Ford Focus ST 2.5 (2008) | Información general

10/12/2009 |Enrique Calle

Hasta la llegada del Focus RS, el ST era la versión más potente de la gama Focus. Tiene un motor de 225 CV y su precio es de 24.875 € con carrocería de tres o cinco puertas.

Hay tantos coches similares (listado) que me resulta difícil decir cual es el mejor en términos absolutos. El ST es interesante para quien quiera altas prestaciones y comodidad en un uso cotidiano.

Me ha gustado la facilidad con la que se conduce a cualquier ritmo y porque, sin ser muy rápido en zonas de montaña, transmite suficiente sensación de control y seguridad. No es el mejor deportivo que se puede comprar por una cantidad de dinero semejante: los hay más ágiles de reacciones, con mejor tacto y con mayor capacidad de transmitir la fuerza al suelo en condiciones exigentes (como por ejemplo ocurre en un SEAT León CUPRA o un Volkswagen Golf GTI).

El motor da unas prestaciones altas para su potencia, pero sobre todo, tiene una respuesta enérgica y contundente a casi cualquier régimen. Es decir, aunque se use poco el cambio de marchas, la reserva de aceleración es siempre notable. El único problema es que su consumo de combustible es elevado incluso circulando a un ritmo moderado.


El Focus ST 2.5 no tiene inconvenientes claros en un uso cotidiano porque hace poco ruido —salvo cuando se acelera a fondo— y su suspensión no es excesivamente dura (aunque sí nos ha parecido claramente más firme que la del anterior Focus ST). Lo menos agradable en ciudad es que necesita un espacio relativamente amplio para maniobrar, lo que se nota a la hora de aparcar en determinados sitios, pero tampoco me parece un inconveniente demasiado importante.

Su precio —más alto que cualquier otro Focus salvo el RS— no se nota en la calidad de acabado, ni en el equipamiento de serie. La única mejora notoria respecto a otros Focus es que tiene unos asientos Recaro que sujetan muy bien el cuerpo (imagen) y un volante específico de piel que es muy agradable al tacto (imagen). Tiene materiales de recubrimiento más vistosos que los de cualquier otro Focus —por ejemplo lleva una imitación a fibra de carbono en la consola (imagen)—, pero no necesariamente mejores. Las faltas de ajuste que hemos detectado en otros Focus también las tenía la versión ST.

Se echan en falta ciertos detalles básicos de equipamiento, como por ejemplo que las ventanillas no suben automáticamente con una sola pulsación del botón que las acciona. En la versión de tres puertas los asientos delanteros no recuperan su posición cuando se abaten. Esa falta de detalles puede ser comprensible si se tiene en cuenta que el Focus ST es menos costoso que la mayor parte de sus alternativas.


Actualmente no hay ningún coche de potencia similar más económico. Modelos como el SEAT León CUPRA o el Renault  Mégane Renault Sport son ligeramente más costosos (listado de turismos de entre 4,0 y 4,5 m con motor de gasolina de 225 a 300 CV ordenado por precio).

Una de las cosas interesantes del Focus es la cantidad de equipamiento que se le puede añadir. Por ejemplo, puede tener unos faros de doble xenón que alumbran muy bien (fichas de equipamiento).