Mazda 5 (2011) | Impresiones de conducción

24/02/2011 |Jaime Arruz y Jorge Fernández

El Mazda 5 es un monovolumen cómodo con el que se pueden realizar muchos kilómetros sin acumular cansancio. Según Mazda, respecto al modelo anterior, el de 2011 tiene cambios en la suspensión y en la dirección que lo hacen más cómodo respecto al modelo de 2005. El nuevo nos gusta más porque su carrocería se tambalea menos y responde mejor a las indicaciones del volante. Sorprende el buen tacto de dirección que tiene, porque a través del volante, el conductor puede percibir muy bien cómo está el coche de apoyado en cada momento. Por cómo se mueve en curvas, el Mazda5 parece un «deportivo» entre los monovolúmenes.

Curiosamente, y a diferencia de lo que pasa con la mayor parte de estos vehículos, no tiene una estabilidad lineal especialmente buena. En ocasiones, cuando se circula por carreteras rápidas hay que hacer pequeñas correcciones en la dirección para que la trayectoria sea perfectamente recta.

1.6 CRTD 115 CV

El motor Diesel de 115 CV consume claramente menos que el anterior de 2,0 l de 110 CV (ficha comparativa). Ahora, el consumo medio es de 5,2 litros a los 100 km en lugar de los 6,1 litros que necesitaba el motor al que sustituye.


En nuestro recorrido habitual de consumo se ha confirmado que gasta poco. Ese recorrido es de 143 km en una autopista con fuertes desniveles. Ha gastado 7,2 l/100 km reales (el ordenador marca 0,7 % de menos) a una media real de 119 km/h, que es un consumo moderado para un coche de este tipo y en línea con el habitual en este tipo de coches. En el mismo recorrido (aunque a una media ligeramente superior, 122 km/h), el C-MAX Diesel de 140 CV gastó 7,1 l/100 km.

1.8 115 CV

El motor de gasolina 1.8 de 116 CV ya estaba disponible en el Mazda 5 anterior. Ahora consume algo menos, quizá porque va asociado a una caja de cambios manual de seis relaciones en lugar de una de cinco. Esa sexta marcha tiene un desarrollo muy largo, por esa razón sirve poco más que para circular por llano y velocidad sostenida. Si hay que ganar velocidad con relativa celeridad, es necesario quitar una o dos marchas. De hecho, en sexta velocidad, es el vehículo de éstas características que peor gana velocidad de los que hemos probado (tabla comparativa de prestaciones).

Si se conduce utilizando el cambio de marchas cuando es necesario, la fuerza del motor es suficiente para viajar con cierta agilidad. Ahora bien, si se conduce despreocupado del cambio, puede ser un vehículo lento. Precisamente el valor más interesante del Mazda 5 Diesel es que tiene mucha mejor respuesta cuando se hunde el pie en el acelerador y va engranada una marcha larga; no hace falta ir tan atentos al cambio de marchas para que la respuesta sea suficiente.

El motor 1.8 115 CV no luce mucho en este coche quizá porque es grande y pesado, pero lo cierto es que su tacto es muy agradable porque reacciona con rapidez a cada movimiento del acelerador; en realidad no da mucha fuerza, pero esa primera respuesta es muy agradable.

La insonorización del habitáculo es buena, aunque los retrovisores exteriores producen algo de ruido aerodinámico. El ruido mecánico apenas se aprecia en el interior cuando se circula en marchas largas y a velocidad moderada. El de rodadura tampoco.


No hemos tenido oportunidad de medir el dato de consumo de este modelo, según lo hacemos habitualmente en km77.com. En ciudad hemos comprobado que es muy difícil bajar de 10 l/100 km aunque se conduzca con suavidad y no haya mucho tráfico.

2.0 DISI iStop 151 CV

El motor 2.0 DISI de 151 CV tiene una buena respuesta a medio régimen, no así a bajas revoluciones. Si se circula en carretera o autovía en una marcha alta, con el motor a bajas vueltas, queda patente una clara falta de fuerza cuando se acelera con decisión. Por ello, también con este motor (al igual que con el 1.8 de 116 CV) hay que recurrir al cambio de marchas frecuentemente. Un Volkswagen Touran con el motor TSI de 140 CV tiene mejor respuesa en toda circunstancia.

El consumo medio homologado de este modelo de Mazda es 6,9 l/100 km (un 13% inferior al del motor de 146 CV que llevaba el modelo precedente; ficha comparativa). Con este motor, el Mazda 5 es uno de los monovolúmenes de siete plazas que menos gasta (listado ordenado por consumo). Tampoco hemos tenido oportunidad de medir el consumo como habitualmente lo hacemos en km77.com

Obligatoriamente va asociada a un sistema de parada y arranque automático del motor  («iStop») en las detenciones —como por ejemplo atascos y semáforos— para rebajar el gasto de carburante. Además hay un indicador de cambio de marcha en el cuadro de instrumentos que recomienda la relación más adecuada para consumir lo mínimo posible.