BYD Han (2023) | Impresiones del interior

28/08/2023 |Alfonso Herrero (@alf_reguart)

Hay berlinas de gran tamaño en las que está claro que donde hay que ir sentado es en las plazas traseras —por el confort, el espacio o el equipamiento que hay en esa zona para trabajar o descansar—, es el caso de un BMW i7. Hay otras en las que, aunque detrás se viaja estupendamente, se pueden echar en falta algunas atenciones exclusivas de las berlinas de representación, es lo que ocurre en un BMW i5. El BYD Han, aunque tiene algunas características de las primeras, esconceptualmente es un coche más parecido a un BMW i5 que a un BMW i7.

Las plazas traseras no son dos asientos individuales sino una banqueta con tres plazas. La central no es idónea para que un adulto haga un viaje, pero sirve para salir de un apuro o para que una persona menuda vaya relativamente bien. Si no se utiliza esta plaza lo recomendable es bajar la zona central del respaldo que oculta un apoyabrazos. Esta pieza cuenta con un cajón con dos tomas USB, dos portabebidas y una pantalla táctil (imagen).

Desde esta pantalla táctil (que está en inglés, no hay posibilidad de cambiar el idioma; imágenes) los ocupantes traseros pueden manejar la climatización (aunque hay otra pantalla para ello en la consola, pensada por si esta plaza central está ocupada y, por tanto, la pantalla oculta), el equipo de sonido, la iluminación ambiental, la calefacción/ventilación de sus asientos, el climatizador y el techo corredizo (que no cubre sus cabezas, queda por delante de ellas). También se puede desplazar desde esa pantalla el asiento del pasajero delantero —para tener más espacio detrás—, algo que el conductor también puede hacer con unos mandos que hay en el lateral izquierdo del respaldo (imagen).

Los respaldos se pueden inclinar más para viajar más recostado, pero no se hace desde la pantalla sino desde un pulsador en cada puerta, junto al botón del elevalunas (imagen). La banqueta es fija, en las ventanillas no hay cortinas para proporcionar mayor privacidad, ni tampoco en la luna, no hay mesitas sobre las que poner un ordenador para trabajar o leer la prensa, ni existe un reposapiés.

El habitáculo del Han tiene una amplitud normal, pero no generosa en relación a sus dimensiones exteriores. La altura al techo es justa para quien supere el metro noventa, tanto delante como detrás.

El puesto de conducción es correcto y es fácil hacerse a él desde el principio porque los mandos están en los lugares habituales, tanto los que sirven para ajustar la posición del asiento como la del volante. Luces y limpiabrisas se manejan con palancas; en el volante están los botones para usar el programador de velocidad, el equipo de sonido y desplazarse por el menú del cuadro de instrumentos (imagen); en la consola, junto a la palanca selectora de marchas (imagen), están colocados los botones del freno de estacionamiento, el del Autohold, los intermitentes de emergencia, un par del climatizador (encendido/apagado y modo automático) y los que sirven para elegir los programas de conducción (Eco, Normal y Sport) y los dos niveles de frenada regenerativa (estándar y grande). En este sentido es más parecido a un coche alemán que a algunas marcas asiáticas.

Todo lo demás se maneja desde la gran pantalla central (imagen). Tiene unos menús de diseño agradable (ejemplo, ejemplo y ejemplo) y organizados de una manera que me ha parecido sencilla. Aunque no es un sistema confuso, requiere un tiempo aprenderse donde están algunas cosas. La calidad de la pantalla es muy buena y su funcionamiento casi siempre fluido.

Este sistema (que BYD llama Dlink) funciona con el sistema operativo Android, el mismo que un móvil o una tableta. No es lo mismo que los sistemas que usan Android Automotive (como Renault o Volvo), un software que está diseñado en exclusiva para la automoción y que me parece mejor.

En el sistema de Han las diversas funcionalidades están agrupadas por aplicaciones (una para la radio, otra para la radio digital, otra para el navegador, otra es Spotify, etc). Según he pasado horas en el coche he ido encontrado pegas a un producto que inicialmente me pareció mucho mejor.  A continuación, voy a escribir algunas de ellas que BYD debería mejorar para estar a la altura de lo que se espera en Europa.

