Hyundai i40 (2011) | Impresiones de conducción
El i40 es de esos coches en los que uno se siente a gusto pronto porque parece que ya lo ha conducido antes. El tacto del volante, pedales y cambio de marchas facilitan esa sensación.
A mí me parece un muy buen coche para viajar sintiendo lo menos posible el paso de los kilómetros, casi tan cómodo como un Citroën C5, que es de los mejores para ese fin. La suspensión del i40 es más bien blanda. Agradará a quienes valoren no ir sintiendo cada bache de la carretera (o que cadavez que lleguen a un paso de peatones sobre-elevado no tengan que detener casi por completo el coche). A los que den importancia a que la carrocería apoye con inmediatez tras cada giro de volante y que apenas se mueva preferirán un Honda Accord o un Mazda6. Un Ford Mondeo y un Opel Insigniatambién tienen una suspensión más firme.
A pesar de esa suavidad, los movimientos de la carrocería no son amplios y no afectan a la trayectoria, salvo en maniobras muy bruscas. El i40 no es un coche torpe en carreteras con curvas, más bien todo lo contrario. Me ha sorprendido su facilidad para cambiar de dirección, lo bien que entra en las curvas y que, una vez fuertemente apoyado, permite cerrar aún más la trayectoria.
La dirección —eléctrica, no hidráulica—se maneja con mucha suavidad, lo que la hace muy cómoda para maniobrar en ciudad (además, el i40 no necesita mucho espacio para girar). No tiene un tacto tan bueno como la de un Volkswagen Passatpero deja sentir razonablemente bien el contacto con el asfalto.
El control de estabilidad interactúa con la dirección. Es un sistema de recomendación, no interviene sobre el giro de las ruedas sino que varía la asistencia para sugerir al conductor hacia dónde debe girar el volante para corregir una pérdida de trayectoria: endurece si se gira en sentido contrario al adecuado y la ablanda si es el correcto.
El motor Diesel de 136 CV tiene un funcionamiento agradable porque funciona con suavidad, con pocas vibraciones (salvo a ralentí, que se notan mucho en el volante) y responde bien al acelerador desde pocas revoluciones. La suavidad y esa respuesta en baja no las tenían los KIA Optima que hemos conducido con este mismo motor.
La aceleración que hemos medido (80 a 120 km/h, simula un adelantamiento) es normal. Las recuperaciones son mejores que las de sus rivales (tabla de prestaciones), ya que se beneficia de unos desarrollos más cortos. La sexta es de 48 km/h cada 1000 rpm. Lo normal en los coches Diesel de su potencia y tamaño es que sea de entre 55 y 60 (un Honda Accord tiene 54; un Opel Insignia, 60,4 km/h cada 1000 rpm). Que sea así de corta facilita una respuesta ágil al acelerador en autovía y carreteras rápidas sin tener que reducir de marcha (por ejemplo, cuando un camión termina de adelantar a otro y deja libre el carril izquierdo). En la tabla de nuestras mediciones es posible comparar el i40 1.7 CRDi de 136 CV con sus alternativas.
Un inconveniente de usar un desarrollo más corto es que repercute negativamente sobre el consumo a velocidad alta. Pero el resultado que hemos obtenido en nuestro recorrido de referencia —trayecto de ida y vuelta por autovía, tratando de conseguir una media de 120 km/h, utilizando la marcha más larga posible e intentando mantener la carga sobre el motor lo más uniforme posible— ha sido bueno: 6,2 l/100 km; un consumo similar al de un Audi A4y un Volkswagen Passat (de 143 y 140 CV, respectivamente) y algo mejor que un Citroën C5 y un Peugeot 508(140 CV). El KIA Optimagastó un poquito más (6,5 l/100 km), tal vez porque ese día hacía mucho viento. La versión del Audi A4 que aparece en la tabla que hay más abajo con un consumo de 5,2 l/100 km es una específica para obtener un consumo reducido..
Datos de consumo. Mediciones de km77.com | ||
Coche | Velocidad media (km/h) | Consumo (l/100 km) |
Audi A4 2.0 TDIe 136 CV | 120 | 5,2 l/100 km |
SEAT EXEO 2.0 TDI 143 CV | 120 | 5,9 l/100 km |
Audi A5 Sporback 2.0 TDI 140 CV | 121 | 5,9 l/100 km |
Volkswagen Passat 2.0 TDI 140 CV | 120 | 6,1 l/100 km |
Audi A4 2.0 TDI 140 CV DPF | 122 | 6,2 l/100 km |
Hyundai i40 1.7 CRDi 136 CV | 120 | 6,2 l/100 km |
Citroën C5 HDI 138 | 123 | 6,4 l/100 km |
Peugeot 508 2.0 HDI 140 CV FAP | 121 | 6,4 l/100 km |
Citroën C5 HDI 140 | 114 | 6,5 l/100 km |
KIA Optima 1.7 CRDi VGT | 120 | 6,6 l/100 km |
Para ayudar al conductor a no gastar más de lo necesario, en el cuadro de instrumentos aparece la marcha que se debe engranar. A diferencia de lo que ocurre en otros modelos de Hyundai que he conducido, en el i40 no hace la recomendación teniendo en cuenta exclusivamente la velocidad a la que se circula, sino que también tiene en consideración la carga sobre el motor. Esto evita que al hacer un adelantamiento indique que hay que meter sexta cuando vamos en cuarta, por ejemplo. Como el consumo es bajo y el depósito tiene 70 litros de capacidad, no es necesario ir con frecuencia a repostar, algo que agradecerán quienes usen el coche en trayectos largos.
El cambio de marchas se maneja con suavidad, salvo por una pequeña dureza que tiene en el momento de engranar la marcha. Es suficientemente rápido y los recorridos son cortos y están bien marcados.
Otra diferencia que hemos encontrado con el KIA Optima ha sido la distancia de frenada, mucho mejor en el i40. En nuestra medición de 120 a 0 km/h hay seis metros de diferencia (51,9 frente a 57,8). La diferencia puede deberse a la distinta medida de los discos de freno (se puede ver en la ficha comparativa) y a los neumáticos, de la misma medida pero distinta marca (en un caso Hankook Ventus Prime2 y en el otro Nexen CP672a).
Nuestra unidad (equipamiento «Style») tenía faros de xenón, pero solo para cortas. La función de largas la desempeñan unas lámparas halógenas.