacciones son seguras y no tardé en acostumbrarme a ellas, pero en ningún caso transmite la sensación de estabilidad de un Hyundai i10, un Opel KARL o los SEAT MiiŠkoda Citigo y Volkswagen up!, que son modelos más recomendables si se van a realizar viajes largos porque sus reacciones son similares a las de coches más grandes. La insonorización es normal: a velocidad de autopista se escucha una mezcla de ruido del motor, de la rodadura y del impacto del aire a un volumen notable.

El motor de tres cilindros y 80 CV de potencia es el mismo que el que llevaba el Space Star 2013 y tiene varios aspectos positivos, como que responde con prontitud cuando el conductor lo solicita y que da una potencia suficiente para mover con soltura al coche si se practica una conducción normal. No tiene un funcionamiento tan refinado como el de las alternativas que acabo de mencionar porque claramente vibra y suena más, aunque su sonido no es desagradable. 

Las prestaciones que hemos obtenido han sido buenas. Ha acelerado de 80 a 120 km/h en 10,5 segundos, mucho menos tiempo del que necesitó un Opel KARL de 75 CV (12,6 s), un tiempo similar al del Toyota Yaris Hybrid de 100 CV (10,6 s) y mayor que el de un Fiat Panda de 85 CV (9,4 s). Sin embargo, los valores de recuperación entre esas velocidades en cuarta y quinta marcha han sido claramente peores que en sus alternativas (tabla comparativa de prestaciones) porque los desarrollos del cambio son muy largos y además la entrega de la potencia se produce en regímenes más altos que en aquellas —la aceleración se intensifica claramente a partir de las 4000 rpm—. Esto se traduce en que, por ejemplo, para acelerar con la misma intensidad que algunas de sus alternativas, el Space Star necesitará hacerlo en una marcha inferior, o que al circular a velocidad de autopista, para subir cualquier pendiente —por pequeña que sea—, haya que reducir una o dos velocidades para que el ritmo de marcha no descienda mucho. Cada usuario deberá considerar si forzar algo más de lo habitual el motor en marchas cortas le supone un problema.

El Space Star frena bien: necesitó 52,8 metros para detenerse desde 120 km/h. Junto con el Opel KARL, que completó la frenada en la misma distancia, son los mejores en este aspecto.

Uno de los beneficios de los largos desarrollos de la caja de cambios es que se consigue ahorrar combustible al utilizar marchas largas. Al circular por vías extraurbanas sin pendientes grandes y a velocidad constante, es fácil que el Space Star consuma unos 5 l/100 km, que es un valor bueno. Realizando una conducción despreocupada por la eficiencia, en varios recorridos urbanos diferentes hechos a horas dispares, el consumo siempre se situó entre los 6 y los 7 litros/100 km aproximadamente, un valor normal. 

En el recorrido de consumo de km77.com, en el cual circulamos durante 143 km por una autopista con muchas pendientes fuertes a una velocidad media real de 120 km/h, el Space Star consumió 6,2 litros/100 km, menos que la mayoría de sus alternativas. Es un dato bueno porque frecuentemente tuve que reducir a cuarta o tercera velocidad y acelerar con decisión, algo que afecta más al consumo en otros motores. En el mismo recorrido, un Opel KARL de 75 CV necesitó 6,9 l/100 km; un Volkswagen up! de 75 CV, 6,7 l/100 km; y un Hyundai i10, 7,0 l/100 km.

Para ayudar a reducir el consumo, en el cuadro de instrumentos hay un pequeño indicador que muestra si el coche está necesitando mucha o poca gasolina en cada momento. El Space Star no puede llevar sistemas de ayuda a la conducción que sí llevan algunos de sus rivales, como el Sistema de frenado automático de emergencia de los Seat Mii, Volkswagen up! y Škoda Citigo , o la Alerta por cambio involuntario de carril del Opel KARL.

La unidad que hemos probado, al tener el nivel de equipamiento «Kaiteki», montaba unas llantas de 15 pulgadas en vez de las de 14 del «Motion». Los neumáticos eran unos Bridgestone Potenza con medidas 175/55 R15.