El Mustang GTD es el «el Mustang homologado para carretera más rápido de todos los tiempos». Y no, las siglas GTD no tienen nada que ver con un motor Diesel, sino que hacen referencia a la categoría de competición IMSA «GTD». El motor es uno de gasolina de ocho cilindros y unos 800 CV. Esta exclusiva versión se fabricará en una serie limitada de no se sabe cuántas unidades por un supuesto precio aproximado de 276 000 euros. Tanta imprecisión se debe a que su producción no comenzará hasta finales de 2024 o principios de 2025.
Respecto a un Mustang convencional tiene muchos cambios en la carrocería, muchas diferencias mecánicas y un peso más contenido debido al uso masivo de materiales ligeros, principalmente la fibra de carbono. Ford dice que el GTD toma la tecnología de competición del Mustang GT3.
El motor es uno de ocho cilindros en V, de 5,2 litros de cilindrada y con sobrealimentación. Desarrolla 800 CV y gira un máximo de 7500 rpm. Es la primera vez que Ford usa un cárter seco en el Mustang, un sistema de lubricación habitual en coches deportivos.
La transmisión es automática, de ocho relaciones y doble embrague, fabricada por Tremec y que hizo su debut en el Chevrolet Corvette Stingray de 2020. Va colocada en el eje trasero, unida al motor por un eje de fibra de carbono.
La suspensión tiene muelles helicoidales y amortiguadores de dureza variable. El esquema de suspensión es muy diferente respecto a otros Mustang, especialmente en el eje trasero donde Ford ha implementado un sistema «pushrod» (muelles y amortiguadores van colocados casi en horizontal) montado sobre un subchasis tubular. La altura de la carrocería varía 40 mm mediante unos mecanismos hidráulicos.
Los frenos son de Brembo. Los discos están hechos de material carbocerámico y las pizas son fijas, Ford no dice de cuántos pistones. Las llantas de serie son de aluminio forjado y se pueden pedir en opción unas de magnesio, que es un material más ligero.
Los neumáticos son unos Michelin Pilot Sport Cup 2 enormes, especialmente los delanteros (325/30 ZR20 delante y 345/30 ZR20 detrás). Un Koenigsegg Jesko, que también es de tracción trasera pero que tiene 1298 CV, lleva unos de medidas 265/35 R20 y 325/30 R21. El Lamborghini Huracán Tecnica (que con 639 CV es el coche de tracción trasera más potente que se vende en España) tiene unos de medidas 245/30 R20 y 305/30 R20.
Casi toda la carrocería está hecha de fibra de carbono (las puertas son de aluminio) y, opcionalmente, hay un paquete aerodinámico compuesto por unos bajos carenados (también de fibra) y un sistema de aerodinámica activa que actúa sobre el flap delantero y el alerón trasero (imagen).
En el interior se usa plástico, fibra de carbono, ante y cuero para recubrir todos los elementos. Algunas piezas —levas del cambio, mando giratorio y la placa con el número de serie— pueden fabricarse con aluminio reciclado procedente de un avión Lockheed Martin F-22. Los asientos delantero son de Recaro, los traseros se han eliminado.