Mercedes-AMG GT R (2016) | Información general

20/02/2018 |Fernando Ríos (@RiversChains)

El Mercedes-AMG GT R es una versión del Mercedes-AMG GT con abundantes modificaciones mecánicas y aerodinámicas para hacerlo más rápido y efectivo en curvas. El motor, que es uno de los principales protagonistas de este vehículo, desarrolla 585 caballos de potencia, da unas prestaciones sobresalientes y consume mucho carburante (mediciones propias).

Es un deportivo que puede proporcionar unas sensaciones sumamente gratificantes a la persona que se sienta tras el volante, aunque para ello es necesario que ésta tenga unas dotes para la conducción por encima de la media. No es peligroso, ni muchísimo menos menos, pero sus reacciones cuando se circula rápido son mucho más vivas que las de la mayoría de sus rivales con tracción total (Audi R8 o Porsche 911 Turbo, por ejemplo) y requieren de más concentración por parte del conductor (ahí reside parte de su encanto, bajo mi punto de vista). Además, como el motor es muy potente, todo ocurre a mucha velocidad, por lo que también conviene tener mucha templanza a la hora de ejecutar las órdenes con el volante y los pedales. 

Es un vehículo que puede llegar a ser tremendamente efectivo en una carretera de montaña (insisto, siempre y cuando sea llevado por las manos adecuadas), pero también es incómodo y, sobre todo, muy ruidoso por ciudad o vías de circunvalación. Hay más información sobre estos y otros detalles en el apartado de Impresiones de conducción.

Cuesta 198 100 euros, es decir, únicamente 1100 euros más que la versión GT C de 557 CV (que tiene unas prestaciones practicamente idénticas pero menos medidas para mejorar el paso por curva; ficha comparativa). Frente a sus alternativas se encuentra en un punto intermedio: es notablemente más caro que un Nissan GT-R de 570 CV o un Jaguar F-TYPE Coupé SVR de 575 CV, pero más asequible que un Porsche 911 Turbo S de 570 CV o un Lamborghini Huracán LP 580-2. Listado de cupés de más de 500 CV, ordenados por precio.

Las abundantes modificaciones que ha sufrido el GT R (y que detallamos en el apartado de Información técnica) dan como resultado un aspecto distinto al de otras versiones de la gama GT. Los parachoques, por ejemplo, son más voluminosos y tienen unas tomas de aire más grandes, la tapa del maletero tiene un alerón fijo de grandes dimensiones en lugar de uno escamoteable y las llantas tienen un diseño diferente (y pueden ser forjadas). Además, para pintar la carrocería hay disponible un nuevo color llamado «AMG Green hell magno», que es exclusivo de esta versión (es el que puede verse en la galería de imágenes). Este nombre hace referencia al nombre con que se conoce coloquialmente al circuito de Nürburgring Nordschleife, «The Green Hell» (El Infierno Verde).

En el habitáculo los cambios son mucho más sutiles y se limitan a algunos detalles decorativos pintados en color amarillo en las costuras de los asientos y en el salpicadero (imagen e imagen). Los asientos de serie tienen ajustes manuales y están recubiertos de piel nappa y microfibra, aunque opcionalmente es posible elegir otros más deportivos, destinados a dar más sujección y con ajustes eléctricos (imagen). Salvo por estos pequeños detalles, todas las impresiones del interior del GT S publicadas en este artículo son perfectamente aplicables al GT R.

Puede tener, entre otros elementos de seguridad y ayuda a la conducción, los siguientes: un programador de velocidad activo, un sistema de mantenimiento de carril, un detector de vehículos en el ángulo muerto, una alerta por cansancio para el conductor, un servofreno de emergencia para evitar golpes por alcance a baja velocidad o el sistema «PRE SAFE», que tensa los cinturones de seguridad y cierra las ventanillas (entre otras medidas) cuando detecta la posibilidad de que se produzca un accidente. Ficha de equipamiento.

De acuerdo con el comparador de serguros de km77.com, la compañía que ofrece un seguro a todo riesgo más asequible para un Mercedes-AMG GT R es Mapfre. Es una póliza de buena calidad (7,02 puntos sobre 10) y que cuesta 958 euros al año. El tomador de este ejemplo es un hombre casado de 40 años, que recorre unos 10 000 km al año, aparca en un garaje individual y reside en Albacete.