La radio. Parece mentira, porque seguramente la inmensa mayoría de radios que montan los automóviles desde hace años estarán fabricadas en China, pero no funciona bien, ni en este BYD ni en ningún otro coche chino de los que he probado. Por un lado, no es posible viajar y que vaya cambiando automáticamente entre frecuencias de la misma emisora. Por otro, la función de escaneado de frecuencia (va saltando automáticamente de una emisora en otra a lo largo del dial) tiene un botón de pausa que, se supone, hay que pulsar para parar cuando llegas a una que gusta. Cuando se pulsa, lo que sucede es que vuelve automáticamente al inicio de la frecuencia de FM, allá en los 87,5 MHz. Sí tiene la posibilidad de ver un listado con todas las emisoras que se reciben en esa zona (algo que tampoco funciona correctamente) y crear una lista de favoritos. La radio digital es otra aplicación diferente y que no he conseguido utilizar porque no encuentra ninguna emisora (he probado en zonas con cobertura). Por ahora no es posible conectar un móvil mediante Android Auto (está previsto que está función llegue con una actualización futura).

Hasta hace unos años todos los equipos multimedia eran fiables. Siempre funcionaban y no se quedaban colgados (al menos yo no recuerdo ningún expediente X). Pero con la llegada de las pantallas grandes, el aumento de funciones agrupadas en ellas y la utilización de sistemas operativos, los problemas han dejado de ser algo inusual y en algunas marcas (como varias del Grupo Volkswagen) han sido un quebradero de cabeza, para los usuarios y para los propios fabricantes. El del BYD no ha sido una excepción: el bluetooth se desconectó él solo en, al menos, un par de ocasiones. Además, la app de Spotify dejó de funcionar una vez y la radio no se escuchaba. Todo se solucionó al parar con el coche y volverlo a arrancar.

Otro punto a mejorar por BYD es la traducción de algunos textos. Un ejemplo: lo que en inglés se muestra como «Recordatorios» en español aparece como «Transmisión inteligente». También hay un error porque en el menú en español aparece una opción en portugués (la de reducir el volumen del sonido cuando en navegador da una indicación).

El navegador me ha gustado (utiliza con la cartografía de Here). Resulta sencillo configurar rutas con paradas intermedias, muestra gráficamente sobre el mapa hasta donde podríamos llegar con la autonomía restante y la base de datos de puntos de recarga es mucho menos inútil que la de un ID.4, por ejemplo. Lo que no hace es mostrar imágenes de satélite (es una función que a mí me parece prescindible) ni calcular con qué autonomía se llega al destino o cuánto se ha de cargar por el camino para llegar al final. Las indicaciones del navegador casi no se escuchan porque quedan tapadas por la emisión de la radio o de Spotify sin necesidad de que estás estén a un volumen elevado.

El cuadro de instrumentos es una pantalla que muestra la información de manera sencilla (más que un BMW actual) aunque bajo mi punto de vista esta infrautilizada porque se podría ver más información a la vez, especialmente relativa al ordenador de viaje. El conductor puede elegir entre dos diseños (diseño 1 y diseño 2). El sistema de proyección de información sobre el parabrisas es sencillo: solo tiene un color y da información muy básica (velocidad, programador de velocidad y centrado en el carril; imagen). Además la regulación en altura es insuficiente para quien mida más de metro noventa.

El maletero del Han tiene 410 litros de capacidad, una cifra pequeña para un coche de cinco metros de longitud (el de un BMW i5 tiene 491 litros; el de un Mercedes-Benz EQE, 430 litros), pero que es suficiente para transportar una cantidad de equipaje normal si van cuatro personas. BYD no ha descuidado esta parte del coche: aunque la moqueta es más bien sencilla y creo que se desgastará pronto, cubre todos los lados del maletero, incluida la zona superior que no se ve y que en otros coches está desnuda. Los puntos de luz, en vez de estar en los laterales, van colocados en esa parte superior.