Glosario | Protección previa a la colisión.

Un sistema de protección previa a la colisión es aquel que adecúa diversos elementos del vehículo ante la inminencia de un impacto. Estos elementos pueden ser aquellos referentes a la seguridad pasiva (tensor de emergencia o airbag) o referentes a la postura de los ocupantes (asientos). Para ello se dota de señales provenientes de diversos sensores que monitorizan el entorno del vehículo y el estado del mismo, informando acerca de los posibles obstáculos y de la posibilidad de sufrir un accidente. Sólo en caso de determinarse como inevitable el impacto se pondría en marcha la adecuación de los elementos susceptibles de mejorar la seguridad pasiva de los ocupantes, en los instantes previos al accidente.

Generalmente, los sistemas existentes de protección previa a la colisión suelen utilizar la información proveniente de otros sensores de detección ya utilizados por otros sistemas de asistencia a la conducción, como puede ser el sistema radar empleado en los sistemas de programador de velocidad activo. Constan, además, de una centralita de control que proporciona la información necesaria a una serie de actuadores, encargados de realizar las oportunas modificaciones en los elementos susceptibles de modificar su estado o posición. Estos cambios pueden ser reversibles.

El trabajo del sistema comienza cuando se estima que el riesgo de colisión es elevado. Esto puede suceder debido a que los sensores han detectado un obstáculo que no podrá ser evitado mediante la capacidad de frenado del vehículo o mediante el giro de la dirección. También se puede anticipar una posible colisión o vuelco a través del funcionamiento de los sensores del control de estabilidad. Es entonces, en función de la naturaleza del impacto previsto (riesgo de vuelco o de colisión frontal, por ejemplo) cuando la centralita de control envía las señales necesarias para la activación de diversas medidas encaminadas a paliar la gravedad del impacto. Entre éstas se pueden contar:

  • Activación del tensor de emergencia de los cinturones de seguridad.
  • Cierre de ventanillas.
  • Cierre de techo solar.
  • Colocación de los asientos en una posición mejorada para sufrir el impacto: se actúa sobre el respaldo y el ajuste longitudinal de los mismos.
  • Inflado de almohadillas en asientos. Esto proporciona una mejor sujeción a los ocupantes y les ayuda a adoptar una posición más adecuada ante el impacto.
  • Colocación de los reposacabezas en una posición óptima.

En la actualidad, existen diversos sistemas de protección previa a las colisión. El pionero fue el utilizado por Mercedes Benz en su Clase S de 1998. En su segunda evolución (PreSafe II en el Clase S del 2005 ) funciona en caso de posible impacto frontal, salida de la vía o vuelco. Lexus va un poco más allá, y en el LS460 ofrecerá un sistema que también tendrá en cuenta los impactos posteriores, previniendo el temido latigazo cervical.

En un futuro, los sistemas de protección previa a las colisiones extenderán su rango de acción a los 360 grados existentes alrededor del vehículo, a la vez que se mejora la detección de obstáculos y se aumenta el tiempo de detección, lo que ofrece mayor margen a los actuadores para realizar una acción anticipada. Además, se ampliarán las acciones de protección, incluida una modificación de las estructuras de deformación de la carrocería (paragolpes) o paneles interiores de habitáculo.