El Volkswagen Golf GTE Sport es un prototipo presentado por Volkswagen en el evento «Wörthersee 2015» junto al Golf GTI Clubsport. Se trata de un vehículo híbrido enchufable impulsado por un motor térmico y dos motores eléctricos alimentados por una batería de iones de litio.

El chasis es de fibra de carbono y el motor térmico, de cuatro cilindros y 1,6 litros de cilindrada, está basado en del Volkswagen Polo R WRC (coche de competición del campeonato internacional de ralis). Está turboalimentado, genera 299 caballos de potencia máxima y 400 Nm de par máximo.

El primero de los motores eléctricos está situado en el eje delantero, unido a la transmisión, que es automática de doble embrague y seis velocidades. Da 115 CV y 330 Nm. El segundo motor eléctrico, de idéntica potencia pero con menos par (270 Nm), impulsa las ruedas traseras. La potencia total del sistema es 400 CV y el par máximo es 670 Nm.

Según Volkswagen, el diseño del Golf GTE Sport está basado en los vehículos de competición y, aunque puede circular por carretera, está optimizado para ser usado en circuito

Las puertas tienen apertura de tipo tijera, es decir, rotan verticalmente y se abren hacia arriba. Hay aditamentos aerodinámicos como deflectores laterales, un alerón y un difusor que aumentan el apoyo a alta velocidad y optimizan la refrigeración de los frenos. Algunos de estos elementos son de fibra de carbono. Las llantas son de 20 pulgadas y montan neumáticos de 235 y 275 mm de anchura delante y detrás respectivamente.

También el interior tiene elementos de fibra de carbono y la tapicería y algunos revestimientos son de microfibra. Los asientos son de tipo baquet, con cinturones de seguridad de tipo arnés con cinco puntos de anclaje. Hay unas levas para cambiar de marchas manualmente detrás del volante. La instrumentación está repartida en tres pantallas que ofrecen los datos en diferentes niveles al conductor.

La pantalla más próxima al campo de visión del conductor muestra la velocidad, la autonomía y en el modo «GTE mode» es capaz de mostrar la mejor trazada al conducir dentro de un circuito. En el lado del pasajero hay otra pantalla multifunción. El copiloto está separado del conductor por una voluminosa consola central donde van alojados más controles, como un botón para activar el sistema de extinción de incendios.

En el techo hay un botón que permite seleccionar diferentes modos de conducción, con una gestión similar a la que se emplea en el Volkswagen Golf GTE: «E-mode»: permite circular un máximo de 50 km en modo totalmente eléctrico; «Hybrid mode»: el sistema adapta el modo de impulsión a las necesidades de la conducción, pudiendo circular solo con los motores eléctricos, con el motor de combustión o con ambos sistemas combinados. Admite además configurar el modo de gestión de la carga de la batería cuando no se está acelerando, bien manteniendo la carga por encima de un cierto valor para, por ejemplo, usarla en otro momento, bien cargando la batería utilizando el motor de gasolina como generador; «GTE mode»: éste se activa a través de un botón específico en la consola. Cambia la respuesta dinámica del coche, aunque Volkswagen no ha específicado a qué parámetros afecta. Los tres motores desarrollan la máxima potencia. Así, es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 4,3 s y de 0 a 200 km/h en 15,9 s.

Cuando el coche circula exclusivamente con el motor de combustión interna la tracción es al eje delantero. Si los tres motores funcionan (por ejemplo con el modo «GTE mode» activado) la tracción es integral, incluso si el nivel de carga de la batería es bajo. En este caso, el motor eléctrico delantero actúa como generador eléctrico.