Toyota Land Cruiser (2014 y 2016) | Impresiones del interior
Aunque las cuatro puertas laterales del Land Cruiser abren en un ángulo muy amplio y liberan un vano grande, el acceso al habitáculo no resulta sencillo porque las banquetas de los asientos están muy alejadas del suelo (las delanteras a 83 cm y las traseras a 87, según mediciones propias). No obstante, todas las versiones vienen de serie con dos elementos que facilitan en gran medida la labor: unos estribos laterales (excepto la más sencilla, denominada GX) y unos asideros para tomar impulso (imagen).
Tanto las versiones de tres puertas como las de cinco tienen un habitáculo muy amplio, sobre todo en cuanto a anchura a la altura de los hombros se refiere. La de cinco puertas, que es la que hemos probado con más detenimiento, permite que tres adultos puedan viajar con cierto desahogo en la segunda fila de asientos, algo que no suele ser muy habitual incluso en vehículos de este tamaño. El espacio para las piernas también es generoso: 76 centímetros, más que un BMW X5 o un Jaguar F-PACE (72 y 75 cm respectivamente) y algo menos que un Jeep Grand Cherokee o un Ford Edge (77 y 78 cm respectivamente). Los asientos de esta fila están divididos en tres porciones (40:20:40), tienen ajuste longitudinal, se pueden reclinar en varias posiciones predefinidas y, opcionalmente, pueden tener calefacción. Además, los ocupantes de estas plazas tienen a su disposición un climatizador independiente del de las plazas delanteras, salidas de ventilación en la prolongación de la consola y en el techo y una toma de 12V (imagen).
Por tamaño, las dos plazas adicionales de la tercera fila son aptas para que dos adultos de estatura media puedar se puedan acomodar con relativa facilidad, aunque hay que tener en cuenta que las banquetas están muy cerca del piso y obligan a llevar las rodillas muy elevadas con respecto a la cadera, una posición que puede llegar a cansar. El acceso a las mismas ha de hacerse a través del lateral derecho del vehículo, abatiendo y haciendo deslizar la porción de asiento correspondiente de la segunda fila (imagen). Como la carrocería está muy alejada del suelo y el hueco liberado no es demasiado amplio (además de irregular), es necesario tener cierta agilidad para llegar a las mismas.
Cuando estas dos plazas no se usan, se pueden guardar bajo el piso del maletero. El proceso de desplegado es muy sencillo, aunque no demasiado rápido: en primer lugar hay que tirar de un asidero para colocar el respaldo en su posición de servicio y a continuación hay que mover la banqueta hacia delante. El plegado requiere de las mismas operaciones, aunque como es lógico, en sentido inverso.
El maletero tiene 381 litros de capacidad en las versiones de tres puertas y 553 en las de cinco (o 621 l con el nivel de equipamiento GX, que tiene 5 plazas en lugar de 7). Está bien surtido de ganchos metálicos, perchas y pequeños receptáculos adicionales, pero el borde de carga está situado a mucha altura (88 cm, según nuestras mediciones), dificultando un poco la colocación de objetos grandes o pesados. Con las siete plazas en posición de servicio, el volumen de carga queda reducido a 104 litros, suficiente para colocar dos maletas de tipo cabina de avión y poco más. No hay un sitio destinado específicamente para colocar la bandeja cubre equipaje cuando no se utiliza.
El sistema de apertura del portón que da acceso al maletero es distinto al habitual. En lugar de bascular hacia arriba, lo hace hacia el lateral derecho, que es poco adecuado para aquellos países en los que se circula por la derecha (como España). Además tiene otro inconveniente: para abrirlo por completo, es necesario que la parte trasera del vehículo esté despejada, pues el portón es muy grande. Afortunadamente, la luneta se puede abrir de manera independiente (y además lo hace hacia arriba), facilitando de esta manera la colocación de objetos menudos (imagen).
El salpicadero del Land Cruiser 2016 es muy parecido al del modelo año 2010, aunque no idéntico. Los mandos del equipo de sonido, por ejemplo, han sido reubicados en una posición más elevada para dejar espacio a otros mandos relacionados con el sistema de tracción total. La pantalla que hay en el cuadro de instrumentos ahora es a color (imagen) y además da más información: inclinación lateral de la carrocería, control de tracción de cada rueda, bloqueo de los diferenciales, alerta de presión de neumáticos, control del ángulo muerto y desconexión del control de tracción. Además, el sistema multimedia es distinto (Toyota lo denomina «Toyota Touch2&GO»), aunque tanto su manejo como la resolución de la pantalla no son muy diferentes (cumplen con su cometido, sin más).
Hay muchos huecos portaobjetos repartidos por el habitáculo, alguno de ellos especialmente grande (por ejemplo el cajón bajo el reposabrazos delantero, que además está refrigerado; imagen). La guantera tiene un tamaño normal, suficiente para guardar la documentación del vehículo y poco más (imagen).
Los materiales con los que está recubierto el habitáculo no son lujosos, pero de lo que no cabe duda es de que su ajuste es bueno, ya que no se escuchan ruidos incluso al circular fuera del asfalto por vías relativamente complicadas